23-10-99
Pregunta formulada por Noël Torres Caballé (España)
La palabra "cliente" es un cultismo que se introdujo en castellano hacia finales del siglo XV. Procede del latín CLIENS-CLIENTIS, que es una variante de CLUENS-CLUENTIS, participio presente del verbo CLUEO (‘ser llamado’, ‘ser reputado’, ‘pasar por’).
En Roma, sin embargo, la palabra "cliente" tenía un significado muy distinto al que le damos hoy en nuestra lengua. Los clientes eran ciudadanos libres que voluntariamente se ponían bajo la protección de una familia encumbrada, el jefe de la cual ("patronus") estaba obligado a defenderles ante los tribunales y a apoyarlos económicamente. A cambio de ello, sus clientes le debían respeto y obediencia, le acompañaban en público, acudían a saludarle por la mañana, etc.