LA «CASA DE GALILEA»
Una iniciativa del Camino Neocatecumenal en el Monte de las Bienaventuranzas
JERUSALEN, 3 feb '99 (ZENIT).- El Patriarca latino de Jerusalén, monseñor Michel Sabbah, colocó el pasado 15 de enero la primera piedra del Centro Internacional «Domus Galileae», en presencia de obispos, representantes de órdenes religiosas presentes en Tierra Santa, profesores de las Universidades más importantes de Israel, unos 300 catequistas itinerantes del Camino Neocatecumenal, de 108 países del mundo, y los Rectores de los 35 Seminarios diocesanos Misioneros «Redemptoris Mater».
El proyecto --según revela el semanario «Alfa y Omega» de Madrid-- había sido concebido por Pablo VI, quien expresó en más de una ocasión la conveniencia de que los sacerdotes pudieran peregrinar, al menos una vez en la vida, a Tierra Santa, para tener algún contacto con la tierra en la que vivió Jesús y con los numerosos «testigos» arqueológicos del Evangelio, que sellen de alguna forma la vocación sacerdotal. Décadas más tarde, el pasado 15 de enero, el proyecto de la «Casa de Galilea, Domus Galilaeae», llevado a cabo por el Camino Neocatecumenal para toda la Iglesia, comenzaba a materializarse, con la colocación de la primera piedra de la casa. El proyecto está financiado, sobre todo, a través de colectas en las comunidades neocatecumenales de todo el mundo; también ha contado con el apoyo económico de varios bienhechores, entre ellos, cardenales y obispos.
Juan Pablo II, que conoció el proyecto en 1994, lo apoyó desde el primer momento. Esta primera piedra de la casa, que procede de la Tumba de San Pedro «como signo de unidad con la Iglesia de Roma», fue bendecida por él en el Vaticano, la víspera de Navidad. Quiso estar también presente en la colocación de esta piedra a través de la presencia del Nuncio Apostólico en Israel, monseñor Pietro Sambi, y del Secretario del Consejo Pontificio para los Laicos, monseñor Stanislaw Rylko. Otros obispos presentes fueron: monseñor Marcuzzo, obispo de Emmaus; monseñor Bedoglocuyan, exarca armenio de Jerusalén; monseñor Mouallem, obispo melquita de Haifa; monseñor Butros, exarca de la Iglesia siríaca de Jerusalén; y monseñor Taza, obispo armenio de Alejandría de Egipto. Otros participantes fueron: el padre Abdel Masih, en representación de la Custodia de Tierra Santa, y de numerosos franciscanos, benedictinos, salesianos, jesuitas, dominicos de la Escuela Bíblica; representantes de otras realidades eclesiales, entre ellos, de Focolares y de Comunión y Liberación. Estuvieron también presentes el embajador italiano en Israel, Gianpaolo Caraval; un representante del Ministerio para Asuntos Religiosos del Gobierno de Israel, Uri Mor, y otras autoridades.
El Centro Internacional «Domus Galileae» está situado en el monte donde,
según la tradición, Jesús proclamó las Bienaventuranzas, en un lugar
llamado «Almubaraka» (las Bendiciones), en el área de Korazín. El terreno
es propiedad de la Custodia de Tierra Santa, y el Centro tendrá una
capacidad para 200 personas. Contará, entre otras dependencias, con una
Biblioteca informatizada, para los estudios bíblicos, una sala para el
estudio y la contemplación de la Sagrada Escritura, y un centro de
congresos con una capacidad para 500 personas y con servicio de traducción
simultánea en varios idiomas.
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