El objetivo de este capitulo es mostrar los orígenes, hace ya tiempo olvidados o ignorados, de palabras, costumbres y ritos actuales que guardan una mayor o menor relación con la astrología o con sus diversos elementos que la componen. |
L a N a v i d a d |
La Navidad es la celebración anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén
según los evangelios de san Mateo y san Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la
fiesta más importante del año eclesiástico cristiano.
Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús
naciera el 25 de Diciembre. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente
reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de san Juan Crisóstomo
y san Gregorio de Nacianceno se proclamó ese día como fecha de
la Natividad de Jesús. De esta manera seguía la política de la iglesia
primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes,
que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de Invierno
y la llegada de la Primavera:
Para los persas, Mitra era un dios nacido de una piedra,
de ahí que salgan chispas del pedernal, como rayos de sol,
si le golpea. Los romanos lo adoptaron como divinidad solar, rindiéndole
culto con sacrificios humanos. Los que querían iniciarse en
su culto pasaban terribles pruebas como flagelaciones y torturas con
fuego. Las Mitráicas, fiestas en su honor, se celebraban el
25 de Diciembre.
La fiesta pagana más estrechamente asociada con la
Navidad era el Saturnal romano (también llamadas Saturnalias
o Saturnales), del 17 al 23 de Diciembre. En honor a Saturno, dios
de la agricultura, a la luz de velas y antorchas, se celebraba el
fin del periodo mas oscuro del año y el nacimiento del nuevo
periodo de luz, o nacimiento del Sol Invictus, coincidiendo
con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de Invierno).
Eran siete días de bulliciosas diversiones, banquetes
e intercambio de regalos. Las fiestas comenzaban con un sacrificio
en el Templo de Saturno, al pie de la colina del Capitolio, la zona
más sagrada de Roma, seguido de un banquete público al que estaba
invitado todo el mundo. Los romanos asociaban a Saturno con el dios
prehelénico Cronos, que estuvo en activo durante la edad de oro de
la tierra. Durante las saturnales, los esclavos eran frecuentemente
liberados de sus obligaciones y sus papeles cambiados con los de sus
dueños.
Posteriormente, el nacimiento del Sol y su nuevo periodo
de luz fueron sustituidas por el nacimiento del verdadero señor
para la Iglesia: Jesús de Nazaret. Y gradualmente las costumbres
paganas pasaron al Día de Año Nuevo, siendo asimiladas finalmente
por la fiesta cristiana de Navidad.
Al mismo tiempo, se celebraba en el norte de Europa
una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban
grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses
para conseguir que el sol brillara con más fuerza.
El origen de la costumbre hispanoamericana de Las
Posadas parece hallarse en el convento de San Agustín de Acolman,
en donde los monjes agustinos aprovechaban la coincidencia de las
fechas cristianas y las de los ritos de los aztecas, quienes festejaban
el nacimiento de su máxima deidad, el dios Huitzilopochtli.
Una vez incorporados estas costumbres, la Iglesia añadió posteriormente en la edad media el
Nacimiento y los villancicos. En esta época, los banquetes eran el punto culminante de las
celebraciones. Todo esto tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos
prohibieron la Navidad. Aunque volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales
desaparecieron hasta la época victoriana.
La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX:
El belén o nacimiento proviene de Italia. La
iglesia de Sancta María ad Praespe en Roma, que posteriormente
se convertiría en la Basílica de Santa María
Maggiore, guardaba reliquias procedentes del original portal de Belén.
Se considera que el primer nacimiento fue instalado en la cripta de
esta iglesia en el año 1282. Estaba formado por figuras de piedra
de tamaño natural esculpidas por Amolfo Di Cambio.
El árbol de navidad es originario de zonas germanas,
se cree que del siglo VII. Cuenta la tradición que un día
de Navidad, San Bonifacio, también llamado el Apóstol
de los alemanes, decidió predicar un sermón a un
grupo de druidas germanos con el propósito de hacerles ver
que el roble no era un árbol sagrado e inviolable. Para convencerlos
talo uno, y al caer aplasto todas las plantas excepto un pequeño abeto.
