Colaboraciones


 

Derrotero Patriotero

Por Pearl Z. Blitch

 

Es curioso observar cómo la sociedad tiene una doble moral.

Por un lado, se manifiestan en contra de las marchas, mítines y plantones, y por otro, hacen eso mismo, pero agregando destrozos y agresiones a todos a su alrededor. Me refiero concretamente al fútbol.

La opinión pública y los medios, han censurado acremente al movimiento estudiantil universitario, por las marchas, plantones, mítines y demás manifestaciones para llamar la atención hacia un problema que tiene implicaciones que definirán, de una u otra forma, el futuro del país.

Pero por otro lado, esa misma opinión pública y esos mismos medios, hacen gala de un patrioterismo derrotero inútil, y salen a las calles a expresar su júbilo exagerado por un triunfo que tiene muchos dueños ahora, pero demasiados abucheos antes, y que de manera real, no representa ningún beneficio para el país, donde no se gana nada de relevancia ni tiene repercusiones para el futuro.

Entonces pues, resulta que es más importante un partido de fútbol que el proyecto educativo nacional, que tiene en el movimiento universitario, la punta del Iceberg. Si se sale a celebrar, entonces todo es bueno, pero si se sale a protestar, entonces todo es malo.

Por otro lado, la sociedad en general tiene un visión bastante parcial acerca del paro en la UNAM, y por ello, abusando de éste espacio plural, trataré de dar poco a poco y brevemente, las argumentaciones pertinentes.

Dicen por ahí, que no hay que hacer cosas buenas que parezcan malas, y que la tricotomía siempre se cumple.

Desde que tengo uso de razón, me he encontrado con que el gobierno miente sistemáticamente, que tiene un doble discurso, y que los objetivos que dice tener, no corresponden a las medidas que toma para cumplir dicha meta.

Dijo el Jolopo con lágrimas en los ojos "No nos volverán a saquear", aseguró el líder de los Mexicanos Muertos de Hambre, que la renovación moral llegó para quedarse y mejorar y que por tanto, la corrupción se iba a acabar, que según íbamos hacia el primer mundo, pero derechito, según conocido roedor irlandés, que no hay aumentos en productos básicos, sino sólo ajustes, y hoy día, el pan, la leche, las tortillas, los chiles, por mencionar unos cuántos ejemplos, están cada vez más lejos del mexicano común, dicen que hay democracia, pero el PRI sigue utilizando los colores patrios en su emblema y comprando votos aprovechándose de la ignorancia y el hambre del pueblo, el gobierno se dice digno y representante de la soberanía de un pueblo, pero coquetean con los patrones del norte, concesionan zonas arqueológicas, etc. Pero eso sí, dicen que el bienestar vendrá para nuestras familias. Pues eso será cuando tengamos un lápida que diga Descanse en paz.

Las autoridades universitarias aprueban reglamentos a espaldas de la comunidad a la que representan, poseen entre sus filas de poder a mafiosos comprobados como Oscar Espinoza Villarreal, piden legalidad, pero no la respetan cuando no conviene a sus oscuros planes. ¿Qué calidad moral tiene un rector que dijo estar preparado desde un principio para una huelga larga? Dice que abrió el diálogo, pero cuando ya estaba aprobado el reglamento. Dice abrogar el reglamento de pagos, pero antes manifiesta Cortés Rocha que la abrogación corresponde únicamente al Congreso de la Unión. Entonces, ¿verdaderamente ellos abrogaron el reglamento anterior? ¿O es sólo una trampa?.

Si todo lo que dicen pretender con el Reglamento General de Pagos es verdadero, ¿por qué actúan de otra forma, por qué lo oculta como si hubiera truco?

Los universitarios tenemos memoria, somos estudiados y conocemos nuestro pasado, y nada nos dice que el gobierno diga la verdad, sea sincero y claro en sus pretensiones ni que sea soberano y no tenga otras intenciones, asimismo, sabemos también, como lo saben todos, que los estudiantes somos los malos de la película, los inconscientes, los retrógradas, los impulsivos, los que hacemos disturbios, los que no respetamos las reglas (aunque sean injustas y tramposas), somos los intolerantes, los medios nos agreden (y disculpen la generalización), etc., etc., etc., y sabemos también, que inevitablemente, décadas después, cuando todo salga a la superficie, los estudiantes, seremos evaluados con justicia y sólo entonces, tendremos razón, ojalá, que cuando ese día llegue, quede algo de la educación pública y que nuestros detractores puedan dormir en paz y tengan la cara para decir Yo estuve en contra de ellos conscientemente no por catarsis comunicativa. Los estudiantes en paro de la UNAM, tendremos nuestra conciencia tranquila.

 

 

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