El genio desconocido
Romeo y Julieta, Hamlet, el rey Lear, Macbeth, Otelo: sus actos y pensamientos se conocen en todo el mundo. Curiosamenfe, se sabe poco acerca de William Shakespeare, el actor y autor que creo estos personajes.
Su legado literario es tal vez el más rico del mundo: 37 obras de teatro, 154 sonetos, dos poemas narrativos y varoes versos. Pero sólo dos de estas obras son irrefutablemente auténticas; no hay cartas o diarios que revelen sus sentimientos personales; de su puño y letra sólo existe una variedad de firmas garabateadas y 147 renglones de una escena para una obra en colaboración, escrita hacia el año 1595 pero suprimida por los censores. Aunque los logros de William Shakespeare como dramaturgo fueron reconocidos por sus contemporáneos, él pensó que serían sus poemas los que le traerían cualquier fama que mereciera. Sus obras completas fueron publicadas sólo siete años después de su muerte, en 1616, y algunos eruditos aún no aceptan que todas ellas hayan sido escritas por él. Los posibles biógrafos sólo cuentan con una serie de detalles difusos para reconstruir su vida.
¿Quién fue Shakespeare?
En el registro parroquial de Stratford-upon-Avon, un pueblo de 20
mil habitantes 34 km al este de Birmingham, Inglaterra, figura,
escrita en latín y fechada el 26 de abril de 1564, una
anotación sobre el bautizo de "Gulielmus, filius Johannes
Shaksper": William, hijo de John Shakespeare. William fue el
tercero (y primer varón) de los ocho hijos que tuvieron Mary
Arden y John Shakespeare, un guantero y ocasionalmente
funcionario local. Posiblemente nació 2 o 3 días antes de su
bautizo. No se sabe nada de la educación de William, pero se
supone que asistió a la primaria de Stratford, donde se
estudiaba en latín. Su formación tal vez incluyó asistir a la
iglesia y estudiar la Biblia intensivamente. A fines de noviembre
o inicios de diciembre de 1582, Shakespeare tenía 18 años y
casó con Anne Hathaway, hija de un próspero granjero y ocho
años mayor que él. Seis meses después tuvieron a su hija
Susanna y en febrero de 1585 tuvieron gemelos: un varón, Hamnet,
y otra niña, Judith. Desde entonces y hasta 1592, en que aparece
en Londres como actor famoso y exitoso dramaturgo, no se sabe
nada de William Shakespeare. Estos son sus siete años perdidos.
¿Quién escribió las obras inmortales? ¿Fue el aristócrata sir Francis Bacon (izq.), el poeta y dramaturgo Ben Jonson (der.) o el actor William Shakespeare (centro)?
El advenedizo
Durante los años de maduración de Shakespeare, los teatros
locales de Stratford financiaban ocasionalmente presentaciones de
aficionados en el Pentecostés. Tal vez ahí actuó Shakespeare
por primera vez. O tal vez viajó al cercano Coventry para
asistir a uno de los últimos ciclos de teatro medieval de
misterio presentados por miembros gremiales. Es seguro que pudo
presenciar a una de las compañías itinerantes que visitaban su
pueblo regularmente. Entre diciembre de 1586 y diciembre de 1587
aparecieron en Stratford no menos de cinco compañías; una de
ellas necesitaba un actor, pues el anterior, al llevar una vida
disipada, había muerto en una pelea de cantina. ¿Acaso la
compañía partió de Stratford con un ambicioso actor novicio?
