Profecías del cataclismo final, la fecha y la
hora nadie la sabe
Samael Aun Weor
Incuestionablemente, la Piedra del
Sol, el famoso calendario azteca, es una síntesis perfecta de ciencia,
filosofía, arte y religión.
Tonatiuh, el verbo de San Juan,
el logos o demiurgo creador del universo, con su lengua triangular de fuego,
es el niño de oro de la alquimia sexual, el sol espiritual de la
medianoche, el águila que asciende, el resplandeciente dragón
de sabiduría, y se representa por el brillante astro que nos da
vida, luz y calor. Decorado a la manera nahua aparece glorioso en el centro
de la gran piedra solar.
A los lados del "gran rostro" aparecen
sus manos armadas de garras de águila estrujando humanos corazones.
En cuestiones de esoterismo trascendental, bien saben los "M M" el hondo
significado del saludo con la garra. Alrededor de la figura del Verbo
mexicano se puede ver cincelada en grandes dimensiones a la fecha "4 temblor",
día en el que ha de concluir nuestro actual quinto sol por el fuego
y los terremotos.
En los rectángulos maravillosos
del signo "temblor" están esculpidas las fechas en las que perecieron
los soles anteriores.
Los "hijos del primer sol" (los
andróginos divinos de la primera raza), que otrora vivieran felices
en la Isla de Cristal, perecieron devorados por los tigres. (Recuérdese
lo que sobre el citado felino hemos dicho en este Tratado.) Los "hijos
del segundo sol" (la segunda raza de la tierra de Apolo), los hiperbóreos,
fueron arrasados por fuertes huracanes. Los "hijos del tercer sol" (los
hermafroditas lémures), las multitudes de la raza tercera que antes
vivieran en el continente lemúrico situado en el Océano Pacífico,
perecieron por sol de lluvia de fuego y grandes terremotos. Los "hijos
del cuarto sol", la cuarta raza, los atlantes, cuya tierra estaba situada
en el Océano Atlántico, fueron tragados por las aguas.
Quienes hayan estudiado a fondo
el sermón profético del gran kabir Jesús y la Segunda
Epístola de Pedro a los Romanos, indubitablemente habrán
de inclinarse reverentes ante el tono severo de la Piedra solar.
Miguel de Nostradamus, vidente extraordinario,
insigne astrólogo, quien vivió entre los años 1503
y 1566 en Francia, dice:
"En el año 1999, en el
séptimo mes, vendrá del cielo un gran rey de terror".
(Véanse los dos primeros
versos de las Centurias 10-72.)
Según los cálculos
astronómicos solo [habría] en este siglo XX dos eclipses
totales de sol: Uno el 4 de febrero de 1962 y otro en agosto de 1999.
La horripilante perturbación
en la órbita y en el movimiento del planeta Tierra, explicada científicamente
por el propio vidente Nostradamus, se deberá a la aproximación
de otro astro que durante 7 días aparecerá como otro sol.
El Apocalipsis de San Juan cita
a tal astro bautizándolo con el nombre de Ajenjo (amargura), planeta
gígantesco al que hacemos referencia con el nombre de Hercólubus.
Muchos le llaman "planeta frío", otros le denominan "planeta rojo".
Incuestionablemente, es mucho mas grande que Júpiter, el gigante
colosal de nuestro sistema solar.
"A un eclipse de sol -dice Nostradamus-
sucederá el más obscuro y tenebroso verano que jamas existió
desde la creación hasta la pasión y muerte de Jesucristo,
y desde ahí hasta ese día, y esto será en el mes de
octubre, cuando se producirá una gran traslación de tal modo
que creerán que la Tierra ha quedado fuera de su órbita y
abismada en las tinieblas eternas."
Jesús, el gran Kabir, dijo:
"E inmediatamente después
de la tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá
y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del
cielo, y las potencias del cielo serán conmovidas."
"Entonces aparecerá
la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán
todas las tribus de la Tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo
sobre las nubes del cielo, con poder y gloria."
