đHgeocities.com/area51/station/2598/ipar813.htmoocities.com/area51/station/2598/ipar813.htm.delayedxPkŐJ˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙Č°ĆźOKtext/htmlpáw5ó˙˙˙˙b‰.HMon, 04 May 1998 07:57:53 GMTůMozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *PkŐJ Filosofías a golpe de cadena

Expediente X

Filosofías a golpe de cadena

   El servicio. Un lugar tan olvidado como recurrido en la Facultad. Un enclave donde se dan cita los apresurados/as de última hora. Última isla de intimidad antes de llegar a una atiborrada clase. Un verdadero diván de psicoanalista que carga con lo que le echen.

   Sí. Ahí está aguardando pacientemente para que le volvamos a obsequiar con la generosidad que caracteriza al género humano. Y es que al parecer que el lugar sólo sirve para eso. Pero no. Por muy banal, zafio y soez que sea el tema, debemos reconocer que desde una taza se ve algo más que traseros. Efectivamente, allí se da cita la otra cara de la universidad; el lado oscuro de la cultura.

   Denuncias anónimas y filosofías anónimas explotan con virulencia a golpe de cadena tatuadas en la puerta y en las baldosas. Cierto; no cuentan con el beneplácito de la corriente mayoritaria. No es un movimiento financiado por televisiones y gente guapa. Son como los bocetos hechos por ese personaje que se exponen, por cuenta y gracia del autor, en medio de la calle no muy lejos del amasijo de hierros del Guggenheim. Son como la radio pirata de barrio que lucha denodadamente por hacerse un hueco en un rincón de las ondas comerciales. Son graffiti de boli o rotulador marginado y recluido que nace como expresión humana. Hijos bastardos del arte.

   No, no es la gran autopista. Más bien se asemeja al camino empedrado y sin señalizar donde, a pesar de perderse, se disfruta mucho más del paisaje. Son reflejos de aspiraciones, obsesiones, políticas, visiones y descalificaciones que una persona, un día, quiso dejar en tan oscura catacumba en espera, quizás, de tiempos mejores.

   Nadie puede tener el valor de negarme que jamás ha leído una de esas leyendas. Es como beberse un café sin azúcar, como conducir sin música, como ir a mostos en la Fiesta de Sarriko, o como aprobar Estadística de Tercero en primera convocatoria sin ir a academias. Es algo tan particularmente propio a un servicio público como la misma taza o la herrumbrosa cadena.

   ¿A qué móviles responden? Diversos como la vida misma.

  - Moneo City: Emblemática leyenda que inunda los cónclaves más inverosímiles de la Facultad de Sarriko. Etimológicamente hablando, desconocemos qué narices significa, si persigue algún tipo de reivindicación oculta, o si son alguna secta judeomasónica. Hay quien dice que es por cierto pueblo cercano a Medina...De todas formas hablar de pintadas en Sarriko sin citar a ésta es imperdonable.

  - Futboleras: Son del tipo “Athletic ala hil” o “Peña Mugika”. La variante la tiene el Alavés o en su defecto el Taugrés. Vienen a alimentar rencores pasados recordando marcadores adversos, burros de Dalmacia, y consignas en contra de la táctica del autobús. Son las otras filigranas del área pequeña.

   - Territoriales: En cierta forma vienen relacionadas con las anteriores. Al principio se camuflan como chistes de giputxis o bilbaínos y terminan como verdaderas guerras étnicas. Como diría aquel; no son las mugas las que marcan las diferencias, sino las personas.

   - Religiosas: El Día de la Bestia y el Corazón del Ángel arrejuntados en una pared. Exorcismos y Akelarres que salpican las no siempre limpias instancias del inodoro. Cruces invertidas como recuerdo de un patio de Colegio y misa de los domingos.

   - Contactos sin Tacto: Un nombre, una proposición y un teléfono. Una de dos; o el aludido es ajeno a la coña o es que la gente ya no sabe qué hacer para pillar. Esto es como los anuncios por palabras; de lo prometido ni la mitad.

   - Camioneras: Representan un amplio abanico que va desde el castizo “Mecagüental” hasta las alabanzas morfológicas de los individuos de sexo contrario. Casi siempre vienen ilustradas con representaciones a lo cueva de Santimamiñe de los atributos con que Dios debió premiarles. Son plasmaciones de un placer solitario que no se supo encauzar en una infancia no demasiado lejana.

   - Políticas: Más del ochenta y cinco por cien de las pintadas otorgan al servicio el título de foro de debate político. Suele abundar más el dogma y el eslógan que el trasfondo social y económico. Verdaderas apologías del descontento, vienen a ser un “todos contra todos” donde lo más importante es participar..

   - Académicas: Las Reinas de la Fiesta. Pestes y maldiciones contra el sector ilustrado de la facultad. Es como la clasificación del Pitxitxi; unos mojan más que otros.

 

   Imposible recopilar todo ese conglomerado de frases, dibujos y consignas que aguardan tras la puerta de un servicio. Lo popular y cotidiano se hace palabra, y palabra tras palabra se llenan puertas y baldosas confiando que alguien llegue a leer sus anónimos alegatos.

   Es un ejercicio más de retazos de un saber popular que se perpetúa en el tiempo pese a los vanos intentos del personal de limpieza. Son visiones sesgadas, o alusiones brillantes de un mundo que, al fin y al cabo, no se diferencia demasiado del lugar en el que un día llegaron a escribirse.

                                                                                                            ©Ipar

Itzuli