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El Limón


El limonero




Existe en mi tierra (y en muchas otras sin duda) una olvidada variedad de limones que me fascina por su empaque y su sabor: se puede pelar y desgajar como una mandarina y su jugo tiene la más deliciosa variedad de ácido que uno pueda concebir, en particular cuando se cubre con sal  y se paladea sin cerrar los ojos.  El problema es que es un placer espóradico y casual: el dichoso limón no es comercial ni se le cultiva ampliamente y hasta el momento desconozco su nombre.  Lo he encontrado a veces a borde del camino o en fincas, sin que a nadie parezca importarle ni dé razón de él. Comerlo ha sido cuestión de buena suerte y no recuerdo siquiera cuándo ni cómo fue que lo probé.  Pero por una vez tuve suerte: cerca de mi casa encontré, en el jardín de una de las pocas casonas antiguas de El Poblado que quedan, un árbol con frutos.  Y quiso la suerte que uno muy maduro se hubiese caído justo en la acera por donde paso todos los días.  Extraje sus semillas y me propongo documentar aquí su reproducción y propagación, además de lo que logre averiguar sobre esta especie maravillosa.

El limón en cuestión


Extracción de las semillas
14 de Marzo de 2009

Corté el limón, con los dedos extraje las semillas y las lavé con agua.  Luego un plato, y al sol a secarse durante toda una mañana. Sin interés ni dificultad, pero al parecer un grave error, pues según varias fuentes, dejar secar las semillas compromete seriamente sus posibilidades de germinar.  ¿De dónde salió la idea? De mi padre, experto en estas y muchas otras lides del campo.  Él es veterinario, zootecnista y finquero con muchos años de práctica en cultivos de todo tipo, incluyendo cítricos.  Fue él además quien me ayudó con la siembra (las manos en las fotos son suyas).  Veremos quién tiene razón...



 Semillas del limón


Siembra
18 de Marzo de 2009

En sendos germinadores plásticos de 5 cm de profundo (comprados en Homecenter, $600 cada uno) puse (pusimos) una semilla.  Cuando las semillas eran muy pequeñas o estaban aplanadas y arrugadas, pusimos dos en cada germinador.  Los hoyos se cavaron con una cuchara y su profundidad es de aproximadamente 1.5 cm.

          Las semillas antes de ser cubiertas


Luego de cubrir las semillas con tierra, procedimos a humedecerlas.  Para eso usamos un atomizador y agua, por supuesto.  El plan de irrigación es una rociada cada 48 horas, tratando de que la tierra permanezca húmeda todo el tiempo.

    Humediciendo las semillas

Finalmente, cubrimos cada germinador con papel y nuevamente procedimos a rociarlos de modo que el papel quedase completamente húmedo.  La idea es que esto ayude a disminuir la evaporación de la humedad en la tierra y, más importante, estimule el fototropismo creando un ambiente oscuro que haga que las semillas crezcan en busca de la luz.  ¿Y no bastaba para esto la obscuridad que la tierra genera?  Muy probablemente, pero no había mucho que perder, de modo que así se hizo.  Ahora, a esperar a que germinen, el tiempo estimado para esto es de una semana.
Semillas cubiertas con papel




Germinación
13 de Abril de 2009

Por  fin, luego de un mes continuo de riegos y ruegos,  las primera señal de vida apareció.  Sin embargo, un par de días después y tras cuidadosa inspección de cada germinador (gracias a Gina), solamente 3 semillas habían germinado.   Las demás estaban muertas.  


                                                                             El limón, primera germinación                  Semillas de limón germinadas