"Y enviará a sus
ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos,
de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro."
"De la higuera aprended
la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan la hojas,
sabéis que el verano está cerca."
"Así también
vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está
cerca, a las puertas."
"De cierto os digo, que
no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca."
"El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán."
"Pero el día y
la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos sino
solo mi Padre."
"Mas como en los días
de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre."
"Porque como en los días
antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando
en casamiento, hasta el día en que Noé entro en el arca."
"Y no entendieron hasta
que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será
también la venida del Hijo del Hombre."
"Entonces estarán
dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado."
"Dos mujeres estarán
moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será
dejada."
"Velad, pues, porque no
sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor..."
"Pero sabed esto, que
si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habrá
de venir, velarla y no dejaría minar su casa."
"Por tanto, también
vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la
hora que no pensáis. "
"¿Quién
es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su Señor sobre
su casa para que les dé el alimento a tiempo?
"Bienaventurado aquel
siervo al cual, cuando su Señor venga, le halle haciendo así."
"De cierto os digo que
sobre todos sus bienes le pondrá. "
"Pero si aquel siervo
malo dijere en su corazón: Mi Señor tarda en venir, y comenzaré
a golpear a sus consiervos, y aún a comer y a beber con los borrachos,
vendrá el Señor de aquel siervo en día que éste
no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y
pondrá su parte con los hipócritas; allí será
el lloro y el crujir de dientes."
Isaías Xlll, 6-13, dice:
"Por lo cual haré
estremecer los cielos; y la Tierra se moverá de su lugar por causa
del furor del Señor de los ejércitos y por causa del día
de su ardiente ira. Porque las estrellas del cielo y sus astros no lucirán
con su luz".
Isaias XXIV, 19-21:
"La Tierra se tambaleará
como un hombre ebrio; será descoyuntada; caerá y nunca más
se levantará".
San Pablo, Ep. 2, II, 3-4:
"Antes de la segunda venida de
Jesús vendrá la apostasía, el hombre de pecado, el
hijo de perdición, el cual se levantará sobre todo lo que
se llama Dios, o se adora; se a sentará como Dios, en el templo
de Dios, queriendo parecerse a Dios".
San Pedro, Ep. 2, III, 4-10:
"El día del Señor
vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán
con gran estruendo, y los elementos ardiendo se desharán, y la Tierra
y todas las obras que hay en ella se quemarán."
Joel, III, 15-16:
"El sol y la luna se obscurecerán
y las estrellas perderán su esplendor; y los cielos y la tierra
se estremecerán".
San Juan, Apocalipsis, Vl,
12-17:
"Hubo un gran temblor de tierra;
y el sol se obscureció y la luna tornose como sangre; y las estrellas
del cielo cayeron sobre la Tierra como cuando la higuera echa de si sus
higos verdes, sacudida por un viento fuerte; y el cielo retirose, los muertos
y las islas movieronse de sus lugares; y los reyes de la Tierra, y los
ricos, se escondieron en las cavernas y rocas de los montes y decían:
'Caed sobre nosotros y ocultadnos de la ira del Cordero; porque es llegado
el gran día de su ira".
San Juan, Apocalipsis, XX, 12-13:
"Y vi los muertos grandes y pequeños,
que estaban delante de Dios; y abriéronse los libros; y abriose
otro libro que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras; y el
mar dio los muertos que en el había; y la muerte y el infierno dieron
los muertos que en ellos había; y fueron juzgados según sus
obras".
San Juan, Apocalipsis, XXI,
1-5:
"Vi un cielo nuevo y una nueva
tierra; porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el
mar ya no existía. Y el que estaba sentado en el trono dijo: 'He
aquí que renuevo todas las cosas'".
Dicho está en el Apocalipsis
que en el fin de este mundo aparecerá el anticristo (la ciencia
materialista). La bestia, la Gran Ramera, la humanidad entera, cuyo número
fatal es 666, y el diablo que los engañaba (el intelectualismo ateísta),
el falso profeta que hace milagros y prodigios engañosos, bombas
atómicas, cohetes espaciales, aviones ultrasónicos, etc.,
fueron lanzados dentro del lago de fuego y azufre en las entrañas
de la Tierra.
