Ernesto Velit Granda
Presidente del Instituto Peruano
de Polemología (I.P.P.)
En la reciente Cumbre de Jefes de Estado
aliados de la OTAN y que tuvo lugar en Bélgica, el presidente norteamericano
George Bush asistió con la esperanza de convencer a sus escépticos
colegas de las bondades de su controvertido y criticado plan de defensa
de misíles.
Tras un vuelo de 2 horas desde Madrid, donde conversó sin resultados con el Presidente Aznar, Bush y su comitiva aterrizaron en el aeropuerto de Bruselas desde donde se dirigieron a la sede de la OTAN, donde fue recibido por el Secretario General de la OTAN, George Robertson, el Presidente del comité militar de la OTAN, Almirante Guido Venturini, y un enjambre de periodistas de los medios locales e internacionales.
Al mismo tiempo, centenas de manifestantes se habían apostado frente a las instalaciones de la OTAN y portaban pancartas con la frase "Bush go home "y "Stop stars wars"( Bush vete a casa y Detengan la Guerra de las Galaxias ).
Bush se sumó a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, junto a otros 18 dirigentes de los países socios de la alianza y sus respectivas comitivas ministeriales y militares.
Durante la noche miles de manifestantes marcharon frente a la Embajada de EEUU en Bruselas expresando su rechazo a la política misilera de Bush.
El presidente norteamericano ofreció a la OTAN más detalles de su postura sobre el escudo antimisiles, buscando convencer de que su objetivo es prevenir ataques de países enemigos y no lograr una superioridad estratégica sobre Rusia.
La mayoría de miembros de la OTAN consideró que el sistema propuesto por Bush altera el equilibrio estratégico y obligaría a modificar o cancelar el Tratado de Misíles Antibalístico de 1972 que prohibe dichos sistemas.
Rusia y China han criticado duramente al mandatario norteamericano, acusándolo de no tener una visión clara sobre el sistema de defensa y de que su iniciativa podría reanudar la carrera armamentista.
El Secretario de Estado norteamericano, Colin Powel, no obstante el fracaso en la OTAN, aseguró que su país seguirá adelante con los planes aunque no cuente con el apoyo de Rusia especialmente.
Un día después de la Cumbre de Eslovenia entre Bush y
Putin, el norteamericano admitió no haber obtenido el apoyo de Putin
a su plan antimisilero, aunque aseguró que ambos países pueden
desarrollar una nueva etapa en sus relaciones.
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Junio del 2001
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