Intriga en el Kremlin
Cuando la radio estatal informó que el asesino de decenas de millones murió por causas naturales, el mundo se mostró suspicaz. ¿Por qué sus últimos días estuvieron envueltos en el secreto? ¿Y quién no sacó provecho de su muerle en la Unión Soviética?
De creerle a los cuatro taimados hombres que heredaron su vasto poder, Stalin, supremo dictador de la URSS y titiritero de Europa Oriental, sufrió una embolia fatal estando solo en su modesto apartamento. Yació inconsciente durante muchas horas porque sus guardaespaldas, familia y colegas de gobierno estaban demasiado aterrados tras 27 años de su gobierno de puño de hierro para llamar a la puerta. De ser cierta, esta sórdida muerte contrastó dramáticamente con la vida de un hombre que gozó al ordenar la tortura y muerte de sus partidarios más leales. Unos 30 miIlones, quizá el doble, fueron fusilados, ahorcados, torturados hasta morir por su mórbido temor a la oposición. MiIlones fueron esclavizados en crueles campos de concentración y forzados a trabajar para el Estado. En Ucrania, decenas de millones murieron cuando Stalin forzó a campesinos a unirse a sus colectivos y enviar sus productos a otros lados. En lo personal, gozaba al invitar a cenar a un viejo colega, montar en una cólera cuidadosamente ensayada y enviar a la azorada víctima de su sádica crueldad a la cámara de ejecución. Se dice que una vez salió durante el intermedio de una presentación del Lago de los Cisnes por el ballet Bolshoi, fue a la prisión Lubyanka para disparar contra antiguos partidarios y regresó al teatro para el segundo acto. En 1953, cuando Stalin tenía 73 años, estas tendencias paranoides e impredecibles explosiones se hicieron más virulentas. "El miedo y el odio contra el viejo tirano", según el embajador de EUA, George Kennan, "casi podía olerse en el aire." En enero, una mujer que trabajaba como agente secreto de Lavrenti Beria, jefe del Servicio de Seguridad del Estado, acusó al médico personal de Stalin de estar involucrado en un "complot de los médicos" para matar a importantes líderes militares por medio de "mal tratamiento". Otros ocho médicos fueron más tarde encarcelados, la mayoría judíos. Tal vez anticipando un pogrom, Stalin avivó con fuerza la llama del antisemitismo. El otoño anterior, el 19 Congreso del Partido Comunista desafió, por primera vez, la voluntad del tirano, aunque sólo en detalles. Urdiendo tras bambalinas, Stalin aparentemente planeaba purgar a la vieja guardia comunista y nombrar a nuevos elementos únicamente leales a él. Los planes del dictador eran vigilados de cerca por el cuarteto más próximo a él: Beria, el ministro de Defensa Nikolai Bulganin, el viceprimer ministro (y sucesor designado) Georgi Malenkov y Nikita Krushchev, jefe del poderoso comité del partido en Moscú y de los comités regionales. Líderes comunistas no menos poderosos que ellos desaparecieron sin dejar huella bajo el caprichoso mandate del "Tío Pepe".
¿Acaso Stalin, un hombre viejo y fatigado, como lo revela la fotografía de 1950 de arriba, murió de muerte natural? Sólo los cuatro hombres en la guardia luctuosa podrán decirlo: (izq.) Beria y Malenkov; (der.) Bulganin y Krushchev.
Una juerga, luego silencio
Poco antes de su muerte, Stalin hizo desaparecer a su secretario
privado, quien fue su alter ego durante décadas en asuntos
pequeños y grandes. El 15 de febrero, su guardaespaldas en jefe
falleció en lo que oficialmente se llamó "muerte
prematura", sin duda un eufemismo para ejecucìón. El
médico de Stalin aún estaba