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RAFITA |
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La entrevista ¿Cuándo
empezaste? No recuerdo el año exacto, creo que
ronda entre el 86 y el 87. ¿Qué
o quién te influyo? Supongo que
suena a típica esta respuesta pero fue el ambiente, el ambiente en su estado puro. Si en
mi opinión, para cada cosa que hacemos o en general aquello que somos está siendo
directamente influenciado por el ambiente, entonces es fácil admitir que fue el ambiente
en gran medida el que fue determinante en que yo comenzase a firmar. Si
intentamos ser un poco mas específicos, el barrio en el que vivía tuvo mucho que ver,
tuvo mucho que ver el entorno de mi casa, también la necesidad de escape de muchas cosas,
entre otras, de la mierda diaria que te acecha cuando eres pequeño y has tenido la mala o
la buena suerte de no tener casi nada con qué divertirte mas que la calle. En
la época que empezaste... ¿qué otra firmas había?¿Había alguna que te gustase
especialmente? Claro que
había pintadas, y por supuesto que había alguna que me gustara especialmente, mejor
dicho algunas,. Por ejemplo para empezar nombraría las pintadas del JOSESA
PUNK o BLECK (la rata), estas dos me gustaban especialmente por su
diseño y su concepto radical, o al menos el que yo suponía o entendía que tenían.
También flipaba con la pintada del ANTENO no solo por su diseño psicodélico
y extraño sino por que fue el primer
pintor al que yo considere de los
grandes y el primero que no dejaba de demostrar que era grande,
además creo que mas o menos sobre todo en nuestros inicios nuestro concepto sobre las
pintadas era muy similar. ¿Por dónde pintabas,
zona, barrio?¿Con quién solías pintar? En mis comienzos en mi barrio, y poco
a poco fui extendiendo el radio de acción a los barrios colindantes, como Usera,
Almendrales, Legazpi, Delicias, Marqués de Vadillo, y un largo etc, que acabó
constituyendo una gran parte de Madrid. Pintaba solo la mayor parte de las veces, era más
efectivo, era más radical, mi objetivo era uno y lo conseguía. Esto no quiere decir que
no haya pintado con gente, que no haya tenido compañeros de faena, por supuesto , desde
aquí un saludo a todos ellos, creo que me fui de pintadas con una gran parte de la gente
que por aquella época pintaba, incluso, con algunos de ellos mantuve una relación de
amistad cojonuda, incluso la sigo manteniendo con unos pocos. Si tuviera que elegir entre
salir solo o acompañado a pintar, no sabría decir, cada una de las dos opciones me
ofrecía cosas diferentes, ambas eran la ostia. Después del paso de los años empiezo a
ser consciente de lo mucho que me gustaba pintar, y todo el mundillo que se generó
alrededor de los rotuladores y el spray. ¿A
quién admirabas en esa época? Si te soy sincero no soy una persona
que admire ni que haya admirado a nadie, no va con mi personalidad. ¿Estabas
al tanto de lo que se pintaba fuera de España? Pasaron algunos años antes de que yo
conociera algo sobre el graffiti extranjero. En realidad para mi nunca tuvo mucho que ver
lo que me mostraban del extranjero con lo que hacíamos aquí. De todos modos sobre este
tema podríamos estar hablando durante horas. La eterna dicotomía entre pintadas y
graffiti. ¿Por que pintabas? Esa sí que
es una pregunta difícil, el porqué hacemos las cosas casi siempre es complejo de
responder, entre otros motivos porque la mayoría de las veces hay muchísimas razones por
las que se hacen las cosas. ¿Qué sé yo?,
porque no me gustaba el fútbol, porque no me gustaba esnifar pegamento, porque no me
gustaba hacer siempre las mismas cosas, porque no me gustaba ver las paredes de color
gris, porque mi grado de egocentrismo superaba la media, porque no me gustaba pasar
inadvertido, porque... ¿Qué echas de menos de aquella
época? Me jode pensar en las cosas que
fueron y ya no son. ¿Sabían tus padres que
pintabas?¿Qué opinaban ellos del graffiti? Pues claro que lo sabían. A los
viejos hay que ocultarles las cosas malas que uno hace, no las buenas. Y, para saber que
opinan del graffiti deberías preguntárselo a ellos, no tengo ni puta idea. ¿Nunca te cogieron? Pero si de lo
que se trata es de enumerar las veces que hemos tenido marrón pintando no acabaría
nunca. Hay anécdotas de todo tipo, a veces ha sido jodido, otras veces, las mas,
divertido, otras peligroso, y algunas incluso inexplicables, no se si hablas por hay con pintores de antaño, y te
cuenta alguna película al respecto puede ser que en alguna sea coprotagonista. Firmar en el metro era una odisea
continua, pero creo que era eso precisamente lo que me mantenía al pie del cañón. En
realidad creo que es donde más he firmado o por
lo menos donde más he destacado, mi firma parecía estar diseñada para los cartelones
azules del metro, un espacio perfecto para plasmar tu propia publicidad, claro está, sin
pasar por la taquilla de expoluz previamente. Antes que nada decirte que nunca tuve
predilección por una línea en especial, y eso quiere decir que pintaba allá donde
hubiera carteles, y si había alguna que me hiciera mas gracia esa era la línea 3, esa
línea tenía algo mas que el resto que no podría expresar. Respecto al procedimiento, a la hora
y todo eso, qué decirte, claro que había días
que me iba muy temprano a pintar al metro, pero no precisamente porque a esa hora no
hubiera gente, sino porque el vicio me atacaba y necesitaba acabar los carteles limpios
que esa misma noche me había dejado por falta de tiempo. Sí, esa era la realidad de
pintar en el metro, o mejor dicho de machacar los carteles más que nadie, si querías
ocupar un lindo cartel azul en todo su esplendor debías controlar los horarios de la
gente que los ponía e incluso predecir de una manera u otra en que línea más o menos
iban a cambiar los carteles o a reciclar los espacios. En realidad tuve
épocas en las que pasaba mas horas bajo tierra que encima de ella, y si hubiera sido un
curro, sinceramente, me hubiera sacado una pasta en horas extras ¿Puedes contarme alguna
anecdota que te ocurriera pintando? Un grupo nutrido de pintores cambiando de decoración un
parque, todo de puta madre hasta que otro grupo más nutrido todavía entra en escena,
esta vez de policía. Persecución infernal. El resultado es cojonudo, todos en comisaría
menos uno. Una vez allí la cosa no fue tan grave. Uno que
pinta subido en un balcón, una que incordia con una escoba. Uno que quiere acabar y
largarse, una que quiere que se largue sin acabar. Uno que se larga cuando acaba , una que
acaba de largar. Saludos a todos aquellos que se lo merezcan. |
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[Más entrevistas]Entrevista © por ThunerTcX,marzo 2002.