JUEGO LITERARIO


-Actividad de fomento a la lectura quee realiza el Centro Cultural Comfamiliar del Atlántico en asocio con Editorial Norma de Barranquilla en diversos colegios.-

Después de una capacitación general en la cual se imparten algunas indicaciones a los responsables de cada grupo conformado en los colegios se inicia la lectura de un libro que durante un mes será el eje central de la vida del niño, pues logra compartir con sus compañeros, con sus padres, con otros maestros y con bibliotecarios, infinitos interrogantes. Desde el significado de una palabra desconocida, el descubrimiento de la temática que aborda el libro, sus creadores (autores, editores, traductores, ilustradores), hasta la investigación formal externa que viene a complementar el interés del niño hacia la lectura.

Ellos utilizan diccionarios, revistas, enciclopedias e internet. Desarrollan su creatividad elaborando carteleras informativas acerca de los libros y de la trayectoria del trabajo, hasta llegar a la gran final donde se enfrentan a sus adversarios en franca lid.

Cabe anotar que siempre surgirán preguntas para responder, y se vuelve inagotable la búsqueda-conocimiento.

Este juego se realizó por primera vez en el año 1988 y se hizo gracias a la sugerencia de ACLIJ, hoy Fundalectura y al estrecho apoyo de Editorial Norma de la ciudad de Barranquilla.

Apartes de este gran juego que se realiza desde hace varios años y que enriquece cada vez más a los niños participantes los encontrará en el artículo "Un juego literario propuesto por ACLIJ" publicados en la revista Hojas de Aclij Serie 2 No. 2 del año 1989 editada por ACLIJ, hoy Fundalectura, el cual reproducimos a continuación:


UN JUEGO LITERARIO PROPUESTO POR ACLIJ*

El Juego Literario es una actividad de promoción de lectura en la que pueden participar uno o varios colegios.

Su propósito es lograr que los niños vivan la lectura de un libro en forma individual y colectiva mediante una actividad que da a esta lectura un carácter de juego.

Los niños de un mismo grado juegan, primero leyendo el libro y luego confrontando por equipos su lectura en encuentros a nivel de su colegio y con otros colegios, de acuerdo con reglas de juego que deben respetar.

A lo largo de todo el juego los maestros participan como animadores y coordinadores de las actividades. El Juego Literario es solo una base, desde la cual se pueden desarrollar innumerables actividades alrededor del libro. Algunas estrategias, desde cómo presentar el libro a los niños, hasta cómo involucrar a otros profesores en la labor de motivación, se proponen bajo el título Posibles Estrategias.

En la base del juego literario está un libro recomendado por ACLIJ* de acuerdo con ciertos requerimientos: la calidad literaria presente en el desarrollo de los temas y en la riqueza del lenguaje, la estructura general correcta para la edad de los niños participantes, la calidad editorial manifiesta tanto en el tipo de letra e ilustraciones -éstas no son siempre imprescindibles- como en la capacidad para resistir una constante manipulación, y la viabilidad para conseguirlo en el mercado. Para el primer Juego Literario se escogió el libro "¡Por todos los dioses!", del escritor Ramón García (Editorial Norma), con tan buenos resultados que se utilizó también en la segunda versión del Juego, cuya sesión final tuvo lugar en la Feria Internacional del Libro en mayo de 1989.

Una vez propuesto el Juego Literario, el primer paso consiste en conseguir que cada uno de los niños participantes disponga de un ejemplar de la obra. Esto permite que se establezca desde el primer día una relación personal entra cada niño y su libro, y más tarde facilita el desarrollo de una lectura individual pormenorizada.

Los niños participantes concursan por equipos, de 5 a 10 niños, de la siguiente manera:

Si hay varios grupos de un mismo nivel que deseen participar, uno de los profesores será el coordinador general del juego y los demás profesores, el bibliotecario o cualquier otro adulto que desee trabajar en la experiencia serán sus colaboradores y se llamarán animadores. Si es un sólo grupo, el profesor será el animador y el coordinador.

Todos los niños participantes deberán leer el libro y cada equipo se enfrenta a los demás con preguntas que se formularán unos a otros en una sesión plenaria, cuya fecha y hora los niños conocer´n con anticipación. Este trabajo debe ser efectuado por los niños sin la intervención de maestros ni padres.

El maestro, como animador, debe seguir algunos principios generales antes de presentar a los niños las reglas del juego:

Una vez conocidas las reglas del Juego Literario comienza la lectura -para lo cual también se puede recurrir a alguna de las estrategias propuestas-, y los niños se reúnen para preparar la competencia. Cada grupo elige un nombre con el cual ha de participar en todas las etapas restantes del Juego. Esta conformación de los grupos, como la dinámica de avance del Juego. Así, paulatinamente diversas metas paralelas a la incentivación a la lectura se van alcanzando mientras se juega.

En este momento, cuando ya los niños han leído el libro, la labor del animador es fundamental: cada grupo de niños debe redactar un cuestionario -entre 15 y 20 preguntas y respuestas- sobre cualquiera de los temas y personajes presentes en el libro o relacionados con él. Es en la redacción de las preguntas y respuestas donde se hace manifiesto el grado de creatividad con que se desarrolló la lectura. En vista del Juego la lectura ha sido cuidadosa y exhaustiva, y cada niño ha intentado comprender al máximo las situaciones que componen la trama, con el fin de redactar las mejores preguntas. Estas preguntas son el núcleo del Juego Literario.

