México: unas elecciones históricas inauguran una nueva etapa democrática
Julio 97

El pasado domingo 6 de julio México votó con libertad en una jornada electoral que ha sido calificada de "histórica", al inaugurar una nueva etapa democrática para todos los mexicanos.

Las elecciones federales, estatales y locales para renovar la Cámara de Diputados, las gubernaturas de 6 estados mexicanos y, por primera vez, elegir democráticamente al jefe de gobierno del Distrito Federal, se han celebrado en un ambiente sin precedentes en la historia de México. Los dos hechos más significativos han sido la pérdida, por vez primera en 68 años de poder, de la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados del partido en el gobierno, el PRI (Partido Revolucionario Institucional), y la victoria de Cuauhtémoc Cárdenas, líder y fundador del partido de la oposición, el PRD (Partido de la Revolución Democrática), como jefe de gobierno del Departamento del Distrito Federal.

La última reforma política iniciada en 1996 por el presidente de la nación, Ernesto Zedillo Ponce de León, ha dado sus frutos. Las reglas de la democracia se han respetado con todas sus consecuencias. Esta reforma introdujo una serie de medidas destinadas a equilibrar las condiciones de competencia entre los diferentes partidos políticos mexicanos: reguló el acceso de sus líderes a los medios de comunicación y fijó límites a los gastos de la campaña electoral y a la financiación privada, otorgándoles a cambio una cuantiosa ayuda pública. Gracias a esta reforma política, todos los partidos y candidatos tenían garantizada la transparencia de los comicios y la competencia abierta y leal. El presidente Zedillo aceptó el reto y lo cumplió.

En la Cámara de Diputados el PRI perdió la mayoría absoluta: obtuvo el 39% de los votos. Ernesto Zedillo será el primer presidente que gobierne en minoría hasta las próximas elecciones presidenciales en el año 2000. Los dos principales partidos de oposición, el conservador PAN (Partido de Acción Nacional) y el centro izquierdista PRD, consiguieron el 26% y el 25% de los votos respectivamente. Han obtenido porcentajes menores, pero valiosos: el PVEM (Partido Verde Ecologista), un 4%, y el PT (Partido del Trabajo), 3%.

Por primera vez desde 1929, año del nacimiento del PRI, la pluralidad política se instala en México con el fortalecimiento de la oposición en el Congreso. El sistema político mexicano y sus instituciones salen reforzadas, iniciándose así una nueva etapa de mayor normalidad y convivencia políticas. Ya lo anunciaba el presidente Zedillo al manifestar días antes de los comicios que "el 6 de julio será un día histórico para México porque habremos dado el paso final para arribar a la normalidad democrática que todos queremos".

Es el principio de un equilibrio de fuerzas desconocido en México. El PRI, que continúa siendo primera fuerza política nacional, que ostenta la mayoría simple en la Cámara de Diputados y la mayoría absoluta en el Senado, deberá cohabitar, negociar y pactar con las demás fuerzas políticas para aprobar leyes y reformas. El gobierno tendrá que negociar a partir de ahora su programa político.

En la capital del país, la entidad urbana más grande del mundo, se eligió por primera vez y de forma democrática al jefe de gobierno del Distrito Federal. Anteriormente, el regente (así denominado) del Departamento del Distrito Federal era nombrado por el presidente de la nación. La victoria del líder del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del presidente Lázaro Cárdenas, uno de los líderes políticos más populares y queridos de México, fue rotunda. Cárdenas venció con un 48% de los votos frente a Alfredo del Mazo, candidato del PRI, que obtuvo un 26%, y Carlos Castillo, del PAN, que quedó en tercer lugar con un 16% de los votos.

La administración de la capital mexicana, con sus más de 20 millones de habitantes, grandes desigualdades sociales, inseguridad, desempleo, contaminación y corrupción, será todo un desafío para Cuauhtémoc, un político que rompió con el PRI en 1987 para liderar un proyecto independiente. Después de conocer la victoria del PRD en la capital, el presidente Zedillo afirmó que "un partido de izquierda fuerte es bueno para México porque su presencia es consecuente con corrientes ideológicas que han dejado huella en la historia del pueblo mexicano".

En los comicios celebrados en seis de los 31 estados de la República Mexicana, han sido electos los gobernadores de Campeche, Colima, Querétaro, Sonora, San Luis Potosí y Nuevo León. El PRI pierde a favor del PAN los estados de Querétaro y Nuevo León, este último el segundo estado del país por su peso industrial. El PAN logra así sumar dos estados más a los tres que gobierna en la actualidad: Baja California Norte, Jalisco y Chihuahua. A raíz de estas elecciones, el PRI gobernará 15 de las 31 capitales del país, el PAN 14, el PT 1 y el PRD 1 y el Distrito Federal.

Al día siguiente de la jornada electoral la Bolsa mexicana alcanzó un máximo histórico, el peso mexicano le ganó terreno al dólar, se registraron desembarcos de inversores extranjeros y se desató la euforia. México, el centro financiero más atractivo de los grandes mercados latinoamericanos, vivió un ambiente de fuerza y confianza espectaculares.

Cuatro días antes de los comicios, el mítico volcán Popocatépetl registraba la actividad más intensa de los últimos 70 años. El Popo cubrió de cenizas todo el valle de México. Una lluvia premonitoria que sorprendió a las poblaciones vecinas del volcán y a los capitalinos. Sin embargo, los pronósticos alarmistas sobre "el día después" no hicieron temblar a México. Desde el 6 de julio la afirmación de muchos mexicanos "para qué votar, si ya sabemos quién va a ganar" se ha convertido en una frase carente de sentido.


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