CAZAR
EN SURÁFRICA
Rafael García-Duarte Ruiz |
Con
Mi Agradecimiento a los Profesionales :
Wolfi de MAGNUM SAFARIS, Hoosmann de BAOBAB SAFARIS, Mac Donald de MAC DONALD PROSAFARIS, al simpático Albert de ROCK SAFARIS y a mi buen y fiel tracker Peter. Otros enlaces de safaris de caza |
Mi primer contacto con el mundo del safari africano ocurrió en noviembre del 95. Aterrizamos en Johannesburgo sin armas ni equipaje porque se extraviaron en los vuelos. Por primera vez en mi vida me sentí en África, un mundo nuevo para mí y sin pertenencias! | |
Llegamos a un país inmenso, extremadamente rico y muy complejo habitado por once etnias que hablan otros tantos dialectos. Los zulúes son la etnia dominante. No vi un solo poblado con esa imagen manida que tenemos los europeos de cabañas circulares con techo de paja: |
sus casas son ahora de adobe con el techo de uralita. Es cierto que
sigue existiendo el apartheid y una gran diferencia entre blancos
y nativos. Suráfrica está cuajada de grandes metrópolis con los lujos
de cualquier ciudad importante del hemisferio norte. Sin embargo, el
interior está repartido entre grandes propietarios que dan trabajo a
mucha gente, primando más la mano de obra barata que el empleo de maquinaria. El cazador es muy bien recibido. La época ideal para desplazarte allí va de mediados de julio a mediados de octubre, si bien hay caza durante todo el año. Por la noche hace frío y septiembre es el mes más indicado sin lugar a dudas. La experiencia de caza es muy satisfactoria. África te cautiva, te quedas prendido. Mis amigos y yo hemos vuelto cada año. A diferencia de otros países africanos del entorno, en que se da más la depredación que la verdadera caza, aquí, en Suráfrica, ésta se encuentra muy controlada pues son perfectamente conscientes de que es una de sus principales fuentes de ingresos. Se utiliza el ranching, es decir, grandes extensiones de terreno de un propietario. |
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Hay tantas cosas que te llaman la atención, que te subyugan: lo más salvaje es el norte y el este, hacia Zimbabwe y Mozambique. De una gran belleza son las orillas del Limpopo y contemplar vallas en medio de la naturaleza salvaje te sorprende hasta decir basta. |
Pero
no te encuentras extraño. Ni siquiera tuvimos que vacunarnos, tan sólo
ingerir pastillas Larian para la prevención de la malaria. Las comidas
son semejantes a las nuestras pues existe una gran cabaña de ganado
vacuno, toda clase de verduras, hortalizas y frutas. Disponen de grandes
bodegas de vino muy aceptable, fabrican cerveza y todo lo que puedes
necesitar. Comentaba que el sistema de caza es el ranching. Cada cazador va acompañado de un profesional, un tracker o pistero y les dotan de un vehículo todoterreno. La organización hace gala de una gran seriedad y previsión. Antes de salir ya has concertado el tipo de animales que deseas abatir y lo más lógico, obligado diría yo, es comenzar con un "safari de iniciación" si careces de experiencia previa de caza en África. En él se abaten cérvidos y facócheros, especie de jabalíes con barbas. Este es el sueño dorado de cualquier cazador español, de hecho hay una finca que se llama "Madrid" en la que puedes abatir cuantos seas capaz. Estos safaris de iniciación son económicos (hasta cierto punto, claro, estamos hablando de un alto poder adquisitivo) porque, con todo incluido, pueden salirte por el millón de pesetas. Hay que considerar que se pagan además "tasas de abatimiento" por animal que van desde 50 dólares por un mono baboon a 7.000 por un elefante; 3.000 por un búfalo, 2.500 por un sable o bóvido, o 1.800 por un elán. Te levantas pronto. A las seis de la mañana ya has tomado un desayuno ligero y vas con los coches al área de caza seleccionada. Lo primero es localizar las manadas que se acordaron abatir y con los coches se va segregando la pieza. Ha de resultar ser un individuo macho normalmente, sano y no joven. A la vez un buen trofeo de caza y una pieza que no lastime ni merme la manada porque, como ya he dicho, los profesionales surafricanos cuidan exquisitamente este aspecto. Se intenta una aproximación a pie aunque a veces se dispara también desde el coche. |
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sacarlas del país
son las aduanas europeas. Los trofeos de caza quedan allí con su documentación:
luego te los envían. Nosotros habíamos comprado unas figuras de marfil,
unas cabezas ataviadas de los jefes de las once tribus del país
y de sus esposas. Mariano las metió
en su maleta y pasaron en la aduana de Londres, pero los demás las llevábamos
en bolsas y los escáneres las detectaron: nos quería llevar detenidos
una aduanera ya mayor. A mí sólo se me ocurrió decirle, "pero señora,
nos ve usted con pinta de traficantes de marfil?". Otro aduanero más
joven nos permitió firmar una declaración jurada de que iríamos al consulado
inglés. La señora se quedó pensativa observándome cuando, después de
mirar con insistencia unos colmillos de facócheros que yo me
había traído, le dije "no, no es marfil: son colmillos de cerdos grandes!"
... Esto sí que lo pasamos. Luego, a la vuelta, te acompañan muchos recuerdos simpáticos. Como aquella señora que se levantó de su asiento en el avión tres filas más atrás y me dio con un tapón de cava en la cabeza (se me acababa de escapar al abrir una botellita que nos daban en la cena y ... le había ido a caer a ella!). O como cuando revisas los Libros de Visitas que tienen todos los profesionales para que dejes tu firma: son todos apellidos tales como Martínez, Rodríguez, Peláez. Bueno, también hay muchos norteamericanos. Los ingleses van más a Zimbabwe. Claro que, tampoco necesitas ser cazador para ir allí. En el sur, en Durban, hay playas fantásticas. Es como Las Vegas. Hay un tren de superlujo con fantásticos departamentos y hace paradas en sitios increíbles que puedes visitar. Hay esposas que enlazan una visita a las cataratas del Niágara en EE.UU. y luego se incorporan al safari del marido. En fin, hoy en día, el españolito que puede gasta dinero como el más opulento de los marajás. |
Fotos de este reportaje | |
Nota: Rafael García-Duarte recomienda este libro GRANDES CACERÍAS, por su sencillez y honestidad. | |
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