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20-1-2001
Pregunta formulada por Alan Plaza Colorado
Nombre muy frecuente en los países anglosajones y (con la forma Alain) en Francia. Parece ser de origen celta (hubo varios reyes con este nombre en Bretaña, el primero de los cuales en el siglo VII), pero no está claro su significado, para el que se han propuesto formas tan dispares como ‘paz’, ‘hermoso’, ‘perro’ o ‘roca’.
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9-1-2001
Juan Carlos García Gómez (Murcia - España) escribió:
"...vivo en una pedanía de Murcia llamada Albatalía, imagino que ese nombre tendrá origen árabe por el inicio en Al o Alb, pero me gustaría saber su origen y/o significado..."
Resulta difícil establecer el origen de los topónimos menores, ya que para ello habría que conocer la documentación existente, la cual suele ser escasa y de difícil acceso. En el caso de Albatalia hemos encontrado una mención a este topónimo en el "Onomasticon Cataloniae". A propósito de Albatàrrec, Joan Coromines dice de pasada: "Un veïnat Albatalia, suburbi de la ciutat de Múrcia, sembla arabització del romànic batalla..."
(Un barrio Albatalia, suburbio de la ciudad de Murcia, parece arabización del románico batalla...)
No obstante, lo ideal sería disponer de la documentación más antigua que haga referencia a este término toponímico, para saber si la suposición de Coromines puede ser correcta y para establecer a qué batalla haría referencia.
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21-10-2000
Pregunta formulada por Xavi Elúa
Nombre de origen germánico, posiblemente variación de Adalberto, el cual a su vez procede quizás de ADAL (‘noble’) y BERAHT (‘brillante’)
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11-7-2000
Entre los muchos arabismos de la lengua española se encuentra el término "alcalde" (documentado desde el siglo XI), que deriva del árabe AL-QADI (‘el juez’). QADI es en árabe el participio activo del verbo QADA (‘resolver’, ‘juzgar’). Es interesante comparar la forma castellana "alcalde" con la vasca "alkate", sin "l" y, por tanto, más próxima al étimo árabe. La existencia de la "l" en la palabra castellana es quizás debida a un cruce con la forma verbal QALID ('gobernar'). Los alcaldes eran antiguamente en España jueces. Las atribuciones de los alcaldes fueron experimentado notables variaciones a lo largo del tiempo hasta llegar a lo que hoy conocemos como alcalde, es decir, la máxima autoridad de un municipio, cuyas funciones no son hoy judiciales, sino ejecutivas.
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18-12-99
Pregunta formulada por Carlos de la Fuente
Con el nombre de "alcatraz" se designa a una planta más conocida como "aro" (Arum maculatum), que recibe también los nombres de "arón", "jaro", "jarillo", "saro", "sarrillo", "yaro", "tragontina", "rejalgar", "llave del año" o "flor de la primavera".
El origen del nombre está en el árabe AL-QARTÁS (‘el papel’, tomado a su vez del griego KHÁRTES), que dio lugar a la palabra castellana "alcartaz", con el significado de ‘cucurucho’, luego convertido en "alcatraz" por metátesis y aplicado a la planta por la forma de la corola de su flor. No tiene relación con el homónimo "alcatraz", que designa a un ave, ya que este procede del árabe AL-GATTAS (‘el pelícano’).
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31-1-2001
Pregunta formulada por Mikel Martínez (País Vasco)
Este nombre tiene su origen en el famoso Alejandro Magno (356-323 a. C.), rey de Macedonia y forjador de un gigantesco imperio extendido por Europa, Asia y África, aunque en realidad fue el tercero de los reyes macedonios que se llamó así. La etimología que se suele dar de este nombre (Aleksándros en griego, Alexandre en castellano medieval) se basa en el verbo griego ALÉKSO (‘defender’, ‘guardar’) y el sustantivo ANÉR-ANDRÓS (‘hombre’, ‘varón’). Significaría, pues, algo así como ‘hombre que defiende’, ‘hombre que rechaza al enemigo’. En realidad, el nombre Alejandro aparece en la Ilíada de Homero (en época, por tanto, muy anterior a Alejandro Magno) como otro de los nombres del héroe troyano Paris. En tablillas hititas se ha encontrado el nombre propio Alaksandus, que algunos han querido identificar con el Alejandro homérico. Es muy posible, pues, que se trate de un nombre perteneciente a una lengua indoeuropea distinta de la griega.
