El
arte Egipcio; Escultura y Pintura
Egipto elaboró una civilización
sabia, que durante treinta siglos, mantuvo una continuidad
política, cultural y artística, única
en la historia del mundo. Fue un pueblo pacífico,
agrícola, con inclinaciones hacia todo lo noble,
justo y bueno. Logró en distintas épocas y
regiones, un arte espléndido, de carácter
constante y perfectamente coherente.
En el arte egipcio confluyen el poder del
faraón, la religión, las costumbres y el amor
por la naturaleza. De estos distintos elementos resulta
la seductora singularidad de su mundo poético y de
sus creaciones artísticas, que nos imponen complicados
símbolos relacionados con lo religioso.
Desde los minúsculos objetos
de uso común hasta las estatuas colosales, el arte
egipcio es de una belleza y fantasía fuera de tiempo.
ESCULTURA
El
escultor egipcio prefiere materiales resistentes como el
granito, el basalto o el pórfido, son durables y
susceptibles al pulimento. Rara vez usan materiales blandos.
También fueron utilizados metales, especialmente
el oro para recubrir sarcófagos o enriquecer pequeñas
esculturas.
La estatuaria se concibió sobre
todo como decoración de templos y tumbas
La escultura se caracteriza por el uso
permanente de la ley de frontalidad. La cabeza siempre
en el eje del busto y los brazos rigurosamente pegados al
cuerpo, dan a las obras la apariencia de elemento arquitectónico.
Son cúbicas, de cuatro perfiles, inmóviles
e inertes. Encontramos también esculturas policromadas.
La regularidad de los rasgos, la calma
del rostro va bien con esas miradas asombrosas, que traspasan
y se cargan de eternidad. Son imágenes hieráticas,
de gran respeto a la divinidad. El modelado de las figuras
es poderosamente sintético, los pliegues son geométricos
y hay abstracción en la concepción de las
formas.
Los temas son casi siempre religiosos o
representaciones de los faraones y el autor tiende a sacralizarsus modelos, los depura y ennoblece.
La escultura egipcia siempre persiguió
un esquema constante : la inmovilidad, sus figuras
nunca nos
dan la idea de movimiento. Sólo
en el corto período de Amenofis IV, alcanza cierto
realismo expresivo que no tuvo continuidad con Tutankamon
que restauró el modo tradicional. A pesar de la inmovilidad
de la propuesta egipcia, las imágenes están
dotadas de gran belleza, como en el caso de La cabeza de
Nefertiti. Elegancia y gracia.
En la estatuaria egipcia se distinguen:
- Estatuas de pie o sentadas, arrodilladas o en cuclillas.
Escriba sentado.
- Parejas familiares. Ra-Hotep y Nofret sentados
- Triadas Divinas o Reales. Triada de Ramsés
II o Micerino
- Cabezas. Nefertiti. Ajenatón.
- Esfinges o estatuas colosales. Esfinge de Gizeh.
Colosos de Abu-Simbel
Las estatuas de parejas familiares, demuestran
el orgullo egipcio por su familia y el deseo de perpetuar
en el más allá su buena fortuna terrestre.
Para la eternidad el hombre sería representado joven
y viril ,la esposa cariñosa y maternal y los hijos
pequeños y dependientes.
Las estatuas colosales tenían un
papel más arquitectónico y fueron erigidas
para
embellecer los templos o lo que es más
importante, para la glorificación de los reyes cuyos
nombres llevaban.
Los colosos son simplemente grandes estatuas
hechas precisamente del mismo modo que las pequeñas.
Esto habla de la maestría con que fueron ejecutadas,
puesto que en fotografías en pequeña escala
es prácticamente imposible distinguir si se trata
de una pieza colosal o de tamaño regular. Son imágenes
majestuosas y solemnes.
Los bajorrelives: ligados a la arquitectura
como decoración de los muros, en las columnas, pilastras,
sepulcros o templos o bien en estelas funerarias (piedras
de sepultura), muestran geometrización de líneas
y ritmos creados por la repetición de personajes.
La cabeza y los pies aparecen de perfil mientras que el
resto del cuerpo, de frente. Tomaron temas de la vida cotidiana
y a pesar de las complicadas reglas religiosas, supieron
infundirles vida y movimiento.
El relieve puede ser alzado o hueco. Es
alzado cuando se excava la superficie que rodea a las figuras
de manera que éstas sobresalgan del fondo. Es hueco
cuando los perfiles de las figuras se graban en la superficie.