El Libro de los Libros del Chilam
Balam, joya sagrada del pueblo maya, dice textualmente lo siguiente:
"El 13 Ahau Katún es el
decimotercero que se cuenta: Cabal Ixbach, Chachalaca-poblado; Kinchil
Cobá, Chachalaca-de-rostro-solar, es el asiento del decimotercer
Katún."
"Se ennegrecerá
el ramillete de los señores de la Tierra por la universal justicia
de Dios Nuestro Señor. "
"Se volteará el
sol, se volteará el rostro de la luna; bajará la sangre por
los árboles y las piedras; arderán los cielos y la tierra
por la palabra de Dios Padre, del Dios Hijo y del Dios Espíritu
Santo. Santa Justicia, Santo Juicio de Dios Nuestro Señor."
"Nula será la fuerza
del Cielo y de la Tierra cuando entren al cristianismo las ciudades grandes
y los pueblos ocultos, la gran ciudad llamada Maax, Mono, y también
la totalidad de los pequeños pueblos en toda la extensión
del país llano de Maya Cusamil Mayapan, Golondrina-maya-su-lugar
Estandarte-venado ".
"Será el tiempo
en que se alcen los hombres de dos días (los homosexuales y lesbianas)
en el rigor de la lascivia; hijos de ruines y perversos, colmo de nuestra
perdición y vergüenza."
"Dedicados serán
nuestros infantes a la Flor de Mayo y no habrá bien para nosotros."
"Será el origen
de la muerte por la mala sangre al salir la luna, y al entrar la luna llena
acontecerá la sangre entera. También los astros buenos lucirán
su bondad sobre los vivos y sobre los muertos. "
Melchizedek, el Genio
de la Tierra, el Rey del Mundo, hizo en el Tíbet la siguiente profecía:
"Los hombres (o, mejor
dijéramos, los mamíferos racionales), cada vez mas olvidarán
sus almas para ocuparse sólo de sus cuerpos. La mayor corrupción
va a reinar sobre la Tierra."
"Los hombres se asemejarán
a las bestias feroces, sedientos de la sangre de sus hermanos."
"La media luna se apagará
cayendo sus adeptos en la guerra perpetua. Caerán sobre ellos las
mayores desgracias y acabarán luchando entre sí."
"Las coronas de los reyes,
grandes y pequeños, caerán: Uno, dos, tres, cuatro, cinco,
seis, siete, ocho, estallará una terrible guerra entre todos los
pueblos."
"Los océanos rugirán...,
la tierra y el fondo de los mares se cubrirán de osamentas..., desaparecerán
reinos, morirán pueblos enteros..., el hambre, la enfermedad, crímenes
no previstos en las leyes, no vistos ni soñados aún por los
hombres."
"Vendrán entonces
los enemigos de Dios y del Espíritu Divino, los cuales yacen en
los propios hombres. Aquéllos que levanten la mano sobre otro perecerán
también."
"Los olvidados, los perseguidos,
se erguirán después y atraerán la atención
del mundo entero."
"Habrá espesas
nieblas, tempestades horribles. Montañas hasta entonces sin vegetación
se cubrirán de florestas. "
"La Tierra toda se estremecerá.
. . Millones de hombres cambiarán las cadenas de la esclavitud y
las humillaciones por el hambre, la peste y la muerte."
"Las carreteras se llenarán
de multitud de personas caminando al acaso de un lado para otro."
"Las mayores, las más
bellas ciudades, desaparecerán por el fuego... Uno, dos, tres...
De cada diez mil hombres sobrevivirá uno, el cual quedará
desnudo, destituido de todo el entendimiento, sin fuerzas para construir
su vivienda o buscar alimentos. Y estos hombres sobrevivientes aullarán
como lobos feroces, devorarán cadáveres, y mordiendo su propia
carne, desafiarán a Dios para combate."
