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13-6-2000
J. M. Nolasco escribió:
"Me gustaría saber por qué se escribe la palabra Havana en lugar de Habana .."
La capital de Cuba fue fundada en 1515 por Diego Velázquez con el nombre de San Cristóbal de la Habana. Dicho nombre procede de una palabra con que los indígenas designaban al territorio en que se halla enclavada. Puesto que en español, desde antiguo, las grafías "b" y "v" corresponden al mismo sonido, la escritura de muchas palabras osciló hasta que, a finales del siglo XVIII, la Real Academia fijó la ortografía. El hecho de que en inglés se escriba "Havana" es debido a que esa era la grafía más usual con anterioridad a la fijación de la actual, aunque también puede haber influido el hecho de que la palabra inglesa "haven" signifique justamente ‘puerto’. Esta falsa etimología ha sido recogida en algunas obras de autores anglosajones, por ejemplo, "Palabras en el mapa", de Isaac Asimov.
28-1-2001
Es posible que la etimología correcta sea Guabana: 'la grande', en lengua taína (gua- desempeña en dicha lengua la función de artículo invariable), en referencia a la amplitud de la bahía.
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20/1/98
Pregunta formulada por Juan Gabriel Oreggioni.
La expresión HACER CAMPANA procede del catalán ("fer campana"), aunque ha adquirido carta de naturaleza en castellano. No tiene relación (como se suele creer habitualmente) con el instrumento de metal, sino con la palabra "campo". "Hacer campana", originariamente, significaba 'pasear, vagabundear por el campo'.
La expresión genuinamente castellana es "hacer novillos".
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1/11/98
Pregunta formulada por Quique
El Diccionario de la Real Academia da como significado de esta expresión: "dejar uno de asistir a alguna parte contra lo debido o acostumbrado, especialmente los escolares".
Quizás el sentido de la expresión proceda de la creencia que existía en la España medieval de que los judíos adoraban a una novilla o tora. Esta creencia debe proceder de la Biblia, donde se dice que Dios castigó al pueblo de Israel por haber abandonado su culto y construido un becerro de oro al que adoraban (Éxodo, 32), pero también debe haber contribuido a ello la confusión de la palabra Torah (la ley de los judíos) con la palabra española "toro".
Teniendo en cuenta que el significado original de la expresión es "dejar uno de asistir a alguna parte contra lo debido", se puede suponer que la creencia de que los judíos fabricaban "novillos" en lugar de hacer lo debido (es decir, adorar a Dios), pudo dar lugar a la expresión, que más tarde adquirió el significado que hoy le damos.
No obstante, se trata simplemente de una hipótesis (bastante aventurada), ya que, a pesar de tratarse de una frase muy conocida, su origen no aparece en ningún diccionario etimológico.
12-3-2000
Toni de Haro nos facilita la siguiente interpretación sobre el origen de esta expresión, procedente del "Diccionario de frases hechas", de A. Buitrago:
"No asistir a clase los niños de las escuelas rurales que, deseosos de ser toreros, se escapaban de la escuela para asistir a tentaderos o para torear novillos a la dehesa."
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1-11-99
Pregunta formulada por Nacho Capdepon, desde Japón
Aunque algunos han intentado explicar esta expresión haciendo referencia al carácter de los suecos, no parece que tenga ese origen, especialmente dada la poca relación que, hasta fechas recientes, ha habido entre Suecia y España y el hecho de que no existe en otros idiomas. Todo apunta a pensar que la palabra "sueco" en el contexto citado procede del latín SOCCUS (‘tronco’, de donde las palabras catalanas "soc" y "soca" con el mismo significado, y también ‘cierto tipo de calzado’, de donde el castellano "zueco"). Por alguna razón, la palabra SOCCUS dio lugar a una serie de palabras castellanas con el significado de ‘torpe’ ("zoquete") y, por ampliación, ‘zurdo’ ("zueco", "zoco", "zocato"). Es de suponer, pues, que "hacerse el sueco" significaba originariamente ‘hacerse el torpe’ y, por extensión, ‘hacerse el distraído’, ‘hacer ver que no se entiende’.
