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Otras lenguas que se hablan en España |
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El castellano es la lengua oficial del Estado español. Sin embargo, el castellano no es la única lengua española.
En la actualidad existen otras lenguas españolas que constituyen un patrimonio lingüístico singularmente rico.
La Constitución Española reconoce el derecho de las Comunidades Autónomas de usar sus propias lenguas.
El artículo 3 de la Constitución dice:
Las lenguas españolas oficialmente reconocidas por los Estatutos de las Comunidades Autónomas son euskera (País Vasco y Navarra), gallego (Galicia), catalán (Cataluña, Islas Baleares y comunidad Valenciana donde, según el Diccionario de la Real Academia la variedad del Catalán recibe el nombre de Valenciano).
Otros Estatutos dan especial protección a las siguientes lenguas españolas: el bable en Asturias y la diversidad lingüística de Aragón.
El artículo 3 de la Constitución Española declara que el castellano es la lengua oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerlo y el derecho de usarlo.
El castellano, que se habla en todo el territorio nacional, Guinea Ecuatorial, los antiguos territorios españoles del Sahara, América Central y del Sur (excepto en Brasil y las Guyanas) y en parte de Filipinas, es el idioma oficial y cultural de unos 350 millones de personas en todo el mundo. De ellas, casi 300 millones lo hablan como lengua materna. Estas cifras hacen del idioma del Estado español la lengua romance más hablada, el instrumento expresivo de una comunidad que abarca dos mundos y que es hablada por personas de diferentes razas.
En 1714, Felipe V la declaró la lengua oficial
de España y generalmente es conocida como "español", denominación
que ya se usaba en Castilla en la Edad Media, y que fue empleada por los
gramáticos y autores de los siglos XVI y XVII.
La Real Academia Española prefirió llamarla
"castellano" hasta 1925, año en el que su Diccionario adoptó
el nombre de "español". La Real Academia Española, situada
en Madrid, es la encargada de "limpiar, fijar y dar esplendor" al idioma,
siempre en contacto con otras academias latinoamericanas, y de mitigar
los problemas que surgen del uso de una lengua que se habla en un espacio
geográfico tan amplio. Sus miembros son elegidos entre los más
prestigiosos eruditos y creadores literarios.
El catalán es una lengua romance, cuyo texto literario más antiguo, las Homilies d´Organyà, data de mitades del siglo XII.
En los siglos XIII, XIV y XV, la literatura catalana floreció, al principio bajo la influencia de la literatura provenzal y más adelante como producto de sus propios recursos temáticos y formales.
Entre los siglos XVI y XVIII sobrevino un periodo de declive, del que despertó en el siglo XIX con el movimiento llamado la Renaixença, el Renacimiento.
La normalización lingüística moderna
se llevó a cabo cuando Prat de Riba instituyó, en 1907, el
Institut d´Estudis Catalans, con el objeto de estudiar científicamente
todos los elementos de la cultura catalana. En el Institut d´Estudis
Catalans, Pompeu Fabra realizó la regulación y sistematización
gramatical de las normas unitarias para su escritura (1913).
Tanto el castellano como el catalán (desde 1979)
son las lenguas oficiales de Catalunya y las Islas Baleares (desde 1983),
en Valencia el Catalán recibe el nombre de Valenciano, reconocido
con esta denominación por el Estatuto de Autonomía.
El articulo 7.1 del Estatuto de la Comunidad Valenciana,
que incluye las provincias de Alicante, Castellón y Valencia dice:
"Las dos lenguas oficiales de la comunidad autónoma
son el valenciano y el castellano. Todos tienen el derecho de conocerlas
y usarlas."
El antiguo reino de Valencia fue declarado comunidad autónoma
en 1982, y la ley de normalización lingüística se aprobó
el 23 de noviembre de 1983 (B.O.E. No. 20 del 20 de Enero de 1984).