"La Tierra toda quedara
desierta y hasta Dios huirá de ella... Sobre la Tierra vacía
la noche y la muerte."
"Entonces yo enviaré
un pueblo desconocido hasta ahora (el Ejército de Salvación
Mundial), el cual, con mano fuerte arrancará las malas hierbas del
terreno del cultivo y del vicio y conducirá a los pocos que permanecen
fieles al espíritu del hombre en la batalla contra el mal."
"Fundarán una nueva
vida sobre la Tierra purificada por la muerte de las naciones."
Esta profecía es aceptada
por los gnósticos, los cuales la interpretan como el fin de la Edad
Negra o Kaliyuga; después, según ellos, habrá una
nueva civilización y una nueva cultura. Santa Odelia, aquella
princesa alemana nacida en el año 660, quien con acierto profetizara
la Alemania de Hitler y la Segunda Guerra Mundial, mencionó para
el final del Kaliyuga a "extraños monstruos surgiendo de los mares
y esparciendo el terror."
"Se verán prodigios
en el oriente: una gran nube negra esparcirá la desolación."
Mother Shipton, la famosa vidente
del siglo XV, nacida en Inglaterra, predijo en su época cosas que
ciertamente produjeron asombro. Veamos algunas de sus predicciones:
Automóviles y ferrocarriles:
"Carros
sin caballos correrán y accidentes llenarán al mundo de dolor."
Radio telegrafía:
"Los
pensamientos irán alrededor del mundo en el tiempo de abrir y cerrar
de ojos."
Submarinos: "Debajo del
agua los hombres se moverán, irán viajando, dormirán
y conversarán."
Aviones: "Veremos a los
hombres en el aire, en blanco, negro y verde."
Gran Catástrofe Mundial:
"El
Mundo llegará a su fin en 1999."
El gran Kabir Jesús dijo:
"Pero de aquel día y de
la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en
el Cielo, ni el Hijo, sino el Padre."
"Velad, pues, porque no
sabéis cuándo vendrá el Señor de la Casa (ni
en qué fecha, ni en qué año), si al anochecer, o a
la media noche, o al canto del gallo, o a la mañana."
"Para que cuando venga
de repente no os halle durmiendo (es decir, con la conciencia dormida).
"Y lo que a vosotros digo,
a todos lo digo: Velad." (Despertad conciencia.)
Los tiempos del fin han llegado
y el gran incendio universal se encuentra demasiado cerca. . .
Resulta oportuno citar algunos versículos
extraordinarios del Corán:
"Entre los signos que deben preceder
a la llega da de la hora postrera, se halla el que la Luna se partirá
en dos. Pero a pesar de ello los incrédulos no darán crédito
a sus ojos."
(Es incuestionable que en modo alguno
se trata de una división geológica de nuestro vecino satélite.
Interprétese tal profecía de Mahoma en el sentido político
y militar. Desde el año 1980 obsérvense los movimientos del
Islam; sólo así podremos comprender lo que ha de acaecer
a los adeptos de la Media Luna.)
"Cuando se toque la trompeta
por primera vez, cuando la tierra y las montañas sean llevadas por
los aires y machacadas de un solo golpe, cuando el cielo se desgarre y
caiga en pedazos, ese día será el día inevitable."
(Ya hemos explicado anteriormente
los efectos que la visita del planeta Hercólubus ha de producir
en nuestro mundo Tierra; indubitablemente éste sufrirá violentamente
los diferentes cambios profetizados por Mahoma en el Corán.)
"¡El golpe que es! será
en día del juicio final. Quienes tengan obras que pesen en la balanza,
tendrán una vida agradable. Quienes ligeras, tendrán por
morada la fosa ardiente." (Los mundos infiernos)
"Cuando la tierra tiemble
con ese temblor que le está reservado... Cuando haya vomitado a
los muertos que reposan en sus entrañas..., el hombre se preparará
para ser juzgado."
