La Biblia y el Libro de Mormon ayuda
Me gustaría compartir los hechos dados a conocer en un discurso dado por Jonathan Gray
en una iglesia de Londres el sábado 7 de octubre de 1995, en un vídeo el cual hemos
visto, y además en un discurso dado por Ron Wyatt en Nashville.

Lo que completamente se me pasó inadvertido fue la fecha. El Arca fue encontrada el 6
de enero de 1982, exactamente catorce años atrás, pero se mantuvo en secreto por
requerimiento del gobierno israelí. Aunque no puedo afirmar tener toda la
"información confidencial", tengo entendido que el permiso ha sido
recientemente concedido para anunciar el hallazgo, aunque no la ubicación exacta, y que
este año será probablemente el tiempo del Arca, el momento para hacer conocer al
mundo su precioso contenido (las dos tablas de la ley).
Antes de comenzar la fascinante historia de este descubrimiento, debo decir que el
episodio entero ha sido rodeado por milagros. Dios ha colocado Su sello sobre este objeto
sumamente sagrado del pasado, y ha mostrado, tanto en la realidad como por escrito, que
tiene un gran significado para los días que vendrán. El impacto que tendrá en el
judaísmo mundial apenas puede ser apreciado.
La historia comienza en 1978, cuando Ron Wyatt estaba nadando en el mar At Ashkelton,
una de las antiguas ciudades filisteas. Rozó algo
con la punta del pie, y encontró que era el borde de una gran vasija. Investigaciones
adicionales revelaron que era una vasija mortuoria cananea, similar a las que los
arqueólogos habían estado buscando por largo tiempo sin haber encontrado hasta ahora.
Cuando llevaron estas noticias al Director de Antigüedades en Jerusalén, quedó
encantado, y dicho acontecimiento, aparentemente por "accidente", probó ser el
instrumento para cimentar una relación, la cual mas tarde serviría a un gran propósito.
Más tarde, Ron estaba de pie hablando con el Director de Antigüedades, mirando hacia
el monte conocido como Gólgota, o del Calvario. (Estas palabras significan ambas, el
lugar de la calavera, respectivamente en hebreo y latín). Repentinamente Ron apuntó con
el brazo y señaló, diciendo: "¡Ahí está la gruta de Jeremías - ese montón de
desperdicios - el Arca del Convenio debe estar dentro!". El Director respondió
espontáneamente: "Entonces usted debe encontrarla". Ron se sorprendió a sí
mismo. No se le había cruzado por la mente el Arca, y no podía entender por qué había
hecho tal comentario. Este fue el milagro número uno, y la respuesta entusiasta del
Director y su encargo de que él encontrara el Arca fue el milagro número dos - una
oferta muy rara, en vista de que era dada a un extranjero, ya que se refería al más
santo y más buscado - objeto en el mundo judío.
Sin embargo, Ron necesitó volver a los Estados Unidos, y de esta manera se pasó un
año entero antes que regresara con otros dos, para comenzar la excavación. Al
encontrarse nuevamente con el Director se enteró que el lugar había sido adquirido
conjuntamente por un árabe y un europeo. Necesitaría el permiso de ambos para excavar el
lugar. Más asombrosamente, ¡AMBOS le dieron el permiso sin preguntarle lo que
estaban buscando! Este fue el milagro número tres.
Fue entonces en aquel año, 1979, que comenzó el arduo y
lento trabajo de remover toneladas de deshechos acumulados. Su excavación estaba mas o
menos en frente de la "Calavera", y bastante cerca de la tumba de Gordon.
Comenzando en la cima del montón, cuidadosamente removieron cargamento tras
cargamento de basura, y con el tiempo llegaron a una saliente en la cual encontraron tres
pilares huecos cortados de la roca. Cada uno de estos huecos tenía aproximadamente trece
pulgadas cuadradas de contorno y unos tres pies de profundidad. Además, cada hueco tenía
un "tapón" en la punta, los cuales tenían hendiduras para colocar los dedos
con el propósito de removerlos fácilmente. Era bastante obvio lo que habían encontrado.
Era el lugar de las crucifixiones, las estacas de madera eran bajadas dentro de estos
pilares huecos, los cuales serían más tarde taponados hasta necesitárseles nuevamente.
Detrás de los huecos para los pilares estaba el borde del barranco, y a una altura de
aproximadamente 12 pies había salientes cortadas dentro de la roca, en las cuales podría
colocarse el detalle de los crímenes cometidos por aquellos que eran crucificados. El del
medio era claramente el más significativo, y era reservado para el peor criminal. Leemos
que Pilato ordenó escribir: "Este es Jesús de Nazaret, rey de los Judíos" una
afirmación que encolerizó grandemente a Caifás y al Sanedrín, pero éstos no tenían
la autoridad para cambiarlo.
Entre los desperdicios encontraron varias monedas, ninguna de las cuales era posterior
al año 130 DC, y esto muestra que posteriormente este lugar fue cubierto y quedó fuera
de uso. Esta fecha encaja bien en la historia, porque la destrucción final de Jerusalén
vino después de la insurrección de Bar-Cochba en el año 132 - 135 DC.
Posteriores excavaciones en este nivel revelaron los restos de una edificación de 40
pies desde el borde del precipicio hacia afuera, y de 22 pies de ancho, que en un tiempo
esto había sido construido encima del hueco del pilar central. Se pensó que era una
iglesia usada por los primeros cristianos, quienes veneraron el lugar del supremo
sacrificio del Maestro. Esta idea fue impulsada posteriormente con ímpetu debido al
descubrimiento de una gran piedra circular en el piso de esta edificación, bastante cerca
del hueco del pilar. La piedra medía 13 pies con 2 pulgadas de diámetro, y
aproximadamente 9 pulgadas de espesor. Era sabido que piedras de este tipo se hacían
rodar en el frente de las cuevas sepulcrales. ¡Pero ésta era enorme!
Se investigó la entrada a la cueva conocida como "la tumba de Gordon" que
fue descubierta en 1882 por el General Gordon en su camino de regreso a casa desde la
histórica cruzada china. El no estaba satisfecho con el tradicional lugar de la
crucifixión, la Iglesia del Santo Sepulcro fundada por la Reina Helena, madre de
Constantino el Grande, porque se encontraba DENTRO de los muros de la ciudad, y por lo
tanto no calificaba como el lugar descrito en las Escrituras. Pero el "lugar de la
calavera" estaba justo fuera de la entrada a Damasco y cerca de la carretera que
lleva a Samaria, por lo tanto encuadraba todas las condiciones. La búsqueda lo
llevó a descubrir el sitio real del sepelio de Jesús.
Como ya dije, la investigación se hizo en la entrada de esta tumba, y en la pared se
encontraron dos huecos, exactamente de 13 pies con 2 pulgadas, en los cuales fueron
originalmente insertados barras de metal para representar el "sello" de la
tumba. La barra de metal de la derecha, mirando hacia la tumba, había desaparecido, pero
la de la izquierda aún estaba en su lugar, mostrando todas las señales de haber sido
trasquilada por una poderosa fuerza.
Había aquí clara evidencia de que la enorme piedra encontrada anteriormente en
la capilla, era ciertamente la piedra usada para cubrir la entrada de la tumba de Jesús.
Era una piedra pesada, tal como las escrituras declaran, y habría requerido de
muchos hombres para quitarla y subirla por la cuesta hasta la izquierda de la tumba. Pero
quienquiera que haya movido la piedra, lo hizo SIN quitar la barra de metal de 2 pulgadas
de espesor. En otras palabras, fue el trabajo de un ángel quien como se nos dice,
"quitó la piedra". Casualmente, la piedra no pudo ser quitada hacia la derecha
porque un bloque de piedra había sido erigido en el barranco, supuestamente para detener
el movimiento de la piedra mientras se la colocaba en su lugar. (Dicho sea de paso,
recientemente fue encontrada la tumba de Herodes el Grande en Jerusalén, y la piedra
utilizada medía sólo 4.5 pies de diámetro. Exactamente un tercio del diámetro de la
enorme piedra que José de Arimatea había hacho para su sepulcro).
