Odin :: Berkana :: Thurisaz :: Gebo :: Mannaz
Estás en Mannaz >> Historias del Zanate >> Enanos grises


Historias del Zanate

 

Enanos grises

Estoy en un sitio desconocido. Los objetos tienen un aspecto familiar. Me desplazo caminando, luego me doy cuenta de que no escucho ningún sonido. Entonces pienso ¡Ajá, estoy soñando¡...Vamos a checarlo.

Doy un pequeño saltito y me siento caer livianito. Entonces digo ¡Bien, estoy en un sueño!. Vamos a dar una vueltecita despreocupadamente por aquí, a ver que encontramos.

Camino con calma, disfrutando el paisaje. No vuelo, porque recuerdo que luego no puedo parar en donde se me antoje y hoy no me da la gana ir a cualquier sitio. Me siento bien aquí, simplemente voy a pasear y a agotar mi atención de ensueño dando una vuelta.

De vez en cuando señalo cosas con el meñique (también pruebo gritando "¡Quiero ver energía!"), todo responde como proyecciones propias. 

No hay ni humanoides ni animales, solo vegetales y objetos aparentemente inanimados y comunes en cualquier paisaje al aire libre. (Tenía tiempo buscando "energía foránea", pero nunca la había podido encontrar).

Luego veo algo tirado en el suelo, a la distancia parece una pieza mecánica vieja. Me acerco y fijo mi mirada en él. Parece un objeto más o menos plano, grueso, de hierro forjado. Un objeto que no parece utilitario. Parece algo artístico, calado, más o menos adornado. Me acerco más, tengo curiosidad. Lo señalo con el meñique y... ¡Salta hacia arriba y se enciende! ¡Como una pequeña pelota chispeante!.

La observo lleno de sorpresa. Me recuerda las "luces de bengala" que quemaba cuando niño en navidad.
Parece nerviosa y viva... me da la impresión que saldrá disparada en cualquier momento. Entonces grito atropelladamente: "¡Llévame a tu mundo!".

Por un momento las cosas se obscurecen y parece que he sido lanzado por un tubo. Luego, como si despertara gradualmente de un sueño, "abro los ojos" y estoy en un sitio curioso, pero -me parece- común y corriente.

Me sereno, giro lentamente para apreciar todo lo que me rodea, pero no tengo mucho márgen de acción, no puedo volverme completamente a ver lo que tengo a la espalda y no puedo agacharme mucho tampoco.

Observo todo y parece muy real. Parece un pueblo polvoriento y de madrugada. No hay sol, la luz es suave. Me decepciono un poco conmigo mismo, es un lugar que parece bastante común y corriente.

Todo parece ser gris, con pequeñas "casitas" bajas, con bordes redondeados (¿sin ventanas? ¿en realidad son habitaciones?) desperdigadas entre lomas muy bajas.

Bajo la vista lo más que puedo y me doy cuenta de que estoy rodeado de ¡Enanos grises!.

Me da risa ¡Enanos grises! Me digo a mí mismo: "Ay polito, por favor... ¿Es esto lo mejor que puedes hacer con tu sistema de interpretación? ¿Ver enanos grises y un pinche pueblo polvoriento?".

Cuando voy a señalalos con el meñique algo me interrumpe.
"Estás en mi mundo", suena una voz en ¿mi cabeza?. La voz es fascinante, pero ¡Se parece mucho a mi voz!. "Tú me pediste venir y yo te traje".

"¡Cállate!", le digo, "me distraes de lo que veo".
Me estoy inquietando. ¡Que pinche ego tan desproporcinado!, pienso. 
El emisario tiene la misma pinche voz mía. ¡En la madre!... Soy un desastre de vanidad.

¿Y qué tal si solo me estoy engañando? Eso debe ser, esto quizá no es verdad, quizá es una proyección mía. Decido señalar las cosas con el meñique. Entonces siento algo.

Al bajar la mirada, siguiendo la sensación, me doy cuenta de que estoy rodeado de una "muchedumbre de enanos grises", se acercan mucho, me estan tocando. Son en verdad algo asombroso. No veo ojos, naríz, ni boca, ni orejas, ni manos, pero cuando los veo de reojo, parecen personitas grises. Su piel es increíble, parece gamuza muy suave color gris claro.

Uno de ellos está tocandome. Su tacto es ¡Algo completamente fuera de este mundo!; su tacto es como "esponja suave formada por aire", en realidad es algo indescriptible.

Mientras, la voz en mi oído dice una y otra vez, "ven con nosotros".
Al parecer, quieren que vaya en cierta dirección, hacia unas pequeñas construcciones que se observan en la lejanía.

"Algo anda mal aquí", pienso. Quiero señalarlos con el meñique, no puedo, parece que tengo pegados los brazos al cuerpo, quiero caminar y tampoco puedo, quiero hablar y no pueso, quiero girar y tampoco puedo.

Empiezan a jalarme, entonces algo se suelta en mí y digo. "¡Me niego a dar un solo paso!" Entonces me sueltan.

Me desespero, recuerdo lo que le pasó a Castaneda y grito fuerte: "¡Quiero despertar en mi casa!".

Me apresto a observar detenidamente la transición entre sueño y vigilia.
Nada impresionante, solo abro los ojos en mi hamaca.

Permanezco un buen rato despierto, con los ojos abiertos, viendo deslizarse (¿o no?) sombras por las paredes en los bordes de mi área visual. No tengo miedo.

Recuerdo el sueño con una mezcla de sentimientos: divertido, emocionado, inquieto, decepcionado, molesto, excitado.
¡Es cierto! Pienso ¡Es cierto! Ese cabrón de Castaneda estaba diciendo la verdad, estas cosas existen, pero ¿Porqué no pude comprobarlo con el meñique? ¿Serían ellos los culpables? ¡Qué pendejo soy!, viajo a otro mundo y lo único que puedo hacer es ver una bola de pinches enanos de gamuza gris.

Luego recuerdo su tacto ¡Tan extravagante!.

[¡Amigos!, estoy recordando ahora un evento de la vigilia. Creo que un cabroncito de estos me tocó -en una ocasión que estaba leyendo tirado en el piso, sin camisa- el costado derecho, abajito de las costillas; ese mismo sitio en que ahora siento una sensación peculiar de vez en cuando. Por cierto, en otra lista me dijeron que 
esa sensación podría ser HERPES ¡ja, se han de ver carcajeado los monitos esos!. (Esta historia la desconocen ustedes, luego se las platico, acabo de solucionar un enigma personal) Fin del paréntesis].

Luego recordé, mientras me dormía de nuevo (después de unas tres horas mas o menos), la chispa esa que son los exploradores. 
Parecen "luz revuelta con un poco de agua, friendose en aceite" (¡ja!, como faltan términos adecuados). Me duermo con una sonrisa, con cierta aprhensión, lleno de energía y... ¡feliz!.

Fue la primera vez que logré aislar un explorador e ir a su mundo. 

 


Copyright © 1998-2003 Criss