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1-5-2000
Pregunta formulada por José Vela (Valencia)
El topónimo Alfinac o L’Alfinac (municipio de Puçol, Valencia; Alfinach, en grafía antigua) procede, según el Onomasticon Cataloniae de Coromines, del árabe KHÁNDAQ (‘valle’, ‘hondonada’, ‘foso’), que en árabe hispánico se pronunciaba KHENDAQ o KHINDAQ por efecto del fenómeno fonético conocido como imela, propio de este dialecto (a>e y a veces >i). Existen otros topónimos con el mismo origen en Valencia y Cataluña (Alfàndec, Aufinac, Alfinacs, etc.). Puesto que en Alfinac se observa también la asimilación ND>N que es propia del catalán (y no del mozárabe valenciano) es posible que el topónimo sea posterior a la conquista catalana y traído por repobladores procedentes de alguno de los pueblos de igual nombre en el sur de Cataluña.
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1-5-2000
Pregunta formulada por Marcela Cuesta (Buenos Aires)
Se trata de un nombre germánico traído a España por los visigodos. Se latinizó como ADEFONSUS, de donde derivan las formas castellanas Alfonso y Alonso (éste último con pérdida de f, característica del castellano) y la gallego-portuguesa Afonso.
No está claro su origen y significado. Como la mayoría de los nombres germánicos, parece que se trata de un nombre compuesto y con significado belicoso, pero no está claro si el primer componente es EDEL ('noble') o HILDE ('batalla') o incluso ALL ('todo'), aunque este último parece poco probable. Por lo que respecta a la segunda parte, parece tratarse de FUNS ('listo', 'preparado'), por lo tanto el significado sería 'listo para la batalla' o 'noble preparado'.
Tampoco está claro si Alfonso e Ildefonso tienen el mismo origen. En el siglo VII (en plena época visigoda) hubo un obispo de Toledo llamado Ildefonso. En el siglo VIII, Alfonso I fue uno de los primeros reyes de Asturias. Con posterioridad, el nombre fue muy usado por los monarcas de los diferentes reinos de la península Ibérica. El último rey español con este nombre fue Alfonso XIII (1886-1931)
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10-10-2000
Pregunta formulada por Alfredo Salas (Monterrey, México)
Alfredo es un nombre germánico, concretamente anglosajón, cuya fama se debe principalmente al rey Alfredo el Grande de Inglaterra (848-899). La etimología del nombre parece estar en las palabras "all" (‘todo’) y "fred" (‘paz’)
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22/9/97
Servando Rodríguez, profesor de portugués de Olivenza nos solicita información sobre el topónimo "Alor" correspondiente a una sierra existente en dicho término municipal.
La razón de su petición es la existencia de discrepancias entre la teoría expuesta por él mismo en un estudio al respecto según la cual "Alor" procedería del preindoeuropeo *LOR (montaña) transformado en el portugués LURA, LOIRA (cueva) y la que defiende un catedrático de la Universidad de Granada, según la cual procede del latín ALODIS (cierto tipo de propiedad de la tierra).
Lamentamos no disponer de ningún tipo de información relevante que sirva para dilucidar esta polémica.
Únicamente a título informativo, y sin que se entienda como una toma de postura a favor de una u otra teoría, diremos que el latín ALODIS ha dado lugar a la existencia de numerosos topónimos en Cataluña bajo las formas "Salou" o "L'Alou"..
Rogamos a cualquiera que lea este articulo y posea cualquier tipo de información sobre este tema que nos la haga llegar o bien que la dirija al correo electrónico del Sr. Rodríguez (omictj@arrakis.es)
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29-10-2000
Alejandro Domínguez (México) escribió:
Estoy buscando el origen de la palabra "altricial". Es, al parecer, antónimo de precoz, en cuanto a los animales. Aquellos que nacen y se paran enseguida como los caballos se les llama "precoz"; los otros, como los humanos que requieren de los cuidados maternos se les llama ¿"altricial"?.
El origen de esta palabra (que no recoge el Diccionario de la Real Academia Española) está, sin duda, en el latín ALTRIX-ICIS (‘nutridora’, ‘nutricia’, ‘nodriza’, ‘madre’), a su vez relacionada con el verbo ALO (‘alimentar’), cuya relación con el concepto expresado es obvia.
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12/11/98
Luis Guillermo Bustamante, de Cali (Colombia) escribe:
"(...)En relación al origen de la palabra "alumno" se ha presentado una controversia, pues mientras algunas personas la descomponen en a=negación y lumni= luz y parten de allí para negar su uso por cuanto implicaría una desvalorización de la persona que ejerce ese rol (el de alumno), otras personas hemos encontrado que esa palabra proviene de la raíz latina que tiene que ver con el verbo nutrir.(...)"
La partícula privativa a- es griega, por lo que es muy inverosímil pensar que se haya unido al latín LUMEN para formar la palabra "alumnus".
Para Corominas, en su "Diccionari etimològic de la llengua catalana", el latín ALUMNUS tenía originalmente el significado de ‘crío, lactante’ y procede de un participio pasivo del verbo ALERE (‘alimentar’) caído en desuso: *alumenus. Progresivamente adquirió, en época romana, el significado que hoy le damos. En español, la palabra "alumno" está documentada a partir del siglo XVI.
