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Álvaro Pombo |
La novela "Donde las mujeres", del escritor santanderino
Álvaro Pombo, fue galardonada ayer con el premio Nacional de Narrativa,
concedido por el Ministerio de Educación y Cultura y dotado con
dos millones y medio de pesetas.
Quedaron finalistas las obras "Las bailarinas muertas", de Antonio
Soler; "Las visiones de Lucrecia", de José María Merino;
"Deus sentado nun sillón azul", de Carlos Casares; "Una comedia
ligera", de Eduardo Mendoza; "Olvidado rey Gudú", de Ana María
Matute, y "Larga marcha", de Rafael Chirbes.
Autor de singular éxito, muy apreciado por la crítica,
Pombo recibió la noticia con satisfacción y no dudó
en afirmar que "los premios valen para mucho. Sobre todo en lo que tienen
de reconocimiento de un trabajo que has hecho".
Desde que en 1983 Pombo ganó el primer premio Herralde de Novela,
la trayectoria del narrador santanderino ha ido de la mano de Anagrama,
al punto de que una obra suya inauguró la colección Narrativas
Hispánicas, y otras dos conmemoraron el número cien "El metro
de platino iridiado" y el doscientos, la ahora premiada "Donde las mujeres".
Para Pombo, "la madurez no es otra cosa que la capacidad de prescindir
de nuestra propia historia" y en esta novela coral y generacional, quiso
contar lo que se aprende y lo que no en una familia formada sólo
por mujeres.
Nacido en Santander en 1939, licenciado en Filosofía, Pombo
reparte su interés entre la filosofía y la literatura. Poeta
y novelista, "Protocolos" es su obra poética más conocida.
Como narrador --se le inscribe en el realismo subjetivo-- se inició
con "Relatos sobre la falta de sustancia", a la que siguieron "El héroe
de las mansardas de Mansard", "El metro de platino iridiado", premio de
la Crítica en 1991, y "Telepena de Cecilia Villalobo".