San Bonifacio interpreto el hecho como un milagro.
Hay constancia de que en el siglo XVI los alemanes
instalaban abetos decorados en sus casas. En este mismo siglo Lutero
introdujo la costumbre de poner velitas, hoy sustituidas por bombillas.
Pronto se extendería la moda a otros países europeos
alcanzando la máxima difusión en el siglo XIX.
Los villancicos son originarios de España. En sus inicios fue un género polifónico de carácter
profano que surgió a finales del siglo XVI en las zonas rurales, consta de un estribillo con un
esquema ABCCAB. Entre los ejemplos más destacados son los Villancicos y canciones (Osuna, 1551)
y las Recopilaciones de sonetos y villancicos (Sevilla, 1940) del extremeño Juan Vázquez y el
monumental Cancionero de Palacio (c. 1500) del compositor español Juan del Encina. En el siglo
XVII sobresalen los Madrigales y villancicos (1614) del músico español Pedro Rimonte.
Entre los autores villancicos de tema religioso se
encuentran nombres ilustres como Lope de Vega y Santa Teresa de Ávila.
La costumbre de cantar villancicos en Navidad procede fundamentalmente
del siglo XIX, tiempo en el que fueron recuperados y se compusieron
muchos nuevos.
Hoy día casi todos los países de tradición
cristiana cantan composiciones navideñas, pero les dan distintos nombres:
noels en Francia, christmas carols para los anglosajones,
canzonetta di Natale en Italia y weihnachten lieder
en Alemania.
Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera
de ellas se imprimió en Londres en 1846.
La familiar imagen de Santa Claus o Papa Noel, con
el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense
de estos años. Fue introducida en este país desde Holanda en
el siglo XVII, si bien tiene su origen en Alemania, a mediados del
XIX. La leyenda es antigua y compleja, procede en parte de San Nicolás,
una jovial figura medieval, el espíritu de la Navidad y varios repartidores
de regalos de navidad del folklore europeo.
San Nicolás fue un obispo de Asia Menor del siglo IV, famoso por salvar marinos atrapados
en la tormenta, defender a los niños y, sobre todo, por dar generosos regalos a los pobres.
A pesar de que muchas historias sobre él carecen de fundamento (como la de su entrega de un
saco de oro arrojándolo por una chimenea), la fábula se extendió por toda Europa. El san
Nicolás cristiano sustituyó o incorporó varios personajes paganos donantes de regalos, como
la bondadosa bruja Befana y los ancianos y generosos alemanes Berchta y Knecht Ruprecht. En
Alemania se le llamó Sankt Nikolaus, y Sanct Herr Nicholaas o Sinterklaas en Holanda (figura
que dio lugar al Santa Claus estadounidense). En estos países se decía que cabalgaba por el
cielo en un caballo repartiendo regalos, vestía como un obispo y a veces iba acompañado por
Black Peter, un elfo cuyo trabajo consistía en azotar a los niños malos.
Las plantas son cada vez mas frecuentes como elementos
decorativos navideños: La ponsetia, mas conocida como Flor
de Pascua, es originaria de América Central. El acebo
se utilizaba en las Saturnalias. Los primeros cristianos decidieron
decorar sus casas con este símbolo pagano cuando celebraban
en nacimiento de Jesús para evitar las persecuciones romanas.
El muérdago, que originariamente era la planta sagrada
de los druidas celtas, paso a ser para los cristianos símbolo
del poder del amor sobre la muerte. En la Inglaterra del siglo XVIII,
se invento la costumbre de que ninguna jovencita situada bajo una
rama de muérdago podía negarse a ser besada, y las que
no eran besadas perderían toda esperanza de casarse en el siguiente
año.
Actualmente, la Navidad es una fiesta más profana que religiosa. Es tiempo de gran actividad
comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares. En Occidente se celebra
la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En los países de Hispanoamérica, se celebra especialmente
la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran
una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales. También se
acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes y fuegos
artificiales. En México, la Nochebuena constituye la culminación de una
celebración que dura nueve días a la que se llama Las Posadas.