Hasta este punto de la excavación, habían sido obtenidas pruebas concluyentes de que
este fue el verdadero lugar de la crucifixión, y de que la iglesia primitiva había
construido una capilla recordatoria sobre el hueco del pilar y la gran piedra. Es conocido
ya que el Monte de la Calavera era el lugar tradicional para los sepelios musulmanes,
judíos y cristianos, y que en la antigüedad era el lugar donde los criminales eran
apedreados hasta morir. (En el Mishná es llamado "Beth ha-Sekelah",
literalmente "Casa de Apedreamiento"). Fue aquí donde Esteban fue apedreado.
Además fue el lugar reconocido para la ejecución pública de los criminales judíos.
Tanto a comienzos como a finales del siglo 20, los judíos escupían en la colina,
arrojaban piedras y maldecían al "destructor de su nación". Todo esto es
evidencia clara de que fue realmente allí la escena de la crucifixión de Cristo y su
sepelio.
Investigaciones posteriores mostraron otro hecho importante. Dentro del hueco del pilar
del medio, el que fue usado para sostener la Cruz de Cristo, se encontró una grieta
en el lado izquierdo, hacia abajo en la roca. Aquí estaba la evidencia del terremoto
ocurrido en el momento de la muerte de Jesús. Este hallazgo es de suprema importancia,
aunque no se lo apreció sino hasta mucho después.
Los excavadores no habían encontrado aún la entrada a alguna cueva que pudiera alojar
el Arca. El trabajo era agotador y lento, un camión tras otro cargado de desperdicios era
acarreado afuera. Dos años pasaron, y los tres hombres se estaban cansando y
desalentando. Para este entonces estaban excavando una estrecha zanja contra la superficie
de la roca, y sólo había espacio para que un hombre trabajara a la vez. Por lo tanto
tomaban turnos, mientras uno trabajaba los otros dos descansaban en los alrededores.
Un día, repentinamente cuando Ron Wyatt estaba excavando en el fondo de la zanja,
levantó la vista y parado allí encima de él, estaba un hombre muy alto vestido con la
típica vestidura suelta árabe.
"Dios te bendiga, Ron Wyatt, por lo que estás haciendo".
"¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes lo que estoy haciendo?"
"Yo lo sé todo".
"¿Vives tú en los alrededores?"
"No".
"¿Cómo sabes mi nombre? ¿De dónde vienes?"
"He llegado recién de Sudáfrica, y voy camino a la Nueva Jerusalén. Dios te
bendiga".
Ron salió de un salto mientras el hombre se alejaba. Cuando llegó a la cima de la
zanja preguntó a los otros dos en qué dirección se había ido el hombre. Ellos dijeron
que no habían visto a nadie. Fue entonces cuando Ron se dio cuenta de que un ángel le
había sido enviado para alentarlos, para estimularlos a seguir adelante. Este fue el
milagro número cuatro.
Con un entusiasmo renovado, siguieron cavando hasta que llegaron a un punto donde
había señales de la entrada a una cueva. Fue en enero de 1982, cuatro años después de
que Ron le dijera al Director sobre el montón de basura de Jeremías. Apresuradamente se
abrieron paso dentro de la cueva, pero el agujero era demasiado pequeño para que
cualquiera de ellos se arrastrara a través de él. Le dieron una antorcha a un pequeño
niño, hijo del árabe co-propietario del terreno, quien subió a través del agujero,
pero así como entró salió disparando muy rápidamente, pálido como un fantasma.
"¿Qué hay allí dentro? ¿Qué hay allí dentro?" exclamaba, y desde
entonces rehusó decirle a nadie lo que había visto.
El agujero fue agrandado lo suficiente como para permitir que Ron entrara
arrastrándose a través de él. Eran las 2 de la tarde del 6 de enero. Ron se
encontraba en una gran cámara de 22 pies desde la entrada hasta la pared posterior, 14
pies de ancho y aproximadamente 8 pies desde el piso hasta el techo. Allí delante de él
había objetos sagrados del mobiliario del Templo de Salomón, el Altar de Sacrificios, la
mesa del pan de la proposición y el Altar del incienso. Estaban recubiertos con pieles,
sobre las cuales se habían colocado largos tirantes de madera, y encima de estos
había montones de rocas y piedras.
Mas Ron se dio cuenta de que en el fondo de la cueva había algo más, y había sido
cercado dentro de una pared, por lo tanto sólo se le podía ver la parte superior. Tan
pronto como sus ojos de adaptaron a la tenue luz, se dio cuenta de que estaba viendo dos
querubines con alas extendidas sobre el propiciatorio. ¡Era el Arca del Testimonio! Ron
se desplomó y cayó desmayado, estuvo inconsciente por 45 minutos. Al volver en sí,
salió arrastrándose y anunció su descubrimiento. Se le informó al Director de
Antigüedades, quién salió apresuradamente hacia el lugar, y mientras comenzaba a entrar
en la cueva, su espalda colapsó y tuvo que ser llevado al hospital donde permaneció
paralizado por aproximadamente dos semanas. Mas tarde se le escuchó decir que nunca más
intentaría entrar en la cueva para ver el Arca. Este fue el milagro número cinco.
Ron llevó una cámara fotográfica instantánea a la cueva y fotografió el Arca. Al
revelarla inmediatamente, se encontró con que la película estaba nublada, no por
completo sino solamente sobre la parte donde estaba el Arca. Entonces intentó con su
cámara de 35 mm, y cuando estas tomas fueron reveladas, al igual que las instantáneas
aparecían nubladas. Luego se usó una cámara de vídeo donde se apreciaba el mismo
efecto. Algunas cosas extrañas sucedían para impedir que el mundo viera el Arca. Este
fue el milagro número seis. Yo he visto todo el vídeo y todo esta nítido excepto donde
descansa el Arca, y delante de ésta hay un áurea dorada. Ron ha dibujado a lápiz un
boceto de lo que vio, y los querubines son de forma humana con alas extendidas sobre el
Arca.
En esta etapa, un oficial judío repentinamente decidió cesar todo auspicio al trabajo
en el lugar. Fue un duro golpe, Ron y sus amigos rogaban que Dios pudiera predominar. La
oración fue contestada casi de inmediato, el oficial tuvo un ataque de corazón y murió.
Este fue el milagro número siete.
Otro hombre mostró gran curiosidad e interés en lo que estaba sucediendo y trató de
forzar a Ron para saber lo que estaba haciendo y dónde estaba trabajando, pero Ron
rehusó divulgar cualquier información al respecto. Sin embargo, este hombre estaba
decidido y siguió solapadamente al grupo hasta que vio lo que estaban haciendo. Llamó a
una rueda de prensa para las 9 horas de la mañana siguiente, se preparó para divulgar
abiertamente el secreto. Pero a la siguiente mañana a la hora 8, fue encontrado
muerto en un camino, en un charco de sangre, habiendo sido baleado por la OLP
(Organización para la liberación de Palestina) en un hecho sin conexión alguna. Este
fue el milagro número ocho.
Cuando las autoridades judías fueron advertidas del hallazgo, fueron puestas en una
posición muy difícil. Habían estado sustentando dentro del territorio extremistas
religiosos quienes no conocerían límites si les fuera posible ver el Arca, y saber que
era auténtica. Ya se habían registrado atentados para detonar la Cúpula de la Roca, que
descansa sobre el sagrado sitio árabe donde fue Abraham para sacrificar a su hijo Isaac.
Esta mezquita descansa en la plataforma del templo, y muchos judíos hubieran hecho
cualquier cosa para quitarla de allí, y habrían construido un nuevo Templo en ese lugar.
El descubrimiento del Arca hubiera sido el más singular evento para instarlos a toda
costa, pero absorberían al Medio Este en una "guerra santa" de un inimaginable
horror y devastación.
