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La historia de amor
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Creo que es de los pocos detalles de la película que
yo hubiera matizado un poco más. Ojo, que no estoy
diciendo que sea un fallo, sino que yo soy una
romanticona empedernida... (¡qué le voy a hacer!).
La mejor baza del romance entre Neo y
Trinity es el curioso componente platónico.
A Trinity le han dicho que el hombre del que ella se
enamore será el Elegido, así que se ve que cuando
Morfeo empezó a hacer suposiciones sobre Neo, ella
estaba con la parabólica bien puesta para ver quien
era el susodicho muchacho.
Realmente ella está ya enamorada de una especie de idea, antes incluso de conocer a Neo. La gracia está en que cuando le conoce se le debieron de juntar dos sentimientos: uno de alegría en plan de "Aquí está el hombre de mi vida" y otro de desconfianza (claro, porque mira que si se enamora del que no es... que palo ¿no?). Por eso le gusta espiarle (tanto a través del ordenador como mientras Neo duerme): quiere ver bien como es el chaval sin demostrar lo que ella está empezando a sentir para estar segura de que se enamora porque le quiere y no porque está esperando enamorarse de antemano de alguien en quien crea Morfeo. Lo que pasa es que un par de veces a la pobre se le ve el plumero: en la discoteca (porque bien que se pega ;D), cuando le lleva la cena y dentro del coche cuando regresan a Matrix (en ese magnífico "silencio incómodo"). Claro que como el chaval es poco espabilado en esos temas no importa... Lo bueno se monta cuando al regresar de Matrix, Neo le asegura que debe volver a entrar para rescatar a Morfeo porque él no es quien Morfeo creía... pues el Oráculo le ha dicho que no es el Elegido. A la buena mujer se le pone una cara de situación increíble. No se resigna a creer que él no lo sea, porque ya le quiere, pero en el fondo le asalta la duda de "Y si la he pifiado"... así que casi se le cae el mundo al suelo. Por parte de Neo la historia es un poco más sencilla: la tía le va, es evidente, y desde el principio... pero claro, le han pasado tantas cosas raras que no tiene la cabeza demasiado clara para pensar en romances. Así que no se pispa ni de una de las señales que Trinity le va haciendo (y si se pispa, se hace el duro). Al final ya sí reacciona, cuando han terminado las batallitas y se siente más tranquilo y relajado. 
Para los morbosos: a ver, no hay escenillas como
en "Instinto básico" (no hay tiempo ni momento apropiado),
pero a cambio sí unos ligeros matices
necrófilos (¿vendrá todo del amor que le tienen los
autores a las historias de Hitchcock, y en especial
como recuerdo a Vertigo?). Bueno, pero que nadie
ponga mala cara, que la cosa no es fuerte, y que
además... el príncipe de "La bella durmiente"
también iba por esos derroteros (que por muy princesa
que ella fuera, llevaba muerta mazo de años...).
Las escenas que más me gustan de ellos juntos son cuando se hablan al oído en la discoteca (la escena sensual), cuando ella le mira mientras duerme (la escena "tienna") y cuando entran al edificio vestidos de negro de arriba a abajo y cargados armas hasta los dientes (la escena cañera). Bueno, y por supuesto la declaración de Trinity y el posterior beso, claro... Aunque echo de menos que no saltasen más chispas entre ellos antes (por ejemplo cuando cuando van en busca de Morfeo, porque la combinación de tiros y achuchamientos varios suele quedar muy bien) de todas maneras se han ganado a pulso un puesto en mi lista de parejas cañeras junto a Sailor y Lula ("Corazón salvaje"), Clarence y Alabama ("Amor a quemarropa") y Mickey y Mallory ("Asesinos natos"). 
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