En el más completo sigilo, cerca de las 9 de la mañana de ayer efectivos de la policía civil y uniformada allanaron nuevamente la discoteca "la Cucaracha" en busca de más evidencias relacionadas con la desaparición de Jorge Matute Johns, el estudiante de ingeniería forestal de 23 años extraviado desde ese lugar el 20 de noviembre pasado.

Los detectives, premunidos de palas, desalojaron la cocina del inmueble, cubierto de cajas plásticas de cerveza y comenzaron a romper el piso, el cual, aparentemente en la inspección realizada el viernes pasado por la jueza Flora Sepúlveda, parecía estar constituido de cemento fresco.

A fin de evitar la lente de "Crónica", único medio informativo presente en ese momento y en coherencia con las restricciones para informar que ha impuesto la magistrada a la policía, los detectives incluso cubrieron la ventana que da hacia la autopista a Carriel Sur con una plancha de formalita.

Sin embargo, la excavación resultó infructuosa, puesto que bajo el radier no se ubicaron evidencias que pudieran relacionarse a la misteriosa desaparición y, de hecho, se habría establecido que el cemento fue colocado allí mucho antes del extravío del joven.

Posteriormente, los detectives revisaron, una vez más, las inmediaciones del local, especialmente en su parte trasera, así como un sitio eriazo situado tras la panderete del negocio. A ese rastreo se sumó personal del OS-7 y la Comisión Civil de Carabineros, además de un perro rastreador.

Tras el procedimiento, los detectives retiraron una bolsa plástica que se cree contenía algunas toallas desechables que tendrían manchas de sangre, las que deberían ser analizadas en el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones. Cabe mencionar que de las otras dos muestras de sangre recogidas en las semanas anteriores al interior de "La Cucaracha" (una hallada por el Labocar de Carabineros y otra encontrada por Investigaciones), al menos la primera habría dado negativo en el examen de ADN, por lo que no pertenecería a Jorge Matute. Sin embargo, esta información no ha podido ser confirmada oficialmente, una vez más, debido al manto de silencio tendido sobre el caso.

Durante todo el procedimiento policial, que se extendió hasta un poco antes de las 13 horas y que se efectuó por una orden expresa de la jueza Flora Sepúlveda, estuvo siempre presente el abogado Waldo Ortega, integrante del equipo de Fernando Saenger, que defiende a la familia Matute Johns en este caso. Tanto Ortega, como los policías que participaron de la diligencia, se retiraron del lugar sin efectuar declaraciones sobre el resultado del trabajo de ayer.

Para hoy, en tanto, se espera que varias personas que aún no han declarado y que estuvieron esa noche en "La Cucaracha" se presenten ante el tribunal.