El resultado fue que el Parlamento israelí pidió a Ron que construyera una puerta en
la cueva, que la cubriera con tierra y que plantara arbustos para disimular el lugar. Y
así ha permanecido por los últimos catorce años. No tengo idea de lo que los Israelíes
tienen en mente para este año, pero si deciden hacer pública el Arca, entonces encabezo
el asombro de lo que sucederá. ¿Lo permitirá el Señor? Los extraños acontecimientos
hasta aquí indican que Dios está aún muy interesado en la conservación de Su santo
objeto.
Pero a pesar de que hemos llegado tan lejos, la historia no termina aquí. Mencioné
anteriormente que había una rajadura en la roca en el lado izquierdo del hueco del pilar
del medio, una grieta producida por un terremoto. Fue solamente cuando Ron Wyatt
investigó el Arca del Testimonio en más detalle que se dio cuenta de lo que estaba
viendo. Justo encima del lado izquierdo del propiciatorio el techo de la cámara mostraba
una gran fisura, y dentro de esta fisura había grandes cantidades de sangre humana
resecada. Además de esto, en el propiciatorio mismo había una gran cantidad de sangre
seca. Cuando se tomaron medidas, se encontró que la grieta en el hueco del pilar se
dirigía hacia la fisura de abajo, por lo tanto era posible que la sangre chorreara
a través de ésta.
Se recordará que DESPÚES que Jesús hubo muerto, y el terremoto rasgó las rocas, un
soldado romano atravesó el costado del Señor con una lanza. Es de suponer que la lanza
se adentró hasta el corazón o el bazo del Señor, porque "sangre y agua"
fluyeron. El Señor había muerto de una ruptura de corazón, destrozado por la agonía de
acarrear sobre sí el peso de los pecados de este mundo. Su muerte no fue la muerte normal
de alguien que había sido crucificado. A los dos ladrones se les quebraron las piernas
para acelerarles la muerte, acto imprescindible para acatar la legislación judía, de que
ningún hombre debería permanecer allí en el día de reposo, el cual debía comenzar
alrededor de las 6 de la tarde de ese día.
Y así fue como Dios el Padre rasgó las rocas para abrir un camino para que la sangre
de Su Hijo fluyera desde la laceración de la lanza, a través de la fisura recientemente
formada, sobre el propiciatorio mismo. Ahora sólo pensemos en esto por un momento.
Jeremías depositó el Arca en la cueva aproximadamente seis siglos AC con absolutamente
ningún conocimiento de los sucesos que ocurrirían en un Viernes Santo. Los romanos que
agujerearon lo huecos para los pilares no tenían el más mínimo conocimiento de lo que
yacía debajo de sus pies, ni de que estaban ubicando el agujero central exactamente en el
lugar justo. Y hasta que el Señor hubo muerto, no había forma para que la sangre fluyera
hacia adentro porque no había una fisura. Pero estas asombrosas coincidencias realmente
sucedieron. Si, son coincidencias, porque todo tuvo que COINCIDIR exactamente para que
sucediera, pero no hubo nunca un designio humano - fue enteramente el trabajo del Dios en
los Cielos, quien conocía el fin desde el principio, y dispuso que todo sucediera de esta
forma. Este es el milagro número nueve, y es el "milagro de los milagros". En
Hebreos 10:4-7 y 9:12 leemos: "Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos
no puede quitar los pecados, ... mas me preparaste cuerpo... entonces dije: He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad". "Sino por su propia sangre, entró una
vez para siempre en el Lugar Santísimo habiendo obtenido eterna redención".
Con ninguno de los sacrificios del Antiguo Testamento fue posible quitar el pecado.
Sólo la sangre del hijo de Dios podía hacerlo. Pero los hijos de Israel fueron aceptados
como resultado de sus sacrificios en virtud de la fe en la palabra hablada por Dios, y en
la doctrina del sacrificio. Puesto que Jesús fue el Cordero sacrificado desde la
fundación del mundo en la presciencia de Dios, fue posible que Dios aceptara el
sacrificio de su pueblo aún antes de que Cristo viniera al mundo. El Calvario fue el
Centro de la Historia. Ellos miraron hacia adelante. Nosotros miramos hacia atrás. Cada
acto en fe, unos en espera, otros en recuerdo.
Antes de que Ron cerrara la cueva, tomó una muestra de la sangre seca que había
permanecido imperturbable por cerca de 2000 años y la llevó al laboratorio para
analizar. Usando un microscopio electrónico fue posible encontrar el contenido
cromosómico de la sangre. Ron lo describe en su discurso en Nashville, diciendo que la
sangre humana normal contiene 46 cromosomas, 23 de cada progenitor. Los cromosomas X son
femeninos y los cromosomas Y masculinos. Todos los 23 cromosomas de la madre estaban
presentes, pero SOLO UN cromosoma masculino estaba presente, el cromosoma Y, mostrando que
la sangre pertenecía a un hombre, pero que ESE HOMBRE NO TENÍA UN PADRE HUMANO. Este es
el milagro número diez. El Señor ha preservado la sangre hasta que el hombre tuviera los
medios tecnológicos para determinar el contenido cromosómico de la sangre y por
consiguiente probar que el nacimiento virginal no fue un mito, sino TODO UN HECHO.
Estos son los diez milagros relacionados con el descubrimiento del Arca del Testimonio.
Tal vez haya otros que he omitido, no lo sé. Pero ciertamente se ha dado lo suficiente
para proveernos a todos con tal asombrosa prueba adicional del sacrificio de nuestro
Señor y su significado, que todo proselitismo cristiano debe cambiar hacia el interior
del engranaje máximo. Ruego que este pequeño artículo pueda convertirse en una
herramienta útil para usarse al respecto. Por favor, con toda confianza reproduzca este
escrito si es su deseo. Nunca hay ningún derecho de autor sobre nuestros artículos.
Sólo requerimos que se hagan copias COMPLETAS, con la finalidad de que no se
originen ambigüedades.
Ahora me gustaría compartir otras noticias interesantes conectadas con la expresado
anteriormente. Tengo un gran amigo y hermano en Cristo que es un Doctor en Medicina
jubilado. En una emocionante conversación telefónica conmigo hace algún tiempo, él
dijo que el testimonio de Ron Wyatt sobre los cromosomas había causado que se preguntara
si sería posible que alguien tuviera la sangre tan reducida en contenido cromosómico.
Siendo un hombre de fe y acción, se comprometió con el Señor solicitando una evidencia
clara de que todo estaba bien.
No pasaron muchos días antes de que adquiriera el "Nuevo Científico" del 7
de Octubre de 1995, y allí en la página 16 encontró el siguiente encabezado:
EL NIÑO CUYA SANGRE NO TIENE PADRE
¡Apenas podía creer lo que sus ojos veían! El autor, Philip Cohen, citaba un
artículo de David Bonthron y sus colegas de la Universidad de Edimburgo sobre Naturaleza
Genética (Volumen 11, página 164) explicando que se había encontrado a cierto niño de
tres años de edad cuyos glóbulos blancos contenían solamente dos cromosomas X,
indicación del sexo femenino. Para hacer la historia más corta, ellos explicaron que la
probable causa de esto fuera la auto activación de un óvulo sin fertilizar que
posteriormente (un corto tiempo después) llega a fertilizarse en forma normal. El esperma
habría ingresado sólo en una PARTE del óvulo fraccionado, creando en consecuencia este
sumamente inusitado hecho. Bonthron cree que la notable genética de este niño, dependió
de un cierto número de circunstancias altamente inusuales combinadas juntamente, y
además ocurridas en un espacio muy corto de tiempo. "Yo no creo que volvamos a ver
otro caso similar", dijo.
¡Aquí hubo aún otro milagro! Nuestro amigo Doctor ha dado información sobre una
increíblemente extraña condición, sí, pero el tiempo transcurrido entre la oración y
el hallazgo del artículo en el "Nuevo Científico" fue realmente un regalo de
Dios. Los cromosomas de este pequeño niño no se corresponden con los de nuestro Señor,
pero plantean lo que Cohen llamó "partenogénesis parcial", (partenogénesis es
el nombre biológico para el Nacimiento Virginal). Sin embargo, la similitud fue tal que
probó la posibilidad de que exista un ser humano con una considerable reducción en la
cantidad de cromosomas.
