El viento me golpeó, descolocándome de la realidad, pero cómo podía ser que un guerrero como yo pudiera tener pensamientos tan elevados al pánico. Cogí mi espada que blandía la hierba mojada, asqueada de sangre, vísceras y otros restos y descifrables. La empuñé con fuerza, sosteniéndola con firmeza y la levanté en alto. Los recuerdos de mi viejo mentor de mis tres inseparables compañeros y de mi propio discípulo me vinieron como un flasback, abordando la mente de un loco que no te había ganado. Me toqué el estómago, ¡era sangre!, mi propia sangre me abandonaba también. Una vocecilla dentro de mi testa, calma todo los intentos de preocupación que podía tener. Las manos dejaron de sostener el arma, mis rodillas se doblaron y un vómito de sangre salió por mi boca. ¡El final!, no quería creerlo, pero así era, pronto me reuniría con la niña mimada por las bestias, con el siempre enfadado enano, con el bueno del elfo, mi amada valkiria, el ciego, ladro..... Ahora que me queda poco, sé que nosotros éramos los salvadores, pero y los que con los que luchábamos ¿también ellos lo creía?, no lo sé y creo que nunca lo sangré........................... HEOLOSS |