La primera referencia de Shakespeare en Londres no es muy
halagadora. El prolífico dramaturgo Robert Greene escribió en
su folleto Cuatro peniques de ingenio, publicado
póstumamente en 1592, una invectiva contra un sabelotodo que
tenía la audacia de hacerse pasar por dramaturgo. Desconfíen de
ese "advenedizo", advertía Greene a sus colegas
autores, "...que con corazón de tigre oculto bajo piel de
actor se siente como los mejores de ustedes, pero sus versos
libres son jactanciosos". El intruso, se lamentaba Greene,
"se considera a sí mismo el único que puede 'Shakudir' al
público". Los detectives literarios señalan estas palabras
como una cruda referencia a Shakespeare, al relacionarlas con una
cita de Enrique VI, parte III, una de sus primeras obras, en la
que el cautivo duque de York se refiere a la vengativa reina
Margarita como a "un corazón de tigre oculto bajo piel de
mujer"
Los Varones de lord Chamberlain
Tal vez debido al ataque de Greene, los historiadores consideran
las tres partes de Enrique VI como las primeras creaciones de
Shakespeare. Posiblemente fueron escritas antes de 1592, cuando
era un actor bisoño en una de las compañías londinenses como
la de los Varones de la Reina. Pero el 28 de enero de 1593 las
actividades de Shakespeare como actor y autor se interrumpieron,
al igual que las de sus colegas. Debido a un brote de peste en
Londres, el Consejo Real prohibió "todas las obras, juegos
de bolos y espectáculos que reúnan a toda clase de público
(excepción hecha con sermones y servicios religiosos en las
iglesias)". Los teatros no se reabrieron sino hasta el
otoño de 1594. Para cuando se abatió la peste, Shakespeare se
había procurado un protector, el joven y apuesto conde de
Southampton, a quien dedicó sus poemas narrativos Venus y
Adonis y La vejación de Lucrecia. Aparecida en
1593, Venus yAdonis fue su primera obra publicada.
Cuando los teatros se reabrieron, Shakespeare ya era miembro de
los Varones de lord Chamberlain, la compañía con la que se
asoció hasta que se retiró del escenario 18 años después. La
contabilidad del tesorero de la reina Isabel registra a William
Shakespeare como uno de los tres "servidores de lord
Chamberlain" a quienes se pagó por actuar ante la reina el
26 y 28 de diciembre de 1594, en funciones montadas en su palacio
de Greenwich. Conforme se sucedieron sus comedias, tragedias y
dramas históricos, Shakespeare ganó fama y riqueza, pues poco
después ya era accionista de la companía, así como su
principal dramaturgo. Es posible que haya dirigido sus propias
obras y se sabe que siguió actuando en obras propias y ajenas,
entre ellas las de su joven protegido Ben Jonson. Se cuenta que
su mejor personificación fue la del fantasma del padre de
Hamlet, y el hermano menor de Shakespeare lo recuerda actuando
como el anciano sirviente Adam en la obra Como gustéis.
Aunque Shakespeare pareció relativamente indiferente a la
publicación de su teatro, varias de sus obras fueron publicadas
a fines del siglo, con o sin su autorización, frecuentemente sin
que apareciera su nombre. En algunos casos el autor tuvo que
publicar versiones corregidas de obras de su propiedad que
aparecieron ya sea de forma incompleta o tergiversada. En febrero
de 1599, Shakespeare se asoció con otros miembros de los Varones
de lord Chamberlain para alquilar un lugar en la ribera sur del
Támesis y erigió ahí un nuevo teatro, el Globe. En el otoño,
el Globe se inauguró con una presentación de Julio César.
La casa de Stratford en la que se piensa que nació Shakespeare (arriba) es una popular atracción turística.
Regreso a Stratford
No se sabe si Anne Hathaway fue a Londres con sus tres hijos para
vivir con su esposo. Pero parece ser que el famoso actor y
dramaturgo mantuvo a su familia en Stratford, primero en una
pequeña casa en la calle Henley y a partir de 1597 en una
elegante casa de tres plantas y cinco frontones, situada tras un
patio en la calle Chapel, frente a la iglesia a la que asistió
de niño. Su hijo Hamnet murió a los 12 años, pero Shakespeare
vivió para ver las bodas de sus dos hijas y a Susanna, la mayor,
dar a luz a la niña que sería su única nieta, Elizabeth Hall.
Poco después de 1612, Shakespeare se retiró a Stratford y el 25
de marzo de 1616 firmó su testamento, con su peculiar orden de
legar ''su segunda mejor cama" a la que fue su esposa
durante 33 años. Murió un mes después, el 23 de abril, cuando
tenía 52 años.