Éstas empiezan el 16 de diciembre y conmemoran el viaje de María y José
en su búsqueda de alojamiento antes del nacimiento de Jesús.
El número nueve también alude a los nueve meses de embarazo de María. Parte esencial de la
fiesta es pedir posada mediante unos cantos en los que unos asistentes solicitan el favor de
ser recibidos y otros responden, primero negándose, y al final concediéndolo, con lo que todos
estallan en júbilo por el feliz final de la travesía de los peregrinos. Otro elemento
fundamental es la piñata que, junto con el canto de la letanía, los juegos tradicionales,
los dulces y las bebidas propias de la época aglutinan las enseñanzas introducidas por los
evangelizadores en la Nueva España en la segunda mitad del siglo XVI.
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El Día de Año Nuevo y los calendarios |
El día de Año Nuevo esta íntimamente ligado a los calendarios que se han sucedido en el tiempo. Las variaciones entre los muchos calendarios en uso desde los tiempos antiguos a los modernos han sido debidas a la inexactitud de los primeros cálculos de la duración del año, junto con el hecho de que un año no puede ser dividido exactamente por ninguna de las demás unidades de tiempo: días, semanas o meses. Los calendarios más antiguos basados en meses lunares dejaban de coincidir con las estaciones. Ocasionalmente había que intercalar o añadir un mes para conciliar los meses lunares con el año solar. Un calendario que periódicamente realiza ajustes de este tipo se denomina lunisolar.
Antiguamente el primer día del año era el primero de la primavera (entrada del Sol en el signo de Aries). aun hoy día se siguen citando las estaciones por el orden inicial: Primavera, Verano, Otoño, Invierno. En la edad media, gran parte de los países europeos utilizaban el calendario juliano y observaban el Día de Año Nuevo el 25 de marzo, llamado Día de la Anunciación, y celebrado como el momento en que le fue revelado a María que daría a luz al Hijo de Dios. Dicha fiesta de la Anunciación sustituirá a la costumbre pagana de la entrada de la Primavera y primer día del año. Con la introducción del calendario gregoriano en 1582, los países católicos comenzaron a celebrar el Día de Año Nuevo el 1 de enero. Tradicionalmente, se trataba de una fiesta religiosa, aunque en la actualidad la llegada del año nuevo es motivo de alegre celebración, lejos de ceremonias religiosas. |
Los Magos de Oriente |
La palabra "Magos" originariamente significaba la pertenencia a una casta de sacerdotes de la antigua
Persia. Se dice que fueron los seguidores de Zoroastro, maestro y profeta persa. Mientras profesaban
las doctrinas del zoroastrismo, practicaban un ritual que incluía el verter libaciones de leche, aceite
y miel sobre una llama, mientras entonaban rezos e himnos. La religión de los magos fue lentamente
incluyendo elementos babilónicos, tales como la astrología, la demonología y la magia (la cual deriva
de la palabra magi). Más o menos hacia el siglo I d.C., los magos eran reconocidos como hombres sabios
y adivinos.
Por eso, los magos mencionados en la Biblia, que vinieron de Oriente a adorar al niño Jesús
(Mat. 2,1-12), eran considerados sabios. Según el evangelio de san Mateo se trataban
de nobles peregrinos poseedores de conocimientos astronómicos y astrológicos que siguieron una
estrella hasta Belén, en Judea, para rendir homenaje al recién nacido Jesús. Le ofrecieron oro,
presente conferido a los reyes; incienso, empleado en el culto en los altares de Dios, y mirra,
un compuesto embalsamador para los muertos.
Cuando llegaron a Jerusalén, reclamaron la ayuda de Herodes, que ostentaba el título de
'rey de los judíos', para encontrar al niño que
según la profecía iba a ser el Mesías. Herodes contestó que no sabía dónde podrían hallarlo,
y les pidió que volvieran a su palacio una vez hubieran encontrado al futuro gobernador de
Israel, sin embargo, después de un sueño premonitorio, decidieron no volver a verlo.
