La vida y yo peleamos.
Pero no deduzcas que la desprecio...
¡ No, todo lo contrario!
Aunque yo pereciera
seguiría amando a la vida
con sus britales zarpas de acero.
La seguiría amando.
Supó que a mi cuello atarán fuerte
la soga,
Y me preguntaran:
"¿ Quiere usted vivir una hora más?"
Yo gritaria de inmediato:
"¡ Desaten!
Desaten rápido la soga,
Verdugos del demonio!"
por la vida no hay nada
Que yo no osara hacer.
Volaría en un cohete
A explorar
Sólo
Arriba
Planetas
Distantes
Todaví sentiría
Una emoción maravillosa
Mirando
Allá arriba
Al cielo azul.
Aún sentiría
Un alegre tremor
De estar vivo.
De seguir viviendo.
Pero, mira, supongamos
Que me quitaran un granito
de esta fe que siento.
Entonces me enfurecería.
Y aullaría de dolor
Herida en el corazón.
Como una pantera
Porque entonces,
¿Qué me quedaría?
Consumado el despojo
estaría afligido.
Para decirlo claramente,
O mas directamente,
Consumado el despojo,
Quedaria anulado.
Puede que quisieras
poder borrar
mi fe
en los dias felices.
Mi fe
en el mañana.
En la vida que será mejor,
En la vida que será más sabia.
Pero, dime, ¿cómo podrás destruirla?
¿Con balas?
¡No! Son inútiles.
Detende! No vale la pena!
Mi fe tiene una fuerte armadura
En mi rudo pecho.
Y las balas que puedan destuir
Mi fe
No existen todavía.
¡Y nunca las habrá!