18-2-2001
Pregunta formulada por Patrick Brown (Washington, EE.UU.)
El pronombre "se" en castellano tiene dos orígenes distintos. Por lo que respecta a sus usos reflexivos procede del acusativo latino SE (aunque en castellano asume funciones de acusativo y de dativo), sin más variación. Únicamente se puede citar su apócope en posición final en el español medieval, común a los otros pronombres enclíticos: "venídom es deliçio", "estot lidiaré", "alabándos iban", "una ferídal dava". (ejemplos tomados de "Historia de la lengua española, Rafael Lapesa, Editorial Gredos, Madrid, 1991)
En su uso como dativo no reflexivo, el pronombre es "le" (procedente del latín ILLI) pero, unido al pronombre de acusativo, su forma medival era "gelo" (y "gelos", "gela", "gelas"), derivado de ILLI ILLU > (i)lliello>gello>gelo. El uso se propagó al plural, y en lugar de "les lo", se dijo también "gelo". A partir del siglo XIV, "gelo" empezó a ser sustituido por "selo". El origen de la confusión (que impide desde entonces distinguir "echóselo", "atóselo" -a sí mismo- de "echógelo", "atógelo" - a otro-) está tanto en la similitud de sus funciones, como en la semejanza del fonema palatal representado por la grafía "g" con el que representa la grafia "s" (s sonora) en el español antiguo.
La explicación anterior procede del "Manual de gramática histórica española", de Ramón Menéndez Pidal, Espasa-Calpe, Madrid, 1992. Reproducimos a continuación la explicación que se da en la "Morfología histórica del español" (Manuel Alvar y Bernard Pottier, Editorial Gredos, Madrid, 1987), sustancialmente idéntica, pero que aporta otros detalles interesantes:
El conjunto de illi + illu dio *(e)lyélo > gelo que, a partir, del XIV, cedió paso a "selo", por cuanto el elemento "ge" aislado en la serie morfológica fue reemplazado por "se", que aparte la afinidad fonética, se encontraba también ante "lo" en el discurso ("se lo hizo"), de donde resultó la homonimia "selo", que, en el ejemplo citado valdría tanto para ‘lo hizo para sí mismo’, ‘lo hizo por sí mismo’ o ‘él lo hizo para otro’. En aragonés antiguo, y a imitación suya alguna vez en riojano, los pronombres se presentan bajo la forma "lillas" ("solto-lillas" = ‘soltóselas’), precediendo el acusativo al dativo ("dio les le" = ‘dióselo a ellos’, "lel tornase" = ‘se lo’; en belsetá de hoy, "tomálelo"); sin embargo, en este dialecto, el empleo de los derivados de INDE ha hecho que las cosas no se presenten del mismo modo, puesto que ILLI + INDE resuelve todos los problemas -disimilación, analogía- que hay en castellano: "dilene" ‘díselo’, "dálene" ‘dáselo’ o, como escribía doña Ana Abarca en el siglo XVII: "no len agredejón" = ‘no se lo agradecieron’.
En el español de América, donde el pronombre "vosotros" no existe, ya que ha sido sustituido por "ustedes", el uso de "se" resulta especialmente ambiguo. Para deshacer esta ambigüedad se marca con el signo de plural al pronombre objecto directo: Se lo dije (a usted) / Se los dije (a ustedes). Por supuesto, el uso normativo es, en ambos casos, "se lo dije". Igualmente en América, y también en algunas zonas de la península, se marca el plural mediante una "n" en las formas enclíticas: "al marcharsen ellos", "sienténsen ustedes", "váyasen".