Autor/a: Louise Cooper (GBR)

Título original:

Otras obras: El Iniciado, El Proscrito, El Orden y el Caos (forman la trilogía El Señor del Tiempo), Espejismo.

Breve introducción: En la IMPOSTORA; comienza con una reunión pues el más alto cargo del Círculo, el grupo de adeptos tanto de Yandros como de Aeoris , quiere dejar sucesor antes de morir. Chiro es el elegido justo cuando el anciano Keridil muere. No sin antes nacer un bebe de nombre Ygorla que será tomada en adopción por Ria, la Matriarca. Cuando Ygorla es una adolescente sufre una revelación, un demonio de nombre Narid-na-Gost se le aparece con la afirmación de que es su padre. En un principio Ygorla no parece creerle pero con una demostración al quemar una piedra con llamas procedentes del interior de la muchacha, Ygorla se convence de ello. Asustada por el fuego sobrenatural la Matriarca se presenta en la habitación de Ygorla, quien con el rencor de años acumulado dentro de ella, hace que la Matriarca arda hasta convertirse en cenizas. Narid-na-Gost se lleva a si hija hasta una isla perdida, una isla antes mágica. Allí crecerá, aprenderá a dominarse, para un fin que su padre todavía no quiere revelar.

Mientras Chiro y los adeptos al Círculo no consiguen ver nada en sus intentos por descubrir la causa del fuego, ni sobre la muerte de la Matriarca, ni la desaparición de Ygorla a quien consideran muerta en el mismo fuego que acabó con la Matriarca.

A Chiro le sucede su propio hijo Tirand, que junto a su hermana Karuth, gobiernan el mundo de la artes mágicas, de las percepciones. Karuth poseedora de una percepción fuera de lo común, sanadora, maestra de música, se le van revelando una serie de hechos que le hacen pensar que seres de otras dimensiones, tal vez del Caos, son los causantes de todos los hechos anteriores así como una serie de acontecimientos que van ocurriendo posteriormente, incluida la desaparición de Ygorla, pues Karuth sospecha que no murió en el fuego abrasador.

Karuth llega a enfrentarse a su propio hermano, quien le ordena como jefe supremo de los adeptos al Círculo que deje de investigar un nuevo suceso. Karuth había bajado hasta la Sala donde los adeptos al Círculo realizan sus rituales, donde las estatuas de los señores del Caos y del Orden moran. Cuando Karuth entró en aquella sala vio como las caras de las estatuas de los señores del Caos estaban gritando, mientras que la cabeza de uno de ellos había desaparecido. Cuando Tirand encontró a su hermana y ésta le explicó lo que había visto, Tirand lo justificó debido al cansancio de su hermana, puesto que cuando acompañó a su hermana otra vez a la sala ésta tenía su habitual forma, con las estatuas en sus posiciones.

Todo esto que Tirand no le daba importancia, pues al igual que su padre el ritual que se hizo posteriormente fue negativo en su respuesta, para los señores del Caos fue importante y revelador. Narid-na-Gost había robado una gema, y amenazaba a los dioses del Caos que romperla sino le daban lo que él deseaba. Cada gema de esas contenía el alma de un señor del Caos. Narid-na-Gost quería el poder del Caos para él, y el poder del mundo para su hija Ygorla quien ya con la edad adulta, 21 años, quería gobernar el mundo como poseedora del trono de los tronos, el Margraviato de los Margraviatos.

Los señores del Caos no podían actuar en el mundo, pues un pacto con los señores del Orden lo impedía sino fuesen llamados por los humanos. Ahora en el reino de los humanos imperaba el Equilibrio, algo que odiaba Narid-na-Gost, pues creía que los señores del Caos habían traicionado al propio Caos, y ahora él y su hija se proponían que el Caos fuese otra vez el dominante en le mundo de los humanos.

Libros que comprende: La Impostora, La Usurpadora y La Vengadora.