Se suele usar esta expresión (especialmente en el norte de España) cuando dos personas se quedan a solas. Forma también parte de una jota que empieza "Nos han dejado solos, como a los de Tudela..."
Con mucha probabilidad, el origen de esta expresión está en un hecho histórico: la conquista de Navarra por las tropas castellanas en 1512. La última población en rendirse fue precisamente Tudela.
Durante algunos días, los tudelanos debieron sentir que se habían quedado solos en la defensa del reino de Navarra.