Y finalmente, ¿qué hay sobre esos otros casos informados del descubrimiento del Arca
del Testimonio? Dejaré esto para el final, con el propósito de no arruinar la VERDADERA
historia preludiándola con el espurio.
Encontré interesante, casi intrigante, que la película de Steven Spielberg titulada
"Los cazadores del Arca perdida" saliera al conocimiento público en 1981.
Recuerdo haberla visto en ese entonces, y preguntarme qué estaría tratando de decir
Spielberg ya que es de origen judío. Los efectos sobrenaturales que le atribuyó a la
santidad del Arca, tienen ciertamente su paralelo con el hallazgo del Arca real.
Pero más tarde ese mismo año, fue hecho un anuncio por otro grupo, diciendo que
habían localizado el Arca en una cueva en el Monte Nebo, la montaña desde donde Moisés
vio la Tierra Prometida antes de su muerte. Este equipo incluía a Tom Crotser, Jim
Bollinger y al astronauta Jim Irwin. Irwin fue anteriormente entrevistado televisivamente
por Richard Baker de la BBC, quien le preguntó: "¿Qué está haciendo usted
ahora?" Entre otras cosas Irwin dijo: "Estoy ayudando a encontrar el Arca del
Testimonio en Jordania". Pero fue en la publicación de Navidad de 1981 del Far
Eastern Berean donde apareció una cita sacada del Straits Times de Singapur, titulada:
"¡Reclamamos el hallazgo del Arca perdida!".
Es así pues que el 1º de enero de 1982 (al mismo tiempo que Ron Wyatt estaba
abriéndose paso en la cueva) Tom Crotser fue entrevistado por la BBC, donde mostró
fotografías del Arca. Además de esto hubo una cautelosa nota llevada a cabo por el
Jerusalem Post. Ahora muy bien, podemos preguntarnos por qué le fue posible a Crotser
obtener fotografías nítidas, mientras que a Wyatt no. Dejaré que mis lectores
reflexionen al respecto. Casualmente, no he escuchado nada más sobre este hallazgo en el
Monte Nebo, a excepción de que está ubicado en un lugar perteneciente a los gobiernos
vaticano y jordano, siendo éste último inflexible en permitir que nadie trasladara el
objeto.
Un arqueólogo estadounidense llamado David Lutz realizó la siguiente
afirmación:"Un rabino me dijo que este descubrimiento no solamente impulsaría la
construcción del Templo del Monte Moriah en Jerusalén, sino que además marcaría el
final de la Diáspora, la dispersión del pueblo judío. Sería tan influyente como un
mandato oral del Todopoderoso para que todas las personas judías volvieran a su hogar en
la Tierra Prometida. Para los cristianos sería una clara señal de que nos acercamos al
final de esta era y al comienzo del Reino Mesiánico".
No es ninguna maravilla que haya gran ansiedad entre mucha gente, ya sean judíos o
cristianos. Algo asombroso es por qué en el calendario de Dios se fijó este hecho justo
ahora. ¿Estaremos ingresando a la "encrucijada de la historia"? Si es así,
necesitaremos saber qué ruta tomar. No estoy en posición de decir si el gobierno
israelí hará una jugada precisamente ahora, pero los hechos ya han salido a luz y
han sido publicados en una forma bastante amplia, y este hecho en sí mismo está creando
una gran agitación. Está haciéndonos lo que el ángel le hizo a Ron Wyatt -
estimulándonos con gran vigor, más que nunca antes, a estar listos para el regreso del
Señor.
Mucha gente ha redactado esquemas de las profecías. Hay gente que dice que aún hay mucho
para hacer antes de la segunda venida, pero al hacerlo desbaratan la urgencia de las
palabras de nuestro Señor: "Velad y orad porque no sabéis el día ni la hora
- y otra vez os digo, velad". La interpretación de las profecías, principalmente en
la dispensación cristiana, nunca ha sido una tarea fácil, y podríamos estar
privándonos de las cosas propias que necesitamos para "ajustar nuestras
linternas" y prepararnos para estar listos. ¿Quién sabe? Vivimos en días de
una agitación espiritual electrizante, por lo que es necesario "adorar Su
llegada", y "purificarnos aún como Él es puro".
Así pues, ¿qué es el objeto del Monte Nebo? No estoy acusando a Crotser de mentir.
Ciertamente él encontró algo. Pero, ¿qué es? Mi conjetura es que es una RÉPLICA del
Arca verdadera, hecha en los días de Jeremías y depositada en la cueva de acuerdo con
las palabras que encontramos en Macabeos 2: 4-8. ¿Por qué Jeremías haría esto? Porque
era un hombre de gran integridad y respeto hacia el Señor, y vivía entre gente, aún su
PROPIA gente, quienes eran corruptos de corazón. Ellos habrían estado mirando cada uno
de sus movimientos, tratando de saber lo que estaba haciendo. Esto significa que ALGUIEN
podría encontrar el Arca para asaltarla y él no quería que esto sucediera. Por lo tanto
hizo una replica, y la llevó al Monte Nebo. En tal caso, esta réplica aún no ha sido
hallada hasta estos días recientes.
Existe aún otra historia sobre el Arca la cual debe ser mencionada antes de concluir
este escrito. En 1992 Graham Hancock escribió un libro, publicado por William Heinemann,
titulado "The Sign and the Seal" (La Señal y el Sello). Es la narración de sus
viajes por Etiopía en busca del Arca, la que por tradición es mantenida en gran secreto
por gente que tiene una extraña mezcla de judaísmo y cristianismo. Hancock nunca logró
tener acceso al edificio donde se conserva este Arca, que está cuidadosamente custodiada
por un monje de nombre Abba Fameray.
La historia cuenta que el Rey Salomón le engendró un hijo a la reina Saba, cuyo
nombre era Menelao (Menelech), y cuando éste era aún adolescente, viajó a Jerusalén
donde fue muy bien recibido por Salomón, quien le preguntó qué le gustaría llevarse de
regalo a su tierra. "El Arca del Testimonio", dijo él, lo que, por supuesto
impulso una inmediata respuesta negativa. Menelao no quedó complacido con esta negativa,
por lo que reunió a algunos camaradas y en la obscuridad de la noche robaron el Arca y la
llevaron hasta Etiopía, donde ha descansado hasta el día de hoy. Esta historia puede ser
encontrada en la Enciclopedia Británica donde anuncia que el Arca descansa ahora en una
localidad llamada Axum. Esta es una anécdota sumamente improbable, y hubiera sido la
mayor vergüenza para los hijos de Israel si descubrían que el Arca había sido robada.
Sin lugar a dudas una "guerra santa" hubiera sido levantada por Salomón
para recuperar este invaluable tesoro. Pero no. No hay mención alguna en ningún lado,
excepto en Etiopía.
Así ¿qué es lo que ELLOS tienen en esa tierra, que han custodiado tan
cuidadosamente? Yo creo que podría ser otra replica, no realizada en los días de
Salomón, pero sí probablemente en los días de Jeremías o por allí cerca.
La curiosidad y ansiedad continúan creciendo desde que Jonathan Gray y Ron Wyatt
comenzaron a publicar los resultados de su trabajo arqueológico de los últimos 14 años.
Nuestra publicación número 78 ha sido solicitada como pan caliente por un gran número
de fuentes, mientras que otras las han fotocopiado ellos mismos. Como resultado estamos
siendo ahora contactados por numerosos nuevos amigos. Ayer recibimos la última
actualización de Jonathan Gray en la que él escribe su propia narración del trabajo de
Ron Wyatt, la que reproducimos aquí en forma completa, sabiendo que el Señor tiene un
propósito de RESTAURACIÓN Y ELEVACIÓN unido al escenario en conjunto. Si usted desea
suscribirse a UPDATE, por favor contáctese con THE ADVENT TRUTH, P.O. Box 41, Derby, DEI
9ZR, si desea contactarse telefónicamente, el número es 01332 832 808. Pregunte por
Manjit Biant o Emma Keogh.
