Sábado 18 de Diciembre de 1999
Sábado 18 de Diciembre de 1999
Complejo caso
La apuesta por el éxito en
gestiones de la magistrada
La esperanza de la familia Matute Johns y la confianza del sistema judicial están puestos en Flora Sepúlveda.
La magistrada Sepúlveda se vio nuevamente asediada por las cámaras y las grabadoras cuando, en su juzgado, María Teresa Johns presentó una denuncia por la presunta desgracia en la persona de su hijo, Jorge Matute.
Aunque el actuario que recibió la presentación pudo derivarla inmediatamente a un juzgado de Talcahuano, ya que el lugar en donde el joven fue visto por última vez (discoteca "La Cucaracha") se ubica en esa comuna, Sepúlveda no se ha declarado incompetente y ha ordenado en un mes un cúmulo considerable de diligencias.
Incluso, y coincidiendo con una entrevista a la siquiatra Mabel Vielma Cid publicada por este medio el domingo 12 de diciembre, la magistrada solicitó al día siguiente la presencia de la profesional para asesorarla en la confección de perfiles sicológicos de personas que han declarado durante la investigación.
No sólo la familia del estudiante desaparecido confía en el trabajo de la juez Flora Sepúlveda, también lo hacen las magistradas de la Corte de Apelaciones penquista, quienes votaron por denegar la petición de un ministro en visita para el caso. Algunos de los altos magistrados del tribunal de alzada, no obstante votar favorablemente a la solicitud, han manifestado en privado y públicamente que la investigación no puede estar en mejores manos.
Por la notoriedad y publicidad que ha alcanzado el extraño desaparecimiento de Jorge Matute Johns, ya es también un país entero el que tiene puesta la fe en esta juez penquista. Todos esperan que el paradero del joven alumno de la Universidad de Concepción se conozca antes de Navidad o en un tiempo razonable que impida que el caso sea olvidado y termine como el 90% de los juicios en tribunales: sobreseído y sin responsables.
|