PINTURA
Está
en función de la arquitectura y por lo tanto apoyada
en sus muros. Las pinturas más bellas pertenecen
al Imperio Nuevo.
Los temas están unidos al sentido
religioso pero copian escenas de la vida cotidiana: caza
pesca, cosecha, laboreo, etc. Y en todas ellas aparece el
fondo del carácter egipcio: el optimismo.
El Faraón debía ver claramente
su vida cuando volviera de su muerte, por lo tanto las pinturas
debían ser de fácil lectura. La imagen representada
debe reproducir el modelo en su totalidad y no bajo el aspecto
parcial que nos da la visión. Todas las partes del
cuerpo humano se representan bajo el ángulo desde
el que aparecen más completas. A la cabeza de perfil
con un ojo frontal se le añade un tronco visto de
frente y dos piernas en actitud de andar. El pastor que
ordeña la vaca se representa al lado de ella, no
adelante a fin de no ocultarla. Las ofrendas hechas al rey
se dibujan arriba de la cesta, en plano levantado para tener
una lectura clara y rápida de la escena representada.
La composición se ordena en base
a lo que denominamos perspectiva jerárquica,
que atribuye tamaños mayores a los personajes
importantes y menores a los de baja jerarquía.
El espacio es bidimensional, esto
significa que no hay sugerencia de profundidad. La superficie
donde se apoyan las figuras son planos neutros que no aluden
a un fondo específico. Las figuras están de
pie sobre líneas horizontales, que pueden representar
el suelo.
La línea es completamente cerrada
y homogénea, es decir que tiene igual grosor
en todo su recorrido y no sufre engrosamientos y adelgazamientos
paulatinos. En muchos casos las figuras se suceden creando
ritmos de inusitada belleza, se repiten motivos o
se alternan, con pausas e intervalos.
Las composiciones están basadas
generalmente en leyes de simetría aproximada.
Esto se refiere al ordenamiento en que a ambos lados
de un eje las formas se sitúan con la misma importancia
y atracción visual.
Los egipcios trabajaron el color en forma
plana, sin apelar al modulado o esfumado y anulando
de este modo la idea de volumen. Casi siempre predominaron
los naranjas, ocres, azules, verdes y blancos. Usaron colores
locales y también simbólicos.
El color local es en el arte el color propio del objeto
representado y el simbólico es la cualidad subjetiva
por la que se le atribuye a un color un significado de tipo
religioso, místico, político, poético,
etc. En la pintura egicia nos encontramos con estas dos
variantes de empleo y este contraste produce una impresión
deslumbrante.
Pese
a la rigidez de los cánones, la pintura egipcia se
nos muestra ágil, fresca y ,llena de vida, sobre
todo en los episodios inspirados en las costumbres de la
sociedad egipcia o en los dibujos de flores y animales.
Muchas representaciones incluyen a escultores, carpinteros,
alfareros, tejedores, cordeleros, etc. Escenas la vida pastoril,
de caza, pesca, fiestas con instrumentos musicales, funciones
sagradas, crean alrededor del muerto, una atmósfera
familiar con los aspectos más dulces y agradables
de la vida.
Las pinturas se llevaban a cabo mediante
un fondo de piedra preparado con una fina capa de yeso.
Se aplicó como decoración de los muros, bajorrelieves,
columnas y capiteles de los monumentos funerarios.
En todas las obras pictóricas egipcias
hay una idealización omnipresente pues las cosas
se muestran como deberían ser y no como son en realidad.
CONCLUSIÓN
Podríamos decir entonces que el
arte egipcio es:
Trascendente, fue concebido para
la vida eterna
Simbólico, impregnado de
sentido religioso propio.
Atemporal, sin tiempo, eterno.
Anónimo, no conocemos a sus
artistas.
Racional e intelectual, regido por
la razón y no por la emoción.
Estático, sin idea de movimiento
, esto no significa carencia de dinámica.
Majestuoso y Colosal , es
monumental en tamaño y en metáfora.
Geométrico y Sintético,
no apela a los detalles, va hacia la abstracción
de las formas.
Muy pocas obras egipcias fueron realizadas
"por amor al arte". Todas tuvieron una función religiosa,
funeraria y en el menor de los casos funcional, pero fueron
dotadas por sus artífices de un carácter artístico
perdurable, universal y sorprendente.
CRISTINA DEL CASTILLO
adelcastillo@sicnet.com.ar
(ARGENTINA)
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