El catalán se habla también en algunas zonas de Aragón y Murcia y, fuera de España, en la región del Rosellón francés, el Principado de Andorra y en la ciudad italiana de Cerdeña. Es la lengua materna de unos 10 millones de personas. Más aún, muchos hablantes de castellano o español que viven en las áreas antes mencionadas, lo hablan y lo entienden.
El euskera, o lengua vasca, se escribe actualmente con el alfabeto latino. Lo hablan alrededor de 600.000 personas en el norte de España: en toda la provincia de Guipúzcoa, en Vizcaya y Navarra y además en algunas zonas de Álava y en la parte occidental de los Pirineos franceses (aproximadamente 100.000 hablantes).
Con respecto al origen de la lengua vasca, existen varias hipótesis. Se ha sugerido que la lengua de los antepasados de los vascos fue introducida en esta parte de Europa por inmigrantes de Asia Menor a principios de la Edad de Bronce (alrededor del año 2.000 AC).
Las lenguas vasca y castellana iniciaron juntas el curso de la historia ya que el primer texto castellano conservado, el Código Emilianense, d.977, está también escrito en vasco.
El euskera es la lengua oficial de las provincias vascas desde 1982, junto con el castellano. Las características orográficas de la región han determinado el mantenimiento de su diversidad lingüística, lo que lleva a algunos lingüistas, basándose en las dificultades de intercomunicación, a señalar la existencia de siete lenguas vascas diferentes. Para superar esta fragmentación se creó en 1919 la Real Academia de la Lengua Vasca, y en 1968 se adoptó, con fines oficiales, una gramática estandarizada del vasco, llamada batúa.
En la segunda mitad el siglo XIV, y tras producir una espléndida literatura, el idioma se dividió en gallego y portugués, debido a razones de índole histórica y política.
Fue la Guerra de la Independencia contra Napoleón,
y sobre todo las consiguientes luchas entre absolutistas y liberales, lo
que impulsó un cierto renacimiento literario del gallego, especialmente
de una naturaleza política, con obras en verso y diálogos
o discursos en prosa y que despiertan un gran interés en nuestros
días desde el punto de vista de la historia de la lengua y la sociedad
de la región. Pero el verdadero renacimiento no llegó hasta
mediados del siglo XIX, especialmente por medio de la poesía.
Se convirtió en la lengua co- oficial de Galicia en 1981 pero se habla también en zonas de Asturias y Castilla-León.
Aproximadamente 2 millones de personas hablan gallego, aunque, debido a su similitud con el castellano y a las múltiples interferencias derivadas de un bilingüismo casi general, es muy difícil hacer un cálculo exacto. A esta cifra debemos añadir las comunidades de gallegos emigrados a países sudamericanos y que todavía usan su lengua.
La Real Academia Galega, fundada en La Habana (Cuba) en 1905, realizó la estandarización oficial aunque las diferencias entre los dialectos no son muy profundas.
La riqueza de las diferentes variantes lingüísticas
de España es una herencia cultural que será objeto de especial
respeto y protección.
El Romanticismo despertó de su letargo temporal
a la literatura regional, que había gozado de gran tradición
literaria durante la Edad Media. La dictadura franquista prohibió
inicialmente y luego obstaculizó el uso de lenguas españolas
que no fueran el castellano de modo que éstas se vieron confinadas
al uso doméstico y encontraron serias dificultades para su desarrollo
como vehículo cultural.
Esta situación sólo pudo ser superada gracias a la tenacidad de instituciones privadas que preservaron su estudio y propugnaron su uso.
Oficialmente hablando, existen también algunos
Estatutos de las Comunidades Autónomas que dan protección
a algunas lenguas:
Las lenguas clásicas, el latín y el griego,
también se estudian en las escuelas. La romanización de la
Península Ibérica introdujo, por medio del latín vernáculo,
casi todas las lenguas peninsulares, con excepción del euskera.