LA HISTORIA HASTA EL MOMENTO:
En el transcurso de la búsqueda de la original "Cueva de Jeremías"
debajo del monte del Calvario en Jerusalén, un equipo arqueológico dirigido por Ron
Wyatt descubrió "las incisiones exteriores de la crucifixión" dónde se
habían sujetado placas para mensajes. El equipo también encontró huecos para las cruces
abajo de los nichos de las placas. En el más alto, el hueco para la cruz central, una
grieta había abierto la roca, aparentemente en un terremoto.
Los restos de una edificación del primer siglo guardaron como reliquia tanto la
cornisa de la crucifixión como una gran piedra perteneciente al sello de una tumba
cercana. Sin embargo el propósito de las excavaciones, la Cueva de Jeremías, aún
eludía su descubrimiento.
Mientras las excavaciones continuaron, ocurrieron una serie de eventos, para no decir
más, fueron admirables.
EL OBISPO OBSTRUCTOR
En una etapa hasta nueve personas estuvieron trabajando en el lugar. Una parte esencial
de la excavación invadió una propiedad contigua. Esta tierra era propiedad de un
extranjero y administrada por un consejo presidido por un obispo. En este particular
momento en cuestión, Ron estaba trabajando en el lugar solo, cuando escuchó las
siguientes palabras de la boca del obispo: "USTED NO CONTINUARÁ". Estas
noticias fueron aplastantes. La penetración en la colina de su propiedad era crucial en
la continuación del proyecto. El problema estaba ahora fuera de control humano. Solamente
Dios podía resolverlo. Ron le dijo a algunos fieles amigos que volvieran a su
hogar. Ellos comenzaron a orar: "Señor, si este obispo va a impedir tu trabajo,
¿podrías por favor alejarlo?" Una semana más tarde el hombre falleció. Al mes, un
nuevo Director fue nombrado. Y este caballero envió las palabras: "USTED PUEDE
CONTINUAR".
EXCAVANDO - SIN ENCONTRAR LA CUEVA
El equipo había estado trabajando hasta ahora cerca de dos años. Entre otros
compromisos, sólo podían venir unas pocas semanas varias veces en el año. Sin embargo,
se hicieron algunos hallazgos maravillosos, que fueron reportados en detalle a las
autoridades. Les fue permitido mantener algunos objetos que parecían no tener un valor
significativo. Pero Ron se estaba poniendo ansioso. Una tardecita, los muchachos se
sentaron a terminar su comida. Danny habló: "Bueno, hemos explorado toda la
superficie de la pendiente". "No hay señal de la cueva o del túnel".
"¿Qué hacemos ahora?"
"Si el Arca está en ese sitio", dijo Ron, "seguramente estará escondida
en una cueva. Siento la impresión de que deberíamos atravesar exactamente la superficie
de la roca".
"Estoy de acuerdo" respondió Ronny.
"Hay un problema" reconoció Ron. "¿Se dan cuenta de la dureza de la
roca? Sería un trabajo extremadamente dificultoso. Tendríamos que usar martillos y
cinceles".
Danny se quedó pensando profundamente. Luego habló nuevamente. "Está bien,
estoy listo. Pienso que deberíamos seguir adelante y tratar de atravesarla como
sea".
Así pues, eventualmente estaba decidido. Después de todo, abrirse paso a través de
la superficie era la única opción que quedaba. Al día siguiente comenzaron.
Para su alivio, no pasó mucho tiempo antes de que pudieran abrirse paso en la roca
hasta un espacio abierto. Gradualmente fueron agrandando el agujero. Detrás de éste
aparecía una cueva. Los hombres entraron arrastrándose por la abertura. Pronto
estuvieron parados dentro de una cueva de aproximadamente 15 pies de altura (4 y 1/2
metros) y una medida similar de ancho.
DENTRO DEL MONTE MORIAH
"¿Te diste cuenta?" exclamó Danny. "¡En realidad estamos parados
DENTRO del Monte Moriah!"
Pero si esperaban encontrar algo que valiera la pena a sus sufrimientos, no fue así. Más
de dos años habían pasado en el exterior de la cueva, en frente al acantilado, excavando
en la tierra y descubriendo objetos y estructuras casi a diario. Ahora estaban dentro de
la montaña, en esta caverna y estaba desértica. Sintieron una dulce desilusión.
De acuerdo, continuarían explorando. Sucedió que esta cueva era solamente una parte
muy pequeña de un extenso panal de cuevas y túneles naturales dentro de la montaña.
El siguiente año pasó, explorando de vez en cuando muchas de esas cavidades. Pero no
había evidencia clara de alguna presencia humana. Para incrementar las dificultades,
estos túneles no estaban conectados entre sí. Por lo tanto pasaron muchas horas
cincelando a través de las paredes de las cuevas en busca de túneles adyacentes. Cada
vez que encontraban los tales túneles, estaban vacíos.
El siguiente invierno, mientras el tercer año se acercaba al final, los hombres se
dirigieron de regreso a sus hogares en Jerusalén. A pesar de que estaría frío a la
intemperie, ellos sabían que el sistema de la cueva mantenía una temperatura constante a
lo largo del año.
LA "PROMESA"
Mas Ron comenzaba a preguntarse si habría estado perdiendo su tiempo. ¿Habría mal
interpretado lo que debía hacer? Tenía toda la certeza de que Dios contesta nuestras
fervorosas oraciones. Había experimentado tantas evidencias específicas de oraciones
contestadas, que esta vez oró fervorosamente una vez más. Pidió saber qué debía hacer
antes de comenzar su viaje. Como la mayoría de nosotros, Ron nunca había escuchado la
voz de Dios en forma audible. Simplemente oraba sobre lo que debía hacer y entonces
algunas veces recibía una "impresión".
Y esta vez, mientras oraba, acudió a su mente la convicción de que debía encontrar
el Arca del Testimonio en ese viaje. Ron creyó con todo su corazón que esta era una
verdadera promesa proveniente del Único que puede hacer una promesa tal y mantenerla.
Sin embargo, las cosas no podían estar peor. Danny y Ronny contrajeron síntomas de
neumonía y cada uno regresó a su casa por unos días. El propio Ron estaba muy enfermo -
aunque mucho más empeñado (o terco). Continuó trabajando.
Cada año que pasaba el equipo incluía más lugareños, quienes acarreaban toneladas
de tierra y desperdicios. La condición impuesta al equipo para poder excavar era que
deberían restaurar completamente la superficie del terreno antes de partir.
Uno de los jóvenes locales había mostrado ser muy honesto y confiable, lo llamaremos
"Rafat" para proteger su identidad y la de su familia. Ya que este joven era
pequeño y delgado, era el candidato ideal para abrirse paso en los angostos túneles de
la excavación.
EXPLORADOR SUBTERRÁNEO
Explorando cada uno de los rincones, los miembros del equipo iban detrás de cada nuevo
túnel. Cuando encontraban una pequeña abertura, Ron la agrandaba lo suficiente como para
que Rafat se arrastrara a través de ella. Rafat se adelantaba, la revisaba y al salir
entregaba un reporte de todo lo que había visto.
Fueron detrás de un pasadizo particularmente dificultoso que los llevó a través de
una "chimenea". Éste continuaba en línea recta hasta conectarse con un túnel
tan estrecho que Ron tuvo que exhalar para pasar zigzagueándose. Tuvo que dejar aún de
respirar, porque cuando tomaba aire, el pasadizo se hacía tan estrecho que sus pulmones
no se podían llenar completamente.
Llegaron a un área más ancha donde Ron vio una pequeña abertura en la pared del
pasadizo. Directamente en frente del hueco había una estalactita de aproximadamente 16
pulgadas de largo (40 cm). Parecía como si estuviera "custodiando" la abertura.
Sacó la estalactita de un golpe (y terminó llevándosela a su casa donde la conserva
hasta el día de hoy).