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11-11-99
Pregunta formulada por Nacho Capdepon (Japón)
El origen de esta expresión parece ser, simplemente, el uso del adjetivo "gordo/a" en su significado de ‘poco fino, poco sutil’, acepción cercana a la que encontramos en expresiones como "sal gorda" o "pintor de brocha gorda".
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2-3-2000
Pregunta formulada por Alejandro Domínguez (México)
Cultismo reciente en nuestra lengua (su primera documentación es de 1884), derivado del griego HERMENEUTIKÓS (‘relativo a la interpretación'), a su vez derivado de HERMENÉUS (‘intérprete’), de HERMENEÍA (‘palabra’, ‘habla’, ‘don de la palabra’)
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12/6/98
Hernán I. Fernández, de Mar del Plata (Argentina) pregunta cuál es el significado de su nombre de pila.
"Hernán" es una variante de "Fernando" (otras formas de este nombre son "Fernán" y "Hernando"). En "Hernán" se observa la pérdida de F inicial que es propia del castellano (del latín FARINA tenemos el español "harina", de FORMICA, "hormiga", etc.). La presencia de una H es debida a que, antes de su desaparición, la F pasó a pronunciarse H (es decir un sonido aspirado, como la H del inglés, por ejemplo, que todavía se conserva en algunos dialectos peninsulares).
El nombre "Fernando" y sus variantes procede de FERDINANDUS, forma latinizada del nombre visigodo FRITHINANTHS, de FRITHU ('paz') y NANTH ('atrevido'). Otras teorías más recientes, sin embargo, niegan esta explicación y lo vinculan al nombre de la diosa germánica FREIA.
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10-10-2000
Pregunta formulada por Miguel Flórez Galecio (Perú)
Cultismo tomado por nuestra lengua del griego HÉROS (‘semidiós’, ‘jefe militar épico’), a través del latín HEROS, hacia finales del siglo XV (si bien el derivado "heroico" consta en nuestra lengua desde mediados de dicho siglo)
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2-3-2000
Pregunta formulada por Alejandro Domínguez (México)
Se llama "heurística" al ‘arte de inventar’ o a la ‘Busca o investigación de documentos o fuentes históricas’ (definiciones del Diccionario de la Real Academia Española). Se trata de un cultismo muy reciente (documentado desde 1925, según Coromines), tomado de la forma femenina del adjetivo "heurístico", derivado del verbo griego EURÍSKEIN (‘hallar’, ‘encontrar’). La forma de perfecto de este verbo es EURÉKA, la famosa exclamación atribuida a Arquímedes.
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11-11-99
María Martínez-Lage escribió:
"Hola, soy estudiante de Medicina y he encontrado tu página buscando información sobre la etimología, o más bien el porqué del uso de la palabra hipocondría para designar a la enfermedad por la que el paciente tiene la idea de estar sufriendo diversas enfermedades que no tiene en realidad."
"Hipocondría" deriva de "hipocondrio" que es ‘la región del cuerpo situada debajo de las costillas falsas’. Se le dio este nombre a la enfermedad por creerse antiguamente que procedía de una alteración de esa parte del cuerpo. "Hipocondrio" procede del griego HYPOKHÓNDRION (de HYPO, ‘debajo’ y KHÓNDROS, ‘cartílago’) y está documentado en castellano desde finales del siglo XVI, mientras que "hipocondría" e "hipocondríaco" se documentan a principios del siglo XVII. En catalán, sin embargo, "hipocondríac" e "hipocòndric" están documentados desde 1436.