En tradiciones posteriores los magos se convirtieron en
reyes. Sus nombres -Melchor, Gaspar y Baltasar- aparecen por primera vez
en el mosaico de una iglesia del siglo VI en Rávena, Italia. La visita
de los magos se celebra el 6 de enero en las Iglesias católica, ortodoxa
y anglicana, conmemorando en realidad la primera revelación de Jesús a
los gentiles (así llamaban los judíos a los que no eran
de su misma raza), siendo desconocida la verdadera fecha.
La Catedral de Colonia contiene un cofre que guarda los supuestos
huesos de los Magos de Oriente. El relicario, diseñado por Nicolás de
Verdún, fue construido entre los años 1180 y 1230. La Catedral está situada
al lado de una capilla en piedra construida en el siglo VI, siendo objeto
de numerosas peregrinaciones. De estilo gótico, se empezó a construir
en 1248 y se terminó en 1880. El coro del templo, que muestra la influencia
de las catedrales góticas del norte de Francia, fue terminado en 1322.
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Pascua de Resurrección |
La festividad cristiana de la Pascua de Resurrección está relacionada con muchas tradiciones
precristianas. Eran frecuentes, en el mundo pagano, las celebraciones durante el día del
Equinoccio de Primavera (entrada del Sol en el signo de Aries) algunas de cuyas tradiciones
se mantiene hoy, como los huevos de pascua, originalmente pintados con brillantes colores
para representar el sol de la primavera.
El origen de estas celebraciones, así como sus historias y leyendas, parten de fiestas
semejantes en las religiones antiguas. En Grecia conmemoraban la vuelta de
Perséfone, hija de Démeter, diosa de la tierra, desde las profundidades del Infierno a la
superficie terrestre; simbolizaba la resurrección de la vida en primavera tras la desolación
del invierno. Muchos pueblos antiguos comparten leyendas parecidas. Los frigios creían que
su omnipotente deidad se iba a dormir durante el periodo del solsticio de invierno y ejecutaban
ceremonias con música y baile en el equinoccio de primavera para despertarla.
Según el Nuevo Testamento, Jesús fue crucificado en la víspera de Pascua y poco después
resucitó. Por consiguiente, la fiesta de Pascua conmemoraba la resurrección de Jesucristo.
Con el tiempo, surgió entre los cristianos una seria diferencia sobre la fecha de la fiesta de
Pascua de Resurrección.
Los de origen judío celebraban la resurrección a continuación de la Pascua, que según su
calendario lunar babilónico caía en la noche de la luna llena (el decimocuarto día del mes de
Nisan, primer mes del año); para su ajuste, la Pascua de Resurrección cae en diferentes días
de la semana de un año a otro.
Sin embargo, los cristianos de origen gentil (que
no eran judíos) querían conmemorar la resurrección el primer
día de la semana, el domingo; según su método, la Pascua tendría lugar
el mismo día de la semana, aunque de un año a otro caiga en diferentes
fechas.
Un resultado histórico importante de la diferencia en el ajuste de su fecha fue que las iglesias
cristianas de Oriente, que estaban más próximas al lugar de nacimiento de la nueva religión y
tenían unas tradiciones más consolidadas, observaban la Pascua de Resurrección según la fecha
de la fiesta de la Pascua judía. Las iglesias de Occidente, descendientes de la civilización
greco-romana, celebraban la Pascua de Resurrección en domingo.
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Noche de San Juan |
También llamada Víspera de san Juan, se celebra la noche del 23 de junio, anterior al día de la
natividad de san Juan Bautista.
Esta fiesta cristiana sustituyo a la pagana del Solsticio de
Verano (entrada del Sol en el signo de Cáncer), continuación de
los ritos de la fertilidad teutones asociados con la agricultura. Campesinos
de toda Europa celebraban esta noche encendiendo hogueras en calles y
plazas. Ya en tiempos cristianos, aunque las hogueras eran casi siempre
bendecidas por sacerdotes, la celebración era habitualmente dirigida por
laicos.
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