Apretando su cara contra el pequeño hueco, no le fue posible ver nada. Ahora había
que tomarse el tiempo para agrandar el hueco, así que lo miraba fijamente. Pero todo lo
que pudo ver con la ayuda de su linterna fue una cámara llena de piedras. Éstas eran del
tamaño de un puño y más grandes. Las piedras estaban apiladas hasta 18 pulgadas del
techo. Parecía haber algo de esperanza aquí dentro, más Ron se había propuesto no
dejar una sola posibilidad sin explorar en este viaje. Por lo tanto agrandó el agujero lo
suficiente como para que Rafat se arrastrara a través de él.
PAVOR EN SU ROSTRO
Momentos después de haberse arrastrado en la estrecha abertura, Rafat salió
frenéticamente cayéndose de espaldas. "¿Que hay allí dentro?" "¿Que
hay allí dentro?" gritaba. "No volveré a entrar". Estaba temblando y
convulsionado. En sus ojos había un total y completo terror.
¡Sin embargo Rafat dijo no haber visto nada! Lo que sea que haya experimentado fue
sombrío y real, y desde que dejó esa cámara y todo el sistema de cuevas, jamás
regreso.
¿Qué habrá sido lo que Rafat sintió? Ron no le hubiera echado otra mirada a esa
cámara de no haber sido por el terror de Rafat. Ahora Ron estaba cautelosamente ansioso.
Tomó su martillo y cincel para agrandar el hueco. Luego se arrastró a través de él.
DENTRO DE LA CÁMARA
Tan sólo 18 pulgadas de espacio libre - era todo lo que tenia. Se acostó boca abajo,
avanzando poco a poco con nada más que la linterna en su mano.
Con la reacción de Rafat dándole vueltas en la cabeza, Ron miró deliberadamente su
reloj. Eran las 2 de la tarde del miércoles 6 de enero.
DEBAJO DE LAS PIEDRAS
Un atrevido rayo de luz brilló sobre la enorme pila de piedras. Algo brillante
captó su atención. Empezó a remover las piedras una a la vez. Fue un trabajo lento. Y
justo debajo de las piedras había tablones de madera seca corroídos, y debajo de éstos
había restos de pieles de animales. Al remover las pieles se convirtieron en polvo.
Las pieles de animales yacían sobre una mesa enchapada en oro con una moldura saliente
a su alrededor. La moldura consistía de un patrón alternativo de una campana y una
granada.
Su corazón palpitaba a toda prisa. Él sabía lo que estaba viendo. ¡Era un objeto
del primer Templo! El Templo de Salomón.
El espacio allí era tan restringido, que no pudo descubrir toda la mesa. Pero sí la
examinó de cerca por un largo rato. Finalmente, Ron concluyó que esa era la Mesa del Pan
de la Proposición descrita en el libro de Levíticos - y construida en el año 1446 AC.
UNA GRIETA EN EL TECHO PRODUCIDA POR UN TERREMOTO
Con la adrenalina corriendo por sus venas y con creciente expectación, Ron examinó la
cámara para ver qué más podía ver, lo que no fue mucho. Alumbró a su alrededor con la
linterna sobre las piedras y luego hacia arriba, hacia el techo. Adelante, algo captó su
interés. Era una rajadura en el techo, con una substancia negra dentro de la misma.
UNA CAJA DE PIEDRA
Gateando lenta y penosamente sobre las piedras se dirigió al final de la cámara,
donde vio una caja de piedra extendida sobre las rocas. Tenía una piedra chata en la
parte superior que estaba partida completamente en dos. La parte mas pequeña de la tapa
estaba corrida a un costado, formando una abertura en la caja de piedra.
No le fue posible mirar adentro porque la parte superior de la caja estaba muy cerca
del techo. Sin embargo era sabido lo que había en su interior. La parte quebrada de la
tapa donde estaba abierta, estaba directamente debajo de la rajadura en el techo. Y la
sustancia negra había caído desde la rajadura hasta la cueva. Él sabía esto, porque la
tapa de la caja había sido salpicada con parte de esta sustancia.
EL SIGNIFICADO DE ESTO
Fue en este preciso momento que todas las piezas se colocaron en su lugar.
Inmediatamente Ron se dio cuenta de lo que estaba sucediendo aquí. La grieta encontrada
en la superficie en el hueco de la cruz (ahora muchos pies encima de él) - justo
aquí en este techo estaba el final de esa grieta. Y la sustancia negra era sangre, la
cual había caído a través de la grieta dentro de la caja de piedra.
Ahora él SABÍA que el Arca se encontraba dentro de esa caja de piedra. Pero la más
sobrecogedora realidad era que la sangre de Jesucristo había caído realmente sobre el
Propiciatorio.
Fue en este instante, con este descubrimiento instantáneo de lo sucedido, que Ron se
desmayó.
Eran las 2:45 de la tarde cuando volvió en sí - unos 45 minutos después de haber
entrado en la cámara.
Mas él se había convertido en el primer testigo moderno del acontecimiento mas
impresionante de la historia.
Cuánto sabía él ahora de por qué el equipo había necesitado PRIMERAMENTE esos tres
años de excavaciones - antes de encontrar esta cámara, tres años de desvíos en los
cuales muchas veces se sintieron inútiles. Si ellos hubieran encontrado en un principio
la entrada correcta a la cámara, nunca hubieran tenido que cavar en otro lugar ni hallado
los nichos, ni la elevación del hueco de la cruz con la rajadura producida por el
terremoto, ni la piedra que selló la tumba. Hubieran entrado a la cámara del Arca sin
reconocer todo lo sucedido allí.
PROMESA CUMPLIDA
Sí, la promesa de que Ron encontraría el Arca del Testimonio en este viaje estaba
cumplida; ahora él creía que había sido honrado; aún cuando no había puesto aún sus
ojos sobre ella. Durante su frustración e incorformidad, Ron recibió otra
"impresión" MUY fuerte. "Sólo te prometí que la ENCONTRARÍAS".
"Saldrá a luz cuando sea el momento justo".
Las condiciones de la cámara, completamente llena hasta 18 pulgadas del techo, hacían
imposible que Ron hiciera alguna otra cosa. No veía la posibilidad de sacar algo de la
cueva a menos que se encontrara la entrada original por la cual los objetos habían sido
entrados.
Ron volvió hacia atrás para salir del pequeño hueco y volver a través de esa
tortuosa serie de túneles. Luego selló la entrada con una gran piedra. Nadie que mirara
ese pasadizo pensaría que terminaría en un abrupto final. Sin embargo, Ron podría
remover fácilmente la piedra cuando regresara nuevamente.
El arqueólogo no informó su experiencia a nadie en ese momento. Su mente aún le daba
vueltas con todo lo sucedido. Necesitaba tiempo para pensar. Su plan había sido encontrar
el Arca y sacarla a la luz, pero ahora esto parecía imposible.
INTENTO DE FOTOGRAFIAR
Más tarde, insertando un largo palo a través de la abertura en la caja de piedra, Ron
intentó fotografiar el Arca con una cámara Polaroid, con una de 35 mm y con una de
vídeo. En todos los casos las fotografías quedaron emblanquecidas con un completo
manchón. Por lo tanto concluyó que simplemente no se concebía que tomara fotografías.
(Su esposa, Mary Nell, escribió: "Él entendió mas tarde por qué, en ese
momento, estaba tan temeroso de compartir su información, lo que podría haber causado
serios problemas si se hubiera contactado con personas indeseables que a lo largo de los
años hubieran VISTO que este objeto de oro sólido REALMENTE existía. Recordemos cómo
la tumba de la esposa de Noé fue saqueada"). Estás en lo correcto, Mary Nell.
Tres de los involucrados en la excavación del Arca del Testimonio han estado conmigo
en otras expediciones.
Uno de ellos es Bob Murrell. Bob ayudó en las excavaciones del Arca del Testimonio en
tres oportunidades. A pesar de que Bob no siempre estaba de acuerdo con las metodologías
arqueológicas de Ron (lo cual se lo decía directamente), había algo en este proyecto
que Bob no discutía. Bob estaba completamente seguro de que esta era el Arca del
Testimonio. ¡Qué asombroso!.