En busca de Shakespeare
Las obras de William Shakespeare son tan sólidas y duraderas que
con el tiempo, se ha dudado de que provengan de una sola persona,
especialmente alguien con tan poca formación como un desconocido
actor de Stratford. Con sus intrincadas tramas e inolvidables
personajes, las célebres obras exploran las emociones humanas en
toda su profundidad y revelan el conocimiento que tenía el autor
sobre historia, literatura, filosofía, derecho e incluso
etiqueta cortesana. ¿Dónde aprendió este campirano, relegado
por la sociedad, la forma en que hablaban los aristócratas y los
abogados? ¿Es posible que el actor prestara su nombre a un
importante y erudito funcionario que quiso mantener en secreto la
autoría de sus obras? En 1781, un clérigo inglés Ilamado J.
Wilmot, tras revisar los archivos de Stratford, llegó a la
asombrosa conclusión de que un hombre de la extracción de
Shakespeare no tenía la educación y experiencia necesarias para
escribir las inmortales obras. Wilmot no quiso publicar su tesis
y quemó sus notas, pero confió sus sospechas a un amigo. Esta
conversación no se publicó sino hasta 1932. Mientras, en el
siglo XIX, académicos ingleses y norteamericanos plantearon
teorías similares. Uno de ellos, William Henry Smith, propuso en
1856 a Francis Bacon como autor de las obras. Este ensayista,
filósofo y estadista fue un alto funcionario de Jaime I, sucesor
de la reina Isabel, quien lo promovió a un rango de nobleza. Los
académicos de ambos lados del Atlántico se abalanzaron sobre la
hipótesis de Smith y produjeron una avalancha de argumentos y
documentación para sustentarla. Los baconianos, como se les llamó,
señalaron que Francis Bacon tenía las cualidades de las que
carecía el actor: educación clásica, un puesto en la corte y
sólidos conocimientos de derecho. Pero para infortunio de la
teoría, a Bacon no le importaba el teatro y no se sabe de
ningún verso libre escrito por él. Calvin Hoffman, académico
de los EUA, afirmó en 1955 que el autor de las obras de
Shakespeare fue el dramaturgo isabelino Christopher Marlowe,
quien en 1593 afrontó la prisíón e incluso la muerte por sus
opiniones heréticas. Según la teoría de Hoffman, Marlowe
fingió su propio asesinato en una taberna al sur de Londres,
siendo la verdadera víctima un marino extranjero, y después
huyó a Europa, donde siguió escribiendo la clase de obras que
ya le habían ganado fama en Londres y las enviaba a Inglaterra
para ser producidas bajo el nombre de Shakespeare.
Como se conoce poco de los primeros años de Shakespeare, los biógrafos se valen de cualquier detalle para inventar incidentes. La ilustración de abajo se basa en un documento que afirma que compareció ante la justicia por allanamiento de propiedad.
Candidatos aristócratas
Otros investigadores literarios han afirmado que no fueron Bacon
ni Marlowe, ni el joven dramaturgo Ben Jonson quienes escribieron
las obras de Shakespeare. El verdadero autor fue un noble que
consideraba indigno escribir teatro o que temía el enojo real
por expresar en público sus opiniones políticas. Los candidatos
aristócratas -todos ellos más o menos contemporáneos de
Shakespeare- son: William Stanley, sexto conde de Derby; Roger
Manners, quinto conde de Rutland, y Edward de Vere, el famoso
decimoséptimo conde de Oxford. Aunque lord Derby se interesó
mucho en el teatro y escribió algunas obras, cabe hacer notar
que vivió 26 años más que Shakespeare y en ese lapso no se
publicaron más obras shakesperianas. En lo que respecta a lord
Rutland, éste tenía apenas 16 años de edad en 1592, año en
que por lo menos tres obras de Shakespeare ya habían sido
escritas y producidas. Por su parte, lord Oxford murió en 1604,
mientras que obras maestras de Shakespeare como El rey Lear,
Macbeth y La Tempestad aparecieron una tras
otra hasta 1612, año en que se piensa que Shakespeare inició su
retiro en Stratford. A pesar de las intrigantes especulaciones
acerca de un autor secreto que se ocultó tras el nombre de un
rústico autor, hoy casi todos aceptan a William Shakespeare de
Stratford-upon-Avon como el verdadero autor de las grandes obras
que se le atribuyen. Su genio fue reconocido en su propia época
y su autoría no fue desmentida en su tiempo. Es inútil tratar
de explicar cómo adquirió la experiencia y talento para
producir tal obra. Es mucho mejor agradecer que el joven dejó
atrás su origen humilde cuando partió a Londres, hace 400
años. El mundo ganó mucho más cuando él decidió actuar así.