"El sol será desgarrado,
las estrellas caerán, las montañas serán puestas en
movimiento y terminarán estrellándose contra el suelo. El
cielo estallará en mil pedazos y los mares y ríos confundirán
sus aguas. Las tumbas se entreabrirán y resucitarán los muertos.
Los que hayan practicado el bien tendrán la felicidad sin limites;
pero los réprobos serán también castigados sin mesura."
(Véase el Corán)
En el mundo causal yo contemplaba
con asombro místico a la Gran Catástrofe que se avecina,
y como quiera que ésa es la región de la música inefable,
la visión fue ilustrada con la corriente del sonido.
Cierta deliciosa sinfonía
trágica resonaba entre los fondos profundos del cielo de Venus.
Aquella partitura asombraba,
en general, por su grandeza y majestad, por la inspiración y belleza
de su traza, por la pureza de sus líneas y por el colorido y matiz
de su sabia y artística ilustración dulce y severa, grandiosa
y terrorífica, dramática y lúgubre a la vez...
Los trozos melódicos
fragmentarios (leit-motivs) que se oyeron en el mundo causal, en las diferentes
situaciones proféticas, son de gran potencia expresiva y están
Íntimamente relacionados con el gran acontecimiento y con los sucesos
históricos que inevitablemente le precederán en el tiempo...
Hay, en la partitura de esa
gran Opera Cósmica, fragmentos sinfónicos relacionados con
la Tercera Guerra Mundial; sonoridades deliciosas y funestas, sucesos horripilantes,
bombas atómicas, radioactividad espantosa en toda la Tierra, hambre,
destrucción total de las grandes metrópolis, enfermedades
desconocidas, revoluciones de sangre y aguardiente, dictaduras insoportables,
ateísmo, materialismo, cruel dad sin límites, campos de concentración,
odios mortales, multiplicación de fronteras, persecuciones religiosas,
mártires místicos, bolcheviquismo execrable, anarquismo abominable,
intelectualismo desprovisto de toda espiritualidad, pérdida completa
de la vergüenza orgánica, drogas, alcohol, prostitución
total de la mujer, explotación infame, nuevos sistemas de torturas,
etc., etc., etc.
Entremezclados con un arte
sin precedentes, se escucharon escalofriantes temas relacionados con la
destrucción de las poderosas metrópolis del mundo: París,
Roma, Londres, Nueva York, Moscú, etc., etc., etc.
Nostradamus, en célebre
carta dirigida a Enrique II dice:
"Cuando el sol quede completamente
eclipsado pasará en nuestro cielo un nuevo y colosal cuerpo celeste
que será visto en pleno día, pero los astrólogos (refiriéndose
a los famosos astrónomos de hoy y del futuro) interpretarán
los efectos de este cuerpo de otro modo (muy a la moderna). Por esta mala
interpretación ninguno tendrá provisiones para las fases
de penurias (alusión a la Gran Catástrofe)."
Nostradamus, médico,
astrólogo y clarividente iluminado, incluye en sus predicciones
el asunto ése de la revolución de los ejes de la Tierra mas
no indica una fecha exacta, adecuada, de cuándo sucedería;
sin embargo, lo conecta con el doble eclipse que [tendría] lugar
en el año 1999.
Indubitablemente, [habría]
una conjunción extraordinaria bajo el signo zodiacal de Capricornio
que [dejaría] sentir su influencia desde 1984 concluyendo en el
año 1999
La gran Maestra H. P. B. predijo,
hace muchos años ya, que habría un levantamiento mundial
para fines del presente siglo.
Juan, el evangelista, dice:
"Cuando los pájaros de
acero desoven los huevos de fuego; cuando los hombres dominen los aires
y crucen los fondos de los mares; cuando los muertos resuciten; cuando
descienda fuego de los cielos y los hombres de los campos no pudieran alcanzar
las ciudades y los de las ciudades no pudieran huir hacia los campos; cuan
do extraños aparatos se vieran en el cielo y cosas extravagantes
fueren vistas desde la Tierra..."