Bob había visto las alas de los querubines sobre la caja con sus propios ojos. "Esto
es algo real", insistía Bob.
INFORME A LAS AUTORIDADES ISRAELÍES
Ron hizo unos cuantos viajes mas el interior de la cámara. A la larga informó a las
autoridades lo que había encontrado.
Tal vez, incapaces de creer lo que Ron les contó sobre su hallazgo, o tal vez
considerando los problemas que esto podría causar al hacerse público, sus superiores le
dijeron que no le contara a nadie sobre este descubrimiento.
Era muy tarde para eso, Ron confesó que ya se lo había contado a algunas
personas.
Comprendiendo que "lo hecho, hecho está", le ordenaron no revelar ningún
otro detalle más de lo que ya había revelado.
Por esta razón, no podemos ser específicos en el siguiente relato.
ENTREGA DE PRUEBAS
Algún tiempo después, a Ron le fue posible presentar a las autoridades algo de las
excavaciones, las que se convencieron de que ciertamente él había encontrado
algunos objetos del primer Templo.
Las autoridades Israelíes decidieron entonces probar la reacción del público.
(Relataremos este evento en la siguiente edición de esta serie).
CONSTATANDO LA PRESENCIA DEL ARCA
En una de sus entradas subsiguientes a la cámara, Ron llevó un pequeño taladro usado
por cirujanos ortopedistas, así como un colonscopio (usado para mirar dentro del cuerpo
humano). Quería asegurarse de que el Arca del Testimonio estaba realmente dentro de la
caja de piedra.
Para su consternación, el taladro no pudo penetrar la dura piedra de la caja. Por lo
que tuvo que recurrir a su viejo y querido cincel y a su martillo. Golpeó la punta un
poco, luego giró la barrena, luego martilló nuevamente y giró. Siguió haciendo esto
hasta que tuvo un hoyo de aproximadamente 5/8 pulgadas de espesor en la caja de piedra. A
través de este pequeño hueco insertó el colonscopio. Éste tenía una fuente poderosa
de luz. Lo dirigió hacia abajo, rotando el lente hasta que vio lo que reconocía como la
parte inferior de la corona moldeada alrededor de la parte superior de la tapa (el
Propiciatorio). Luego vio la parte lateral, chata y de oro.
El colonscopio tenía sus limitaciones y solamente permitía ver una pequeña área a
la vez. Además el ángulo de rotación era pequeño, por lo que Ron no podía ver gran
cantidad. Sin embargo vio lo suficiente como para SABER que ésta era el Arca.
EN LO PROFUNDO DE LA GRIETA
En una expedición posterior, otro miembro del equipo se sentó arriba en lo alto del
hueco de la cruz donde estaba la rajadura producida por el terremoto. Ron, dentro de la
cámara, comenzó a pasar una cinta métrica a través de la grieta en el techo.
Finalmente ésta salió en el agujero de la cruz. El otro hombre la agarró para comprobar
que traspasaba la grieta. Descubrieron entonces que la grieta se extendía a lo largo de
20 pies (6 metros) en la roca sólida.
OBJETOS EN LA CUEVA
La cámara en sí tenía 22 pies (7 metros) de largo por 12 pies (4 metros) en los dos
costados. Los otros dos costados seguían la línea de la superficie de la montaña,
estrechando la cámara en una esquina. La cámara tenía aproximadamente 8 pies (2 y 1/2
metros) de alto con un techo chato.
Los objetos de la cámara que pueden ser confidencialmente identificados son: El Arca
del Testimonio en una caja de piedra, la Mesa del Pan de la Proposición, el Altar de Oro
del Incienso, el Incensario de oro y el candelabro de 7 brazos. Este último objeto no
tenía velas, pero sí pequeñas lámparas de aceite de oro en forma de arcos dentro de
los extremos del candelabro. Otros objetos en la cueva eran: una espada muy larga, un
Efod, un Mitre con terminaciones de marfil en los extremos, una pesa de un ciclo de
bronce, numerosas lámparas de aceite y un anillo de bronce que parecería usarse para
colgar una cortina o algo similar. Había más objetos en la cueva que no han sido
identificados positivamente. Todos estos objetos fueron cubiertos con los troncos secos y
las oscuras pieles de animales, encima de las cuales había tirantes de madera secos y
corroídos, sobre los cuales había una gran cantidad de piedras amontonadas.
EL ARCA DEL TESTIMONIO
El Arca está descrita en Éxodo 25:17-21. Estaba hecha de madera revestida de oro. El
Propiciatorio y los querubines eran de una sola pieza de oro sólido.
Diversos relatos antiguos describen las alas de los querubines como alzadas por encima
de sus cabezas o al mismo nivel de éstas. Más aún, la traducción de las palabras
"hacia arriba", "en alto" o "por encima" (en hebreo
lema'lah) en Éxodo 25:20 y 37:9 de hecho indican que las alas estaban extendidas
horizontalmente cerca de sus cabezas.
Jim Pinkoski ha dibujado abajo lo que Ron vio en la cámara dentro de la cueva. Como se
puede observar, no se asemeja a las ideas predominantes de cómo se veía el Arca. El
boceto central muestra cómo el Propiciatorio encaja sobre el Arca la cual contiene las
Tablas de Piedra.
El Propiciatorio es de 9 pulgadas (22 cm) de espesor. El boceto en el círculo debajo
es un primer plano de la moldura en forma de corona alrededor de los bordes del
Propiciatorio. Esto tiene aproximadamente de 2 a 2 y 1/2 pulgadas de alto. Tiene como
adorno campanas y granadas alternadas.
Las Tablas de Piedra están aún dentro del Arca, debajo del Propiciatorio. En la parte
trasera del Arca hay una pequeña caseta abierta que aún contiene el "Libro de la
Ley" y es probablemente el mismo que escribió el propio Moisés. Para el asombro de
Ron, el libro de Génesis no estaba allí - solamente Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio. Esto era asombroso. Ron encontró que los Rollos, escritos en pieles de
animales, están en perfectas condiciones aún hoy día.
LÁMPARAS MUESTRAN LA DIRECCIÓN DE LA CORRIENTE DE AIRE
Los hombres que llevaron estos objetos del Templo a la cámara sellaron la entrada
original. Cerca de esta entrada sellada, Ron encontró un total de 7 lámparas de aceite
que habían sido dejadas atrás. El hollín en las lámparas y las piedras que ellos
pusieron encima muestran claramente la dirección de la corriente de aire que los seguía
al acercarse al túnel.
Una de esas lámparas está excesivamente adornada. Exhibe características asirias, lo
cual es coherente con la influencia cultural en Judea en el tiempo justamente previo al
sitio babilónico de Jerusalén. La imagen (a la derecha) de esta lámpara en particular
no fue tomada con una cámara porque no se apreciaría bien su diseño en una fotografía.
Esta imagen fue hecha poniendo la lámpara en una fotocopiadora.
SELLANDO EL PASADIZO
Ron aprendió del modo mas difícil lo importante que es ser cuidadoso con quién se
comparte la información. Han habido numerosas experiencias con gente que pudo haber
ocasionado un desastre, lo que no sucedió por intervención divina.
Un conocido evangélico estadounidense, tropezó un día con las excavaciones. Creyendo
que el hombre era honesto, Ron le contó lo que estaba buscando y aún lo invitó a
bajar y entrar en la cueva. El visitante hizo grandes promesas de colaboración. Más
tarde, luego de que Ron se había ido a su casa, un grupo de gente asociada con el
evangélico se dirigió al lugar, diciéndole a las autoridades que eran parte de la
expedición de Ron y que él se uniría a ellos en unos pocos días más (lo que era
falso). Entraron en el sistema de cuevas y comenzaron a cavar. Cuando las paredes de la
cueva se derrumbaron sobre ellos, prácticamente fueron enterrados vivos. Rápidamente
empacaron y se fueron a su casa. Toda la sección derrumbada tuvo que ser excavada
nuevamente.
