México: alto cargo cesado por colaborar con el narcotráfico
Febrero 97

El general Jesús Gutiérrez Rebollo, director del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, fue detenido el 6 de febrero de 1997, acusado de proteger a uno de los más destacados traficantes de drogas mexicanos. La detención planteo serias dudas sobre el futuro del programa antinarco mexicano y sacó a la luz el hecho de que la corrupción alcanza a los más altos niveles del gobierno del país. La noticia de la detención no se hizo pública hasta el 18 de febrero.

Gutiérrez fue elegido para dirigir la operación antidroga en diciembre de 1996, tras una trayectoria profesional de 42 años en el ejército que le proporcionó fama de hombre honesto e incorruptible. En su puesto anterior, Gutiérrez, de 62 años, llevó a cabo con éxito sus acciones contra el narco en la ciudad de Guadalajara, la segunda ciudad más grande de México. En el momento en que fue nombrado Gutiérrez, el general retirado Barry McCaffery, el militar equivalente a Gutiérrez en Estados Unidos, habló sobre su "fama de integridad impecable".

Las sospechas surgieron poco después de que Gutiérrez aceptara su nuevo cargo. Una de las primeras cosas que hizo Gutiérrez fue mudarse a un lujoso apartamento en México D.F. Teniendo en cuenta que el sueldo del general no era suficiente para mantener este estilo de vida, el gobierno mexicano le hizo varias llamadas de atención. Gutiérrez, incapaz de contestar a sus preguntas, fue detenido. Sustituido por el general Tito Valencia Ortiz, será juzgado por un consejo de guerra y puede ser acusado de traición.

Aunque Gutiérrez había perseguido eficazmente a algunos narcotraficantes, había protegido las operaciones de Amado Carrillo Fuentes, uno de los conocidos capos del narco mexicano. Carrillo Fuentes, conocido como el Señor de los Cielos, utiliza un avión privado para transportar grandes cantidades de droga de Colombia a México. A cambio de su protección, Gutiérrez y varios de sus subordinados recibían pagos en efectivo, propiedades y otros estipendios, tales como el apartamento de lujo que llamó la atención del gobierno mexicano. Parece ser que la relación entre Gutiérrez y Carrillo Fuentes existe desde hace ya varios años.

La corrupción de Gutiérrez por los narcotraficantes no solo dañó todo la labor antidroga realizada en México hasta el momento, sino que también derrumbó la noción de que los militares mexicanos son menos corruptos que la policía. Un gran número agentes del cuerpo de policía habían sido sustituidos recientemente por militares como resultado de esta idea.

Todos estos hechos pueden haber perjudicado enormemente la labor conjunta de los servicios secretos de Estados Unidos y México. Al ser un agente antidroga de alto nivel, Gutiérrez tenía acceso a información privilegiada recogida por los operativos antidroga. Existe el riesgo de que Gutiérrez pueda haber compartido esa información con Carrillo Fuentes, lo que pondría en peligro la vida de los agentes del cuerpo de antinarcóticos y alteraría toda la operación.

El descubrimiento de que el máximo responsable de la lucha antidroga mexicana estaba relacionado con traficantes de droga podría incluso traer como resultado una sanción comercial de Estados Unidos contra México. El gobierno estadounidense debe decidir a principios de marzo qué países han cooperado realmente en los esfuerzos de Estados Unidos para recortar la entrada de droga en este país. Los embargos comerciales están entre las sanciones que Estados Unidos puede elegir para imponer a los países no calificados de aliados.


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