Una turista en Stratford examina los atuendos isabelinos de las figuras de cera hechas para una película acerca de la época del dramaturgo. La real compañía de Shakespeare presenta las obras en Stratford.
Época dorada del teatro Para gloria de la literatura inglesa, Shakespeare y el teatro inglés maduraron al mismo tiempo. En 1574, cuando el futuro dramaturgo no era más que un niño campirano de 10 años en Stratford, la reina Isabel autorizó a una compañía de actores bajo el patrocinio del conde de Leicester a presentarse en la capital y en el resto del reino. El actor principal, James Burbage, inmediatamente construyó el primer teatro comercial en Londres, un foro al aire libre de unos 30 m de diámetro y con capacidad para 3 000 espectadores. La entrada costaba un penique, la doceava parte del chelín diario que ganaba un artesano. El teatro de Burbage, modelado con base en las arenas circenses de la época, era una estructura poligonal con tres anillos de galerías para espectadores sentados. Pero la mayor parte del público estaba de pie en el patio que rodeaba el escenario, que medía 13 por 9 m. Richard, el hijo de Burbage, fue el actor principal de los Varones de lord Chamberlain, para quien Shakespeare escribió sus mejores obras y con quien se asoció para construir el teatro Globe en 1599. Ahí, Richard Burbage personificó a Hamlet, Ricardo III, Otelo y EI rey Lear: su actuación fue tan vibrante que se pensó que las obras no se reestrenarían cuando murió en 1619. Pero ni cuando los teatros se cerraron en 1642 por orden del Parlamento, ni cuando muchos de sus contemporáneos lo atacaron se pudo suprimir el genio inmortal de Shakespeare. |
El hombre que nadie conoció Mucho después de que Shakespeare muriera, se puso en duda la autoría de sus obras. Pero la carrera de B. Traven, novelista del siglo XX, estuvo totalmente envuelta en el misterio. Una serie de libros radicales, antiautoritarios, obsesionados con la crueldad, la soledad, el miedo, la superstición y la muerte, aparecieron en Alemania en la década de 1920. Se publicaron en español con los títulos El barco de la muerte, El puente en la jungla, La rebelión de los colgados y EI tesoro de la Sierra Madre. Se sabe que el autor, B. Traven, vivía en México, pero rehusó dar fotografías o material biográfico a sus editores. La reticencia del autor sólo azuzó el apetito de periodistas e historiadores literarios, pero sólo en 1990, 21 años después de su muerte, su viuda Rosa Elena Luján reveló algunos datos que trajeron cierta luz a muchas partes oscuras de su secreto. Según ella, el novelista fue Ret Marut, actor convertido en revolucionario, orillado a huir en 1919 de Alemania al fracasar una rebelión en Munich. Con uno de sus muchos seudónimos, Hal Groves, fue contratado por el director John Huston como asesor técnico para filmar El tesoro de la Sierra Madre en 1947. En un pasaporte mexicano de la década de 1950 figuró como Traven Torsvan, nacido el 3 de mayo de 1899 en Chicago, de origen noruego. Al novelista también le gustaba decir que era hijo ilegítimo del emperador Guillermo II. Como Ret Marut sólo puede ser rastreado hasta 1907, la revelación de la señora Luján deja sin respuesta una pregunta debido a la inconsistencia de los datos cronológicos: ¿quién era B. Traven antes de ser Ret Marut? El autor B. Traven sigue siendo un misterio; aqui se muestra la portada de su primer libro en Alemania. |