29-11-2000
Pregunta formulada por Amelia Romero (Argentina)
De la palabra griega "theós" (‘dios’) se derivó un adjetivo "énthus" (‘inspirado por los dioses’) que generó a su vez un sustantivo "enthusía" (‘inspiración divina’). De "enthusía" se derivó el verbo "enthusiázein" (‘estar inspirado por la divinidad’) y este dio lugar a su vez al sustantivo "enthusiásmos" (‘arrobamiento’, ‘éxtasis’), que fue adoptado en castellano con la forma "entusiasmo", documentada en nuestra lengua desde principios del siglo XVII y que, progresivamente, fue adquiriendo su sentido actual. El largo camino recorrido por esta palabra no se detuvo ahí, ya que "entusiasmo" dio a su vez derivados como "entusiasta", "entusiástico" o "entusiasmar".