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Expediente X

Alégrame el día

   Si Sarriko fuese un Zoo, la jaula que tendría más éxito sería la de los profesores. No, no estoy diciendo que sean unos animales...Lo que pasa es que la biodiversidad les ha dotado de unas formas y maneras que les convierte en una curiosidad digna de ser observada.

   Todas las Cartas al Director que se leen por ahí haciendo referencia al tema, caen en el inevitable tópico de la maldad y mala leche del profesorado universitario. Los Catedráticos vienen a ser en la Facultad lo que un árbitro en un campo de fútbol; esa figura que concentra energías negativas y que ha sido colocada ahí para dirigir una contienda...Lo malo es que en la contienda en que participamos siempre nos jugamos una final de Copa y nunca tenemos un comité de apelación al que enseñarle un vídeo del partido.

   Cierto es que hay alguno suelto por ahí que parece un ogro grande y feote, pero ¿Es que no hay garbanzos negros en tu clase?. Profesorado bueno y profesorado malo son ramas de un mismo árbol...Remarcar a unos no es hacer justicia a los otros, aunque la verdad que algunos se ganan a pulso eso de estar el Hit Parade de los más odiados.

   Repasemos a algunos de estos protagonistas, veamos sus mejores secuencias:

   - Clint: Es ese trajeado personaje a lo anuncio del Corte Inglés, con imaginarias medallas colgándole de su pecho lobo. Nunca pide silencio...su mirada enmudece a cualquiera, y es que Clint es la dureza personificada. Se relame en su sadismo mal ocultado cuando saca a alguien diciendo algo parecido a eso de “alégrame el día”. Nadie sabe nunca qué lleva en su maletín...¿un traje de cuero negro? ¿Una Magnum?

   - Coronela Truman: Con ella no sentimos ni las piernas ni la muñeca; su velocidad a la hora de dictar apuntes rompe cualquier marca de resistencia. A las buenas muy buenas, pero a las malas resulta intratable. En contra de lo que se cree generalmente, su despacho no es una trinchera en la que tengas que refugiarte de los Charlies, al contrario allí se desvive por saber en qué fallaste y no te deja marchar hasta que comprueba que te has quedado con la copla. Klasean otso, etxan uso...paradojas de la vida.

   - Caperucita Roja: Piensa que dar clase es como llevar tortitas de miel a la abuelita. Lo malo es que el lobo, por esas cosas de la masificación, se convierte en unas cien personas mínimo. Más tierna que un caracol recién nacido, es un encanto dando clase con sus folios repasados durante semanas. De perenne sonrisa, tiene un lugar en el cielo; tanta inocencia no puede quedar sin recompensa.

   - Yo soy la Justicia: ¿Os imagináis a Charles Bronson entrado en años y con unos kilos de más? Es él; el peso de la experiencia y la txapa. Nunca se equivoca, nunca titubea, jamás se atasca. El peso de la ley está de su lado y es que su mente es un gigantesco ordenador en los que se entremezclan recuerdos de sabor añejo con materia atrasada. Estandarte de fatxas y machistas, resulta entrañable pese a todo.

   - Dct. Jeckill & Mr. Hyde: Es la cruel realidad. Aquel pintoresco personaje que tanto nos hacía reír con sus ocurrencias, que nos hizo pasar deliciosos momentos con sus juegos de palabras, que derrochaba simpatía y buen hacer... se convierte en un cruel demonio con sed de sangre en la revisión de un examen cuyas preguntas no sabes de dónde coño pudieron salir. Más falso que una moneda de seiscientas, nos recuerda amargamente eso de “Pan de hoy, hambre para mañana”.

   - Robocop: No le conoces hasta que le ves entrar en la clase en que te toca hacer el examen. Al principio deja tibio a cualquiera, lo malo es cuando no para de pasear entre las mesas. Sus sensores le indican donde rastrear, localizar y destruir material prohibido. No hay calculadora que se le resista, y en caso de que esto ocurra, no duda en darle al reset, perdiéndote todos los programas laboriosamente metidos para el examen de MOF del día siguiente. Desafío y pesadilla de los chuleteros profesionales.

   - El Día de la Bestia: No es feo/a, es más bien “Incómodo de ver”. Hermano/a poco agraciado de Santiago Segura, viene a ser un ente que rompe con todo lo conocido en términos de estética y educación. Nadie ha descubierto hasta ahora de qué leches es híbrido. Resulta poco apto/a para susceptibilidades sensibles ya que goza humillando en clase. ¿En lo académico?...Dicen que tiene el cerebro todavía virgen.

   - El Ultimo Mohicano: Sus clases rebosan de gente y es que es todo un espectáculo verle en directo. Maneja la situación con bastante soltura intercalando sus gracias con bastante efecto entre el respetable. Ni más ni menos en el examen; lo justo y sin pillar a traición. De esos no hay muchos, y el gesto se agradece.

   - Pret a’ Porter: Llena clases de tíos babeando sobre sus apuntes mientras que las tías se comen las entrañas pensando en dónde conseguiría el maldito vestido. No es que esté buena, es que es una diosa. La gente revisa el examen hasta con sobresaliente, no es para menos; su sonrisa es como acariciar el cielo con las yemas de los dedos.

   De todos los gustos y de toda condición, el profesorado es esa piedra angular de Sarriko que nos modela en nuestra formación. Unos bien y otros no tanto, pelean en la arena de la clase por enseñar aquello que deberían conocer tan bien como lo que luego nos exigen a nosotros delante de una hoja de examen.

   Ahí están con sus grandezas y miserias, con todo lo que implica ser el último responsable de tu futuro profesional. Cada maestrillo tiene su librillo... y no un mazacote totxo de hojas sin coherencia interna. Todos somos humanos, pero recordemos que no se debe pecar de ello.

                                                                                                               © Ipar

Itzuli