DAVID DUCHOVNY
FOX MULDER



Fox Mulder no ha vuelto a ser el mismo desde que, en la infancia, su hermana fue secuestrada por los extraterrestres durante una noche mientras jugaban a un juego de mesa.
Si entró en el FBI no fue por amor a la institución creada por el infecto J. Edgar Hoover, sino para acercarse un poco más a la verdad. Estaba al corriente de los Hombres de Negro y sabía que sólo siendo uno de ellos podía aspirar a averiguar qué había sido de su querida hermana Samantha.
Aunque sus investigaciones se ven frecuentemente torpedeadas por sus superiores, Mulder ha rozado la verdad en algunas ocasiones (especialmente en el episodio doble "Colony"). Bajo su apariencia de hombre frío y sin vicios (nunca se le ha visto beber ni fumar), late un corazón de oro.

David Duchovny (pronúnciese Ducovny) nació en Nueva York el 7 de agosto de 1960. Su apellido significa "espiritual" en ruso, y rusos son sus antepasados. Su padre, Ron, es un autor teatral que trabajó como publicista para el American Jewish Committee y su madre, Margaret, fue profesora en una escuela de Manhattan. David es el segundo de sus hermanos. Su hermana Laurie vive en su Nueva York natal mientras que su hermano Daniel ha emigrado a Los Angeles.
David estudió en la prestigiosa universidad de Yale, donde esperaba doctorarse en Literatura Inglesa, cosa que dejó para mejor ocasión cuando empezó a interesarse en asuntos de la escena. Su amor por la escritura, sin embargo, no ha pasado a mejor vida y es del dominio público que aún se dedica a escribir poemas.

Antes de convertirse en Fox Mulder no puede decirse que su carrera fuera especialmente brillante. En cine había consistido, básicamente, en papeles secundarios y/o episódicos en películas como "Armas de mujer", "Chaplin" o "Beethoven". Cuando el papel era más importante (co-protagonista de "Kalifornia" junto a Brad Pitt y Juliette Lewis), lo que no era importante era la película: el psycho-thriller de Dominic Serna era la enésima vuelta de tuerca a un tema muy manido, y tanto el público como la crítica reaccionaron con desinterés ante su estreno. Otras veces, la película era interesante pero el espectador pasaba olímpicamente de ella. Es lo que sucedió con el primer largometraje del siempre inquietante Michael Tolkin, "The rapture", donde Duchovny compartía protagonismo con Mimi Rogers (en nuestro país, The rapture" fue a parar directamente al videoclub bajo el horrendo título de "El despertar de Sharon"). Destacar que la mencionada Mimi Rogers aparece en los últimos episodios de la quinta temporada, y también en la sexta temporada.

En la pequeña pantalla, nuestro hombre tuvo un poco más de suerte. Participó en "The red shoe diaries", una serie erótica para la televisión por cable cuyo responsable era Zalman King, realizador de blandos y esteticistas pseudopornos a quien el espectador español puede conocer por "Orquídea salvaje". No es que "The red shoe diaries" tuviera más calidad que "Orquídea salvaje", pero por lo menos se le ahorraba al público la desagradable visión de la escultural Carré Otis en manos de un Mickey Rourke cuyo bronceado parecía conseguido a base de brochazos.

De todos modos, fue en "Twin Peaks" (gran serie), la rareza de David Lynch y Mark Frost, donde nuestro amigo se hizo notar de verdad. No en vano interpretaba el papel de el/la agente Dennis/Denise Byrson, un travestido que, al parecer, había encontrado en el FBI jefes tolerantes que le permitían trabajar vestido de lagarterana (lo que no es de extrañar si todos eran como aquel sordo chillón al que daba vida el propio David Lynch). Incluso el protagonista de la función, el agente Dale Cooper, toleraba que Deniss/Denise le mirara con ojos soñadores y le llamara, cariñosamente, "Coopy".

Hacer papeles de homosexual o de travestido no es algo que garantice el éxito a un actor norteamericano. Es más, casi todos los agentes (no del FBI, si no artísticos) lo desaconsejan a sus representados (o, por lo menos, lo hacían antes de que Tom Hanks se llevara un Oscar por "Philadelphia"). Pero como ha reconocido el señor Duchovny, en esa época (1990) no tenía nada que perder, atendiendo al estado más o menos balbuceante de su carrera.
De todas maneras, las ilusiones de Duchovny estaban puestas en el cine y no en la televisión. Creyó, probablemente, que con "Kalifornia" iba a llegar a alguna parte, así que dió instrucciones a su agente de que no le pasara guiones cuyo destino era la pequeña pantalla. Afortunadamente para él, su representante hizo una excepción con el episodio piloto de "Expediente X". Duchovny lo leyó, le gustó y se presentó a las pruebas. Cuando salió elegido, pensó que ganaría un poco de dinero y que la serie, seguramente, se iría a la porra en unos meses, con lo que podría volver a sus proyectos cinematográficos.
Pero la serie, como ya sabemos, fue un éxito.

Ante semejante tesitura, Duchovny tenía dos opciones: considerar "Expediente X" como una manera más o menos lamentable de ganarse la vida y seguir soñando con el cine; o, por el contrario, involucrarse en el asunto y sacar de él toda la diversión posible. Al principio, la primera posibilidad llevaba las de ganar: como a William Shatner (Star Trek), Duchovny se veía atrapado de por vida en un papel que le impediría tener una carrera dúctil y gratificante como aquella a la que aspiraba desde que dejó la universidad y se convirtió en poeta a tiempo parcial. Pero poco a poco fue metiéndose en el espíritu de la serie, entabló una excelente amistad con Chris Carter y, como es de suponer, se hizo a la idea de que ya que "Expediente X" le había sacado de la miseria más le valía ser agradecido y contribuir a la buena marcha de las cosas.
Así fue como llegó a participar en los guiones de algunos episodios, contribuyendo enormemente a perfeccionar el carácter de su personaje. No creo que sea por casualidad que en "Colony", cuyo argumento es de Duchovny, Mulder se revele como un tipo sensible capaz de hacer cualquier cosa por amor a su hermana desaparecida.

Como se dice en las películas cuando alguien es detenido, "será mejor que coopere". Eso pudo decirle Carter a Duchovny cuando le abdujo para una larga temporada en el mundo de los expedientes x. Y David cooperó. En este caso, el síndrome de Estocolmo ha funcionado a la perfección, y el señor Duchovny se muestra encantado con el secuestro y colabora para que la convivencia sea agradable. Aunque a veces amenace con dejar la serie por el tema monetario, ya que pide mucho. Él gana muchísimo más que su compañera en la serie, Gillian Anderson.

Un último dato: por el momento, el peligro de ser devorado por su personaje en "Expediente X" parece haber sido conjurado: Duchovny se embolsó en 1998 dos millones de dólares por interpretar el papel principal de "Playing God", en el que dio vida a un médico que se ve obligado a curar a los mafiosos heridos en el cumplimiento de su muy particular deber. Y actualmente rueda y estrena varias películas.
 
 

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