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Alianzas

 

Consagración de 1997

Cada año los miembros comunitarios renuevan sus alianzas para con Dios y para con sus hermanos.   Y cada año, se integran los nuevos miembros comunitarios que así lo decidan y que hayan pasado un período de noviciado que dura alrededor de dos años generalmente.  Esto se realiza en una ceremonia denominada consagración en el marco de una Eucaristía.  La foto es la consagración de 1997, nos acompaña el padre Zacarías del  Centro de Animación Pastoral de la Santa Cruz.

Alianzas de la Comunidad Vida Nueva

I.- Prometemos ser fieles a nuestro Salvador y a nuestra Iglesia:

Luchando por una conversión auténtica en nuestras vidas, eliminando todo cuanto en ellas no colabore o se oponga a la obtención de dicha meta. (Jn.14,15; Rom.6,12-14)

Participando permanentemente de las actividades, ritos y ceremonias de la Iglesia, así como en aquellas propuestas por la Renovación Carismática. (1Ped.2,9-10; Sal.100,4; Heb.10,25; Sal.22,22; Sal.84,1-2)

II.- Prometemos:

Hacer de la Biblia nuestra guía y regla de Fe y práctica cristiana. (Sal.119,11 y 32)

Hacer de la Oración nuestro laso permanente de unión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. (1Ped.2,2; Ef.6,18)

Practicar sacrificio, ayuno o penitencia cada semana del año.

III.- Prometemos dar testimonio de Cristo al mundo:

Siendo justos en nuestro trato, cumplidos en nuestros compromisos y ejemplares en todo nuestro comportamiento. (1Tim.4,12; Ef.5,8-9 y 15-17; Fil.2,15b-16)

IV.- Prometemos ser celosos en nuestros esfuerzos por conseguir el adelanto del Reino de nuestro Salvador:

Sirviendo comprometidamente con gozo y entrega en un ministerio dado.

Dando nuestro tiempo y capacidades a la causa de Cristo por medio de la Comunidad. (Rom.12,11; Ef.6,6-8; 1Ped.4,10)

V.- Prometemos velar los unos por los otros en amor fraternal:

Auxiliándonos en la necesidad y enfermedad, llenando las necesidades mutuas por medio de nuestra propia ayuda y recursos, y poniendo nuestra vida entera a disposición de la misión del cuerpo y de los hermanos. (Hech.2,44-45)

Teniéndonos presentes unos a otros en nuestras oraciones.

Dando cuentas de las dificultades, avances o retrocesos que experimentemos a nuestro acompañante y coordinadores.

Acogiendo el acompañamiento espiritual como un medio de crecimiento espiritual.

Velando constantemente por cuantos sean puestos a nuestros cargo y responsabilidad, tanto en el servicio ministerial como en el acompañamiento espiritual.

Preocupándonos por ayudar, dirigir, apoyar y servir a los hermanos inmaduros espiritualmente y más nuevos en la Comunidad y Grupos de Oración. Dándoles testimonio de nuestros patrones de vida cristiana y estando siempre anuentes a sus consultas y solicitudes. (3Jn.5-8)

(Rom.12,10; Gal.6,1-2; Gal.6,9; Heb.13,16; Stgo.5,16; 1Ped.5,5b).

VI.- Prometemos auxiliados por el Espíritu Santo:

Andar juntos en el amor cristiano, cultivando la simpatía en los sentimientos. (1Ped.1,22; Rom.15,5-6; Gal.5,15 y 26; Ef.4,2; 1Cor.13,7)

Cultivar la cortesía en el hablar. (Prov.15,1; Col.4,6)

Ser tardos para ofendernos y prontos para reconciliarnos. (Mt.18,21-22; Lc.17,3-4; Ef.4,31; Col.3,13)

Abstenernos de los chismes, calumnias y guardarnos del enojo. (Stgo.1,19; 1Ped.3,10)

Poner por encima de nuestros intereses personales, la unidad del alma y corazón procurando la paz dentro del cuerpo. (Jn17,21; Hech.4,32)

(2Jn.6; Sal.133,1; Rom.12,9-19; Heb.13,1; Rom.12,8; Fil.2,2-4; 1Tes.5,13)

VII.- Prometemos sostener la convivencia, reunión, ordenanzas, disciplina y doctrina comunitaria por medio de:

Respeto a nuestros coordinadores, dirigentes y demás hermanos. (1Tes.5,12-13; Rom.13,1-2)

Procurando su adelanto espiritual por medio de una actitud receptiva a la enseñanza moral y religiosa que la comunidad nos brinde. (Col.3,16; 2Ped.3,18; 2Tim.3,16-17; Stgo.1,22)

Orando con regularidad y anhelo por el bienestar de la comunidad, sus coordinadores y demás hermanos. (1Tim.2,2-3; Ef.6,18)

Recibiendo dirección de parte de nuestros coordinadores, sujetándonos a ellos como al Señor. (Rom.13,1-2)

Asistiendo a las reuniones de trabajo, instrucción, adoración y comunión fraterna que disponga la coordinación, tanto las ordinarias como las extraordinarias. (Hech.2,42-46; Heb.10,25)

VIII.- Prometemos contribuir fija y gustosamente para la manutención económica de la Comunidad y sus ministerios por medio de un aporte económico. (2Cor.9,7; 1Cor.16,2; Gen.28,22)

 

 

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Última modificación: 03 de Enero de 1999