SELLADO DEL TÚNEL
Éste y otros incidentes llevaron a nuestro equipo a sellar el túnel que dirigía a la
cámara. De todos modos, sería imposible sacar de la cámara cualquier objeto grande a
través de este pasaje.
EN BUSCA DE LA ENTRADA ORIGINAL
Antes de sellar permanentemente el túnel, Ron entró nuevamente a la cámara del Arca
y abrió la entrada original (detrás de la cual fueron encontradas las 7 lámparas de
aceite), para ver si podía rastrear el pasaje original desde la parte final hasta su
origen. En el otro lado de la entrada bloqueada encontró un gran túnel que se extendía
en ambas direcciones. Pero cada dirección estaba completamente bloqueada con grandes
piedras.
¿Cuál de estos fue el pasaje tomado por aquellos hombres, quienes, 2500 años
atrás, pusieron los objetos en la cámara?
Algún tiempo después, una interface de radar detectaría por debajo de la superficie
un túnel vacío cruzando desde el interior de la Antigua Ciudad hasta el lugar del
Calvario, a una profundidad de probablemente unos 20 pies por debajo del camino.
Posteriormente, Ron encontró la entrada a un túnel que se extendía desde una cantera
subterránea en la parte musulmana de la ciudad. La cantera es conocida como "La
cueva de Zedequías". Luego de unos pocos pies, la entrada estaba obstruida por
grandes rocas y mugre. Parecía que alguien había tratado de camuflar el hecho de que
había un túnel bloqueado, y se hacía aparentar como tierra y piedras naturalmente
puestas allí.
EXCAVANDO DIRECTAMENTE HACIA ABAJO
Como último recurso, se intentó excavar un eje a través de la roca sólida hasta la
Cámara del Arca. Lo peligroso era que si ese eje entraba en la cueva podría dañar
algunos objetos de la cámara. O que luego del esfuerzo enorme, erraran a la cámara.
Pero en uno de los viajes, luego que el equipo principal de la excavación se había
retirado a sus casas, Ron y otros dos comenzaron a taladrar. Usaron ahora taladros y
martillos perforadores y, luego de muchos tropiezos, avanzaron aproximadamente 10 pies de
piedra caliza sólida. Pero el final no aparecía a la vista en ningún lado. La
frustración creció debido al tremendo esfuerzo y costo realizado, aparentemente sin
resultado alguno.
UNA PERCEPCIÓN DE INDIGNIDAD
De todos los proyectos que hemos emprendido, fue en éste que el sentimiento de
indignidad de Ron estuvo siempre presente. El recordaba vívidamente los ejemplos en la
Biblia, de los hombre que hicieron una tarea para Dios pero que en un tiempo u otro
fracasaron de alguna manera (como cuando Moisés incumplió un mandamiento divino y le
costó el privilegio de liderar a los israelitas hasta la Tierra Prometida). Ron era muy
consciente de cuán serias podían ser las consecuencias si permitía que sus
acciones o motivaciones fueran en contra de la voluntad de Dios. Comenzaba a preguntarse
si ¿no le habría fallado al Señor de alguna manera? Ciertamente Dios no lo necesitaba a
él para que el trabajo fuera hecho. Siempre podría encontrar a algún otro. Ya hacía
más de diez años desde que había encontrado el Arca por primera vez. Ron
sintió que sus esfuerzos desde entonces no habían sido amortizados. ¿Se habría
escapado del trabajo y no lo sabía?
VAYA A SABER QUE "HOMBRE"
Luego Ron tuvo una experiencia que cambió su vida. Eran tres los del equipo que
trabajaban ese día. Uno estaba perforando el eje. Ron estaba abajo en el área del foso
excavado en frente del borde del acantilado, trabajando en la exploración con el radar.
El tercero estaba sentado cerca a la sombra de un gran arbusto, comiendo su almuerzo.
"Dios te bendiga en lo que estas haciendo".
Ron giró a su alrededor y vio, detrás suyo, a un hombre importante, alto y
delgado de cabello oscuro. Llevaba puesta una túnica y su cabeza cubierta en forma
similar a lo usado en los tiempos bíblicos, excepto que su ropa era de un blanco puro.
"Dios te bendiga en lo que estás haciendo", dijo el extraño.
Una sorprendente declaración, ya que virtualmente nadie sabía lo que él estaba
haciendo.
"¿Es usted de los alrededores?" preguntó Ron, tratando de ser atento.
El hombre contestó simplemente "No". Luego permaneció en silencio.
"¿Es usted un turista?" preguntó Ron.
El extraño contestó "No". Luego más silencio.
Luego la figura de blanco dijo: "Voy en mi camino desde Sudáfrica a la Nueva
Jerusalén".
Ron estaba tan sorprendido que no pudo decir nada, sólo fijó sus ojos en él.
Luego el extraño habló nuevamente: "Dios te bendiga en lo que estás
haciendo aquí". Entonces se dio vuelta y se marchó caminando.
Después de un momento, el otro hombre que estaba comiendo su almuerzo (quien debido a
los arbustos no pudo ver al visitante) dijo: "Ron, ¿piensas que hemos estado
hablando con un ángel?"
Ron contestó: "Como mínimo..." Ron estaba conmocionado. Recuperando su
compostura, tropezó con el banco y preguntó a los lugareños que trabajaban a lo largo
del ÚNICO camino que alguien podría tomar en ese área.
"¿Lo vieron?" dio voces.
"¿A quién?"
"¡A ese hombre!"
NADIE había visto a alguien con esa descripción entrar o salir del predio.
Ron conocía muy bien a los trabajadores y a los proveedores a lo largo del único
camino de acceso. No había dudas al respecto: el extraño vestido de blanco no había
sido visto por nadie más. Ron estaba agradecido de que al menos su compañero de almuerzo
había escuchado la conversación. Al menos él sabía a ciencia cierta que realmente
había sucedido.
Justamente cuando en silencio Ron se había dado por vencido... precisamente cuando
los costos iban en alza (teniendo que pagar todos los gastos del viaje, cerca de
$8000 se fueron por el caño, sin resultados visibles)... cuando estaba frustrado, cansado
y simplemente desgastado, y había perdido la convicción de estar haciendo la voluntad de
Dios... entonces apareció el extraño.
Ya sea que fuera Cristo o un ángel, la experiencia fue suficiente para alentar a Ron
en que sus esfuerzos NO habían sido en vano y que él aún ESTABA en la voluntad de Dios.
Desde ese momento en adelante, nada ha desanimado jamás el empeño de Ron o su
convicción en ese o en cualquier otro proyecto.
PRÓXIMA EDICIÓN
Usted ya sabe lo sucedido hace mucho tiempo a las personas que intentaron tocar el Arca
del Testimonio. En la próxima edición, le contaremos las historias de dos hombres
quienes recientemente trataron de obtener el Arca del Testimonio - y el resultado.
SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR
Recientemente hemos declarado numerosas veces nuestra política sobre los derechos de
autor. Unas pocas palabras más no estarían fuera de lugar.
Básicamente, nosotros creemos que el control de la totalidad del principio del derecho
de autor entre el pueblo de Dios está equivocado. Y con todo, al mismo tiempo respetamos
el hecho de no poder ser de otra manera en el actual mundo de negocios. El problema se
manifiesta principalmente cuando estas dos esferas entran en contacto. Negocios y lucro
son una gran parte de la sociedad de hoy que colisionan con el buen sentido del pueblo de
Dios y embotan sus espíritus en lo que es recto y honorable a Su vista.
Con respecto a nuestros escritos en el Telégrafo profético no hay absolutamente
ningún problema. Nosotros publicamos en forma privada y por lo tanto no hay un control
sobre los derechos de autor, y no ponemos tal derecho de autor en nuestras ediciones.
Cualquier persona es libre de copiar todo lo que producimos. Todo lo que pedimos es lo
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útil continúe pasándolos. Gracias por entendernos respecto a esto.
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Traducido al español por Andrea
Pasolini
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