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30-8-2000
Alejandro Domínguez (México) pregunta:
"Quiero saber el origen de la palabra pituitaria, y si es este vocablo más correcto que hipófisis"
Ambas palabras son sinónimas e igualmente correctas. "Pituitaria" deriva de "pituita", palabra que en latín significa ‘pituita, mucosidad’. "Hipófisis" está formada por la preposición griega "hypó" (‘debajo’) y la palabra FÝSIS, cuyo significado más conocido es el de ‘naturaleza’, pero que procede del verbo FÝO (‘nacer’, ‘brotar’, ‘crecer’) por lo que su sentido más antiguo debió ser el de ‘excrecencia’, ‘retoño’, ‘brote’. "Hipófisis" significaría, pues, ‘debajo de la excrecencia’ y sería lo opuesto a "epífisis" (formada con la preposición "épi", ‘sobre’). La "excrecencia" sería el hipotálamo.
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16-2-2001
Pregunta formulada por José María Gómez Aroca
Los griegos, que nos legaron la trigonometría, nos proporcionaron también los nombres con que designamos los lados del triángulo rectángulo: la hipotenusa (HYPOTÉINUSA, participio del verbo HYPOTÉINO, ‘sujetar fuertemente’, ‘tensar’, a su vez formado por la preposición HYPÓ y el verbo TÉINO, ‘tender’, ‘estirar’) y los catetos (KÁTHETOS, ‘perpendicular’, del verbo KATHÍEMAI ‘dejar caer’, derivado de ÍEMAI, ‘echar’, ‘lanzar’). El cambio en la acentuación es debido a que ambas palabras nos han llegado a través del latín. Según Coromines, están documentadas en castellano desde 1633.
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2-1-2000
Pregunta formulada por Miguel García Hernández (México)
Esta palabra está documentada en nuestra lengua desde el siglo XIII, con la forma semiculta "estoria" que da título a dos de las obras de Alfonso X el Sabio: la "Estoria de España" y la "General Estoria". Fue tomada del latín y éste a su vez la tomó del griego HISTORÍA (‘búsqueda’, ‘averiguación’), formada sobre el sustantivo HÍSTOR (‘sabio’, ‘conocedor). HÍSTOR procede de HÍSTO, imperfecto del verbo OÎDA ('ver', 'saber').
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7-3-2000
Pregunta formulada por Martha Franco
El término con que se designa la ‘supuesta adivinación de la suerte de las personas en un futuro más o menos próximo según el signo del Zodiaco correspondiente a la fecha en que han nacido’ es un grecismo formado por el sustantivo ÓRA (‘rato’, ‘división del día’, ‘hora’) y el verbo SKÓPEIN (‘mirar’, ‘registrar’). Se usa en castellano desde al menos el siglo XVII en que lo registra el "Tesoro de la lengua castellana o española", de Sebastián de Covarrubias.
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20-8-2000
Pregunta formulada por María Inés Prado
Contrariamente a lo que pudiera parecer, el latín HUMANUS no deriva directamente de HOMO (‘hombre’), sino de HUMUS (‘tierra’, ‘suelo’), aunque ambas (HOMO y HUMUS) están relacionadas. Es llamativa la relación entre las palabras con que se designa al hombre y a la tierra (o al barro), ya que la similitud no sólo existe en latín, sino también en otras lenguas (por ejemplo, en hebreo ADAM es ‘hombre’ y ADAMAH significa ‘barro’) y coincide con las leyendas extendidas por todo el planeta según las cuales la divinidad formó al hombre a partir del barro.
Quien esté interesado en estas leyendas, puede consultar la obra "El Folklore en el Antiguo Testamento", de James Frazer (Fondo de Cultura Económica, México, 1993)
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30-10-99
Pregunta formulada por Miguel Cassoli (Argentina)
El castellano "humildad" es un cultismo introducido en la lengua a mediados del siglo XIII y formado sobre el latín HUMILITAS, sustantivo derivado del adjetivo HUMILIS (‘humilde’), a su vez de HUMUS (‘tierra’. ‘suelo’, metafóricamente ‘patria’, cf. inglés "home"). En épocas reciente, "humus" ha sido reintroducido en castellano con el significado de ‘tierra vegetal, mantillo’