Esta etimología se ve, además, avalada por los nombres que se aplican a este concepto en otros idiomas: "élève" en francés, del verbo "élever" (‘criar’, ‘educar’) o "pupil" en inglés (del latín PUPILLUS, ‘niño’, ‘muchachito’). En cualquier caso, se parte siempre en principio de la idea de ‘criar’, ‘alimentar’, ‘sacar adelante’ y después la palabra adquiere el sentido secundario de ‘enseñar’.
"Alumno/a" está, pues relacionado con las palabras "alimento" y "alimentar" y también con el adjetivo latino ALMUS/A/UM, que ha dado lugar a la expresión ALMA MATER que se aplica a la Universidad y que no significa (como algunos creen) ‘alma madre’, sino ‘madre nutricia’.
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2-6-2000
Pregunta formulada por Claudio Álvarez Gallardo (Chile)
Álvarez es el patronímico correspondiente al nombre Álvaro, documentado desde muy antiguo en el reino de Asturias. El origen de Álvaro es visigodo y está formado, probablement por las palabras ALL (‘todo’, ‘muy’) y WARS (‘sabio’)
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12-4-2000
Pregunta formulada por Katia Cornejo
A pesar de que su origen está en la provincia de Vizcaya, la etimología de este apellido no es vasca,sino castellana. Se trata del adverbio antiguo "allende", que significa ‘más allá de’, formado por la aglutinación de "allén" (del latín ILLINC) y la preposición "de". En Asturias hay varios lugares llamados Allende. En otras partes de España existen poblaciones llamadas Allén de las Aguas, Allén del Hoyo, etc.
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24-2-2001
Pregunta formulada por "flamenco mix"
Con la grafía "hamapola" esta palabra se halla documentada en nuestra lengua desde 1250, fecha en que aparece en el "Moamín" o "Libro de las animalias que cazan" traducido del árabe por Abraham de Toledo. Su étimo es la palabra latina PAPAVER-ERIS, de igual significado, posiblemente a través de las formas mozárabes "hababaura" o "habapaura", documentadas en las obras de los botánicos medievales hispanomusulmanes. El cambio de "b" en "p" es una característica de las hablas mozárabes, debido al influjo del árabe, lengua que carece del fonema /p/. Dicha transformación ha perdurado en las formas dialectales "ababa" y "ababol". Coromines postula además que ha habido un cruce con la palabra árabe "hábba" (‘grano de cereal’, ‘semilla de verdura’). La forma latina ha sido fielmente conservada por el italiano "papavero", mientras que otras lenguas románicas han optado por formas ajenas a ella (francés "coquelicot", catalán "rosella").
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19-1-2001
Pregunta formulada por Javier Polanco
Este nombre remonta a Santa Amelia o Santa Amalia, también llamada Amelberga o Amelburga, que vivió en Brabante en el siglo VII y fue sobrina de Pipino de Landen (antepasado de Carlomagno) y esposa del beato Witger. Es, por tanto, un nombre germánico, y no tiene nada que ver (como hemos leído en varios lugares) con el nombre Emilia, de origen romano. Parece tratarse de una palabra germánica ("amal") que significaría ‘infatigable’, ‘enérgico/a’ y que entraría también en la composición de Amalarico, nombre de un rey visigodo o en el del linaje de los amalos, amelos o amelungos, al que perteneció el rey ostrogodo Teodorico. Amelia o Amalia fue un nombre muy usado entre la nobleza y la realeza de Alemania y Prusia en los siglos XVII y XVIII, de donde probablemente pasaría a Francia y del vecino país a España.
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13/11/98
Pregunta formulada por "Josman"
La palabra castellana "amor" procede del latín AMOR.
Dicho así, parecería que la cosa es sencilla, pero en realidad no lo es tanto.
Alguien dijo una vez que nadie se enamoraría si no fuese porque previamente ha leído algo al respecto. No estaba exento de razón, ya que el concepto de "amor" no ha existido en todas las culturas ni en todos los lugares (al menos con el significado que nosotros le damos habitualmente). El estudio etimológico de la palabra lo corrobora. En francés, por ejemplo, la palabra "amour" revela que se trata de un préstamo del provenzal, ya que la evolución fonética regular convirtió el latín AMOR en el francés antiguo "ameur", que cedió su paso no sólo a una nueva palabra, sino a un nuevo concepto. Es decir, los franceses no empezaron a hablar de amor (en el sentido primordial que hoy le damos al término) hasta que recibieron la palabra (y por tanto, el concepto) de la corte de Provenza, donde, como es bastante conocido, surgió hacia principios del siglo XI un movimiento conocido como el "amor cortés" de carácter a la vez literario, cultural y social, en que los lazos de vasallaje propios del sistema feudal se transferían a la relación entre hombre y mujer, ocupando ésta el lugar preeminente y siendo el hombre (el trovador) un súbdito sujeto a sus caprichos.