Se corre aquí un gran riesgo puesto que existe libertad para la redacción de las preguntas, existe también la posibilidad de que los niños, aprovechando la dificultad que ofrece la memorización, propongan preguntas cerradas, que exijan una respuesta reducida a datos exactos, lo que según ellos podría garantizarles la victoria en la sesión final.

Por esta razón, el animador debe impulsar -sin intervenir directamente- la redacción de preguntas abiertas, es decir, aquellas que pueden admitir más de una respuesta válida: estas preguntas deben ser el resultado de la reflexión y de la interpretacióón sobre la obra, así como el reflejo de la investigación -simultánea a la lectura- sobree temas y personajes presentes en ella. Gracias a este tipo de preguntas, no orientadas hacia la exactitud, los niños establecen una diferencia entre "preguntas para hacer perder los otros" y "preguntas para mostrar a los otros nuestros descubrimientos". En esta etapa del juego se logra alcanzar un nuevo objetivo paralelo a la lectura: con miras a la redacción de las preguntas, los niños llegan fácilmente a sumar nuevas lectura a la de la obra propuesta. Es así como investigan -según el libro ubicación geográfica, costumbres de grupos étnicos, existencia de personajes o historias similares, paralelos entre la historia narrada y la realidad, verosimilitud de las propuestas fant´sticas, etc., llegando incluso a involucrar profesores de otras áreas dentro del Juego Literario.

El cuestionario resultante del trabajo de cada grupo es planteado a los demás en una eliminatoria. Los niños se reúnen en un lugar amplio, y cada grupo nombra a uno de sus miembros para que forma parte del jurado. Los nombres de los grupos han sido pintados en sus pancartas -una por grupo- por los mismos niños, y la competencia comienza.

El primer grupo -el orden se ha asignado por sorteo- propone una de sus preguntas. El segundo grupo intenta un respuesta. Si acierta, los jurados le anotan un punto. Si yerra, la pregunta pasa al siguiente grupo, hasta que la respuesta de un grupo sea considerada adecuada para el jurado. De no ser contestada por ningún grupo, el que la propuso debe leer su propia respuesta. Y el turno es para el segundo grupo, que propone su primera pregunta al tercer grupo. Las "barras" animan a sus equipos durante los intervalos que se otorgan para pensar la respuesta, dando colorido y emoción a la sesión.

Es importante que los niños tengan claro que se obtiene un punto por cada respuesta acertada, no por cada pregunta propuesta que no pueda ser resuelta. Las decisiones del jurado, pueden según previo acuerdo, ser discutidas hasta cierto punto, teniendo en cuenta que entre mejor es una pregunta, más respuestas puede tener. Se logra así otra meta paralela: la conformaci&oacuet;n de un sistema ético participativo, organizado y acordado previamente por los niños, y que debe ser acatado durante todo el Juego Literario, pues conforma as reglas del mismo.

También en esta etapa la labor del animador es de gran importancia: debe procurar que la sesión sea divertida, ágil, alentadora para todos los participantes. En cuanto perciba que el interés decae, debe reducir el número de rondas por jugar -se ha informado de antemano a los niños que no todas las preguntas formuladas se alcanzarán a proponer -teniendo cuidado de que el número de preguntas planteadas por y para cada grupo sea igual al finalizar el juego.

Si excepcionalmente se cuenta con la participaci&n del autor del libro, las preguntas no resueltas le pueden ser propuestas. También resulta interesante que los competidores tengan algunas preguntas especialmente redactadas para el autor, relacionadas con el proceso creativo, y que se le pueden plantear al terminar la sesión, antes del veredicto final.

Finalmente, el jurado suma los puntos obtenidos por cada grupo -un punto por respuesta acertada-, y determina así un grupo ganador. El orden en que los demás grupos le siguen puede también ser dado a conocer, y resulta ideal que cada grupo haya anotado su propio puntaje durante la competencia, pudiendo verificar el resultado del Juego Literario.

Aunque para los niños el momento más emocionante es la sesión final, la eliminatoria, el animador debe valorar cada una de las etapas del Juego Literario: es el proceso integral desde el acercamiento al libro hasta el final de la competencia, el que hace única esta experiencia. Durante este proceso el maestro-animador tiene la oportunidad de llevar a sus alumnos hacia el descubrimiento de un mundo. el del libro, que no solamente abarca el texto propiamente dicho, sino todas las referencias y conocimientos a los que éste da acceso. la participación activa de los alumnos, y aún de los profesores de otras áreas, enriquece el proceso y refuerza la motivación a la lectura.

Tomado de:
Un juego literario propuesto por ACLIJ EN Revista Hojas de Aclij Serie 2 No. 2, noviembre de 1989. Bogotá: Asociación Colombiana para el Libro Infantil y Juvenil.

NOTAS BIBLIOGRAFICAS
Asociación Colombiana para el libro infantil y juvenil hoy FUNDALECTURA - Fundación para el momento de la lectura.

última actualización, octubre 20/2000


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