Casi mil muertos en Centroamérica a consecuencia de Mitch. Tomado de CNN en español 31 octubre 1998 5:10 p.m. hora de Nueva York (2210 GMT)
Muere el alcalde de Tegucigalpa
En Honduras, mientras tanto, el alcalde de Tegucigalpa, César Castellanos, murió al estrellarse el helicóptero militar en el que viajaba junto con otras tres personas, confirmaron las autoridades. Las cuatro víctimas murieron calcinadas.
"En el helicóptero viajaban cuatro personas, entre ellas el mayor de apellido Miralda, el doctor César Castellanos y un ingeniero y un camarógrafo", informó un coronel de la fuerza aérea.
Castellanos observaba una presa en el río Choluteca que amenaza con inundar nuevamente Tegucigalpa cuando la aeronave se estrelló y se incendió en las cercanías del aeropuerto Toncontín, situado en la periferia sur de la capital hondureña, dijo el oficial.
Unos testigos indicaron que el aparato se accidentó al tratar de eludir a un avión militar que iba aterrizar.
El alcalde había advertido previamente del peligro de que Tegucigalpa fuera nuevamente inundada debido a la formación de un dique de piedras y tierra en el río Choluteca a consecuencia de los desprendimientos del cerro el Berrinche.
Castellanos era una importante figura del opositor Partido Nacional y se consideraba el virtual candidato presidencial para los comicios generales previstos para 1999.
Destrucción por toda la región
Mitch, que al principio de la semana pasada era la cuarta mayor tormenta jamás registrada en el Atlántico, se alejaba finalmente el domingo del norte de Guatemala y del sur de México, con lo que puso fin a un semana de fuertes precipitaciones y vientos que dejaron un sendero de destrucción en gran parte de Centroamérica.
"Podría reemerger en algún lado del Golfo de México o del Pacífico, pero parece, por ahora, que esta potente tormenta se está disipando finalmente", dijo Richard Pasch, un experto en huracanes del Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos en Miami.
Nicaragua y Honduras, esta última con al menos 231 decesos, fueron los países más afectados. También hubo 140 muertos en El Salvador, 21 en Guatemala, así como tres más en Costa Rica, Panamá y Jamaica. En México se informó oficialmente sobre un fallecimiento, aunque otras fuentes indican que ocurrieron cuatro.
"Para Honduras, esto es peor que cien golpes de estado. Esto es devastador y significa un esfuerzo de reconstrucción de 30 a 40 años", aseguró el vicepresidente primero William Handel, en referencia a la historia de inestabilidad política del país.
Handel visitó el domingo un refugio en la ciudad norteña de San Pedro Sula. El sábado dijo que vio impotente desde un helicóptero cómo se hundían tres personas en el agua. "Vi cómo la corriente se llevaba a tres personas mientras yo miraba impotente. Fue doloroso. No hubo forma de alcanzarlos", relató.
En El Salvador, la cifra de muertos empezó a crecer después de que la tormenta azotase el país el viernes y el sábado.
En la pequeña aldea de Chilanguera, en el sudeste salvadoreño, veinte ataúdes manchados de barro reposaban frente al altar de una pequeña iglesia, prácticamente la única estructura aún en pie entre un mar de escombros, casas destrozadas y vidas rotas.
"Es una gran tragedia", declaró a la radio local el coronel del ejército de El Salvador Ricardo Arango.
Arango indicó que un centenar de personas podrían haber muerto sólo en Chilanguera, mientras que había más de 60 personas en paradero desconocido. No hubo forma de confirmar el informe inmediatamente.
El domingo todavía no se tenían noticias del paradero de 31 tripulantes de un gran barco que fue propiedad del armador griego Aristóteles Onassis, cinco días después de que se recibiera la última comunicación de que intentaban escapar de Mitch frente a la costa hondureña, cuando el huracán estaba aún en el punto máximo de su poder, con vientos de 295 kilómetros por hora.