En castellano, es muy probable que la palabra tampoco proceda directamente del latín AMOR, sino que en realidad haya llegado también a través del provenzal. De hecho, el correspondiente verbo "amar" nunca se ha empleado popularmente en España, ni en la mayoría de países hispanoamericanos (excepto en los seriales televisivos) . Normalmente, los enamorados hispanos expresan su amor diciendo "Te quiero" y no "Te amo". En realidad, existe un derivado popular de la palabra AMOR que seguramente procede directamente del latín; es el que forma parte de la locución "por mor", hacer algo "por mor de" es hacerla ‘a causa de’.
En latín, la palabra AMOR tampoco era autóctona. Los romanos la aprendieron de los etruscos (1) , un pueblo mucho más civilizado que en tiempos dominó a Roma y que influyó poderosamente en su idioma, su arte y su cultura. La Roma arcaica, como la Francia anterior al siglo XI, tampoco conocía el amor y tuvo que importarlo de sus vecinos (2).
Es imposible saber qué origen tuvo la palabra etrusca AMOR (conocemos muy poco de esta lengua); personalmente, siempre me ha parecido que debe tener alguna relación con la palabra "madre". En español, ambos conceptos se hallan muchas veces unidos en frases estereotipadas, desde el "Mi mamá me ama" con que iniciamos el aprendizaje de la lectura, hasta el "Amor de madre" que algunas personas se tatúan como símbolo de un amor a toda prueba. En euskera y en otras lenguas, la palabra AMA significa "madre".
2. Corominas, sin embargo, sostiene que el latín AMARE y todos sus derivados (AMOR, AMICUS, AMABILIS, AMENUS) son de origen indoeuropeo y que su significado inicial hacía referencia al acto sexual. Esa sería la razón por la cual el verbo AMARE se ha sustituido por otros verbos en algunas lenguas románicas (castellano "querer", catalán "estimar")
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6-9-2000
Pregunta formulada por Eloísa Estrella Valdés (México)
La palabra "anatomía" está documentada en castellano desde principios del siglo XIV y procede del latín ANATOMIA , derivado del griego ANATÉMNEIN (‘cortar de arriba abajo’), a su vez de TÉMNEIN, ‘cortar’. En su origen significaba ‘disección’, tal y como podemos ver en la definición que de ella da el "Tesoro de la lengua castellana o española", de Covarrubias: "Es la descarnadura y abertura que se haze de un cuerpo humano para considerar sus partes interiores y su compostura; cosa necessaríssima a los médicos y cirujanos, y assí en las universidades ay cátredas desta facultad y se executa algunas vezes en los cuerpos de los ajusticiados y otras en los que mueren en los hospitales y en algunas otras personas particulares.".
A pesar de tratarse de un cultismo, debió ser una palabra arraigada en otras épocas en el habla popular, como testimonia la forma vulgar "notomía", que podemos encontrar abundantemente en escritores del Siglo de Oro; en el Quijote, por ejemplo, podemos leer: "Escondido, pues, Anselmo, con aquel sobresalto que se puede imaginar que tendría el que esperaba ver por sus ojos hacer notomía de las entrañas de su honra..." (I, 34)
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8-5-99
Pregunta formulada por Familia Álvarez-Vázquez.
La palabra "anillo", procede del latín ANELLUS, variación de ANULUS, diminutivo de la palabra ANUS (‘círculo’) La forma antigua era "aniello" que, tras la reducción del diptongo, pasó a "anillo", de la misma forma que "castiello" se convierte en "castillo" o "priesa" en "prisa". Con la palabra ANUS está relacionada la palabra ANNUS, de donde procede el castellano "año". De ANUS proceden cultismos como "anular" (‘en forma de anillo’).
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7/7/98
"Anjeos" eran en el siglo XVI y XVII "una tela de estopa o lino basto que se trae de Francia o de Flandes", según consta en el "Tesoro de la lengua castellana" de Covarrubias. El origen de la palabra procede, presumiblemente, de la ciudad de Angers, en Francia.
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14-6-2000
Pregunta formulada por Marcelo Guerrero
El origen de esta palabra está en el adjetivo latino ANXIUS-A-UM (‘ansioso’, ‘inquieto’, ‘acongojado’), derivado del verbo ANGERE (‘estrechar’, ‘estrangular’ y, metafóricamente, ‘atormentar’, ‘angustiar’, ‘inquietar’). El verbo ANGERE está emparentado con un numeroso grupo de palabras latinas, la mayoría de las cuales han pasado al español ("angustia", "angina", "angosto", etc.) y está relacionado con una raíz indoeuropea (alemán "Angst",‘miedo’, ‘temor’; inglés "anger", ‘rabia’, ‘furia’)