La novena esfera: entrada al infierno o al cielo
Samael Aun Weor, La Ciencia de los Hijos del Sol
La tierra es un organismo maravilloso lleno de intensa
vitalidad cósmica. En la superficie de la tierra existen rocas formidables
donde habitan dichosos los gnomos. El interior del organismo planetario
es desconocido para la ciencia oficial. Realmente es muy poco lo que los
científicos saben sobre el interior de nuestro mundo.
Se dice que la temperatura va aumentando progresivamente
de acuerdo con la profundidad, en proporción de un [grado] centígrado.
Las ondas producidas por los terremotos dentro del interior del organismo
planetario se comportan como si penetrasen en el elemento líquido,
pero como si atravesaran un sólido cuando se propagan más
cerca de la superficie.
La capa de la superficie parece ser una corteza de cincuenta
a sesenta kilómetros de profundidad. Sobre esta corteza maravillosa
se encuentran los minerales, [los] suelos, [la] arena y [el] agua. Debajo
de esta formidable corteza, sobre la cual se ha desarrollado toda la historia
de la humanidad, existe otra capa de 3.500 metros de espesor, compuesta
de magnesio, oxígeno y silicio, combinados en otras forma de roca
sólida. Nada por ahora pueden saber los científicos sobre
el núcleo de la tierra, ellos tan solo opinan que su densidad y
temperaturas son muy elevados y que aproximadamente mide 6.500 kilómetros
de diámetro.
Desde el punto de vista esotérico, la tierra tiene
nueve estratos y en el noveno se halla el símbolo del infinito.
Es necesario saber que el símbolo sagrado del infinito se encuentra
en el corazón de la tierra, en su núcleo viviente y tiene
forma de un ocho colocado en forma horizontal. En el Santo Ocho, en el
símbolo del infinito, se halla colocado simbólicamente el
cerebro, corazón y sexo del genio de la tierra.
Los dos círculos opuestos del Santo Ocho, representan
el cerebro y el sexo. El centro del Santo Ocho es la sede simbólica
del corazón. La lucha es terrible, cerebro contra sexo, sexo contra
cerebro, y lo que es más terrible y lo que es más amargo
es aquello de corazón contra corazón. Todos los seres organizados
que viven sobre la superficie de la tierra, están estructurados
de acuerdo con este símbolo.
En el centro del Santo Ocho, existe un átomo central
en el cual gravitan las doce esferas de vibración cósmicas
dentro de las cuales debe desarrollarse una humanidad solar. Nueve meses
permanece el feto dentro del vientre materno y nueve edades son necesarias
para que nazca la humanidad planetaria.
La novena esfera es el sexo. En la novena esfera se encuentran
el fuego y el agua, origen de mundos, bestias, hombres y dioses. Toda auténtica
iniciación blanca comienza por allí.
En la novena esfera se halla la fragua encendida de Vulcano,
allí baja Marte para retemplar su espada y conquistar el corazón
de Venus, Hércules para limpiar los establos de Augias y Perseo
para cortar la cabeza de la Medusa con su espada flamígera. Desde
los antiguos tiempos, el descenso a la novena esfera fue la prueba máxima
para la suprema dignidad del hierofante, [como en los casos de] Buda, Hermes,
Jesús, Krisna, Dante, Zoroastro, Quetzacoalt, Mahoma [y] Moisés
[...] .
El símbolo del infinito es un símbolo esotérico
que solo se puede conocer a través del esoterismo. Los grandes iniciados
dicen que este símbolo está elaborado en oro puro y que se
encuentra exactamente en el centro de la tierra, en la novena esfera. Realmente,
dentro de la tierra viviente existen los mayores esplendores y las tinieblas
más espesas.
Tenemos que comprender los tres aspectos del interior
de la tierra. Primer aspecto: minerales, agua, fuego, etc. Segundo aspecto:
zona esférica ultravioleta. Tercer aspecto: zona infrarroja tenebrosa.
Las capas subterráneas de la tierra representan
el reino de los minerales (la litosfera) y el reino de los metales (la
barisfera) que envuelven un corazón de increíble densidad
e inercia. En dimensiones de espacio superior dentro del organismo planetario,
existen nueve esferas concéntricas superiores, a modo de sublimes
regiones inefables pobladas por criaturas elementales, maestros [y] devas
[...]. En dimensiones de espacio inferior, sumergido infrarrojo existen,
a modo de esferas concéntricas, los mundos infiernos de densidad
creciente, que conducían según el Dante:
"Hacia el medio, en cuyo punto
únese todas las sustancias pesadas...
Ese punto, al cual de todas partes
es arrastrada toda substancia pesada".
Este es el centro del corazón de la tierra donde
se encuentra el máximum de densidad y gravedad, el asiento fundamental
de Satán, el infierno . Donde la luz brilla más clara, allí
también la tinieblas son más espesas. Esa es la ley de las
analogías de los contrarios. En el corazón de la tierra,
está la silla de Satán y el templo del genio de la tierra;
el símbolo del infinito y los ángeles y los demonios en eterna
batalla. El núcleo de la tierra tiene en sí mismo tres aspectos.
Primero: físico. Segundo: regiones de ultravioleta. Tercero: regiones
del infrarrojo.
La Novena Esfera (el sexo), en el centro de la tierra
y en el hombre, es el campo de batalla entre los poderes de la luz y los
poderes de las tinieblas.
La clave secreta que nos permite entrar a la novena esfera
es el Arcano A.Z.F., El "Sahaja Maithuna". Recordemos que el símbolo
de Shiva, el Tercer Logos, es siempre el "lingam" negro embutido en el
"yoni" [blanco]. Lo importante es no eyacular el "ens seminis" durante
el trance sexual, porque dentro del "ens seminis" se encuentra todo el
"ens virtutis" del fuego.
El Arcano A.Z.F. es la llave que nos permite abrir la
novena puerta.