"Cuando criaturas, jóvenes
y viejos tuvieren visiones, premoniciones e hicieran profecías;
cuando los hombres se dividieran en nombre del Cristo;cuan do el hambre,
la sed, la miseria, la dolencia y los cementerios sustituyan a las poblaciones
de las ciudades. . ."
"Cuando hermanos de sangre
se maten entre sí y las criaturas adoren a la bestia. . ., entonces
los tiempos son llegados."
El apóstol San Pablo
en su Epístola a los Tesalonicenses advierte:
"No menospreciéis las
profecías, examinad todo, retened lo bueno."
La historia cíclica
de la humanidad se abre en el capítulo VI del Génesis con
el relato del diluvio universal (la sumersión del continente atlante),
y concluye en el XX del Apocalipsis, en las llamas ardientes del juicio
final.
Moisés, salvado de
las aguas embravecidas de la vida, escribió el primero; San Juan,
figura extraordinaria de la exaltación solar, cierra el libro sagrado
con los sellos del fuego y del azufre. . .
A partir de esto, y pese a su aparente
universalidad y a la terrorífica y prolongada acción de los
elementos desencadenados, estamos convencidos de que el gran cataclismo
que se avecina no actuará igualmente en todas partes ni en toda
la extensión de los continentes y mares. Algunas tierras privilegiadas
abrigarán a los hombres, mujeres y niños del ejército
de salvación mundial. Allí, durante algún tiempo,
aquellas almas selectas serán testigos del duelo espantoso del agua
y del fuego. El doble Arco Iris anunciará el encanto de una nueva
edad de oro después de la Gran Catástrofe.
Virgilio, el gran poeta de Mantúa,
maestro del Dante florentino, dijo:
"Ya llego la edad de oro y una
nueva progenie manda."
Sabemos, por otra parte, hasta qué
punto la Biblia es superior a los otros libros. Incuestionablemente, a
pesar de ser la Biblia el libro eterno, inmutable, el libro cíclico
por excelencia, en ninguno de sus versículos se ha dicho que
el año 1999 sea precisamente el de la gran catástrofe.
Sin embargo, y a pesar de ignorarse todavía la fecha exacta de la
pavorosa catástrofe que se avecina -pues solo el Padre conoce el
día y la hora-, sabemos por experiencia directa que "los tiempos
del fin ya llegaron y que estamos en ellos. . ."
Nuestra intención no es emprender
aquí una refutación contra los partidarios de tal fecha,
solo queremos decir que en la Biblia, a pesar de contener en sí
misma la revelación de toda la historia humana, más acá
y más allá, incluso de los propios anales de los pueblos,
jamás
se dijo que en el año 1999 perecería la Raza Aria (la
presente humanidad).
Sin embargo, los eruditos
en modo alguno pueden ignorar que en la Biblia esta la narración
"in extenso" del periplo que efectúa cada gran generación
cíclica.
La humanidad ya esta completamente
madura para el castigo supremo; el fin de esta humanidad vergonzosa se
acerca. . .
El análisis cabalístico
demuestra que en los números dos (2), cinco (5), cero (0), cero
(0) se encierra el secreto de la Gran Catástrofe. Quien tenga entendimiento
que entienda porque aquí hay sabiduría. Desafortunadamente,
las gentes jamás saben penetrar en el hondo significado de ciertas
cantidades cabalísticas; es lamentable que todo lo interpreten literalmente.
Es preciso aguardar con sangre fría
la hora suprema, del castigo para muchos y del martirio para algunos.
"Y, ante todo, debéis
saber -dice Pedro- cómo en los postreros días vendrán,
con sus burlas, escarnecedores, que viven según sus concupiscencias
y dicen: ¿dónde esta la promesa de su venida? Porque desde
que murieron los padres todo permanece igual desde el principio de la creación."
"Pero vendrá el
día del Señor -en fecha que sólo el Padre conoce-
como ladrón, y en él pasarán con estrépito
los cielos, y los elementos, abrasados, se disolverán y asimismo
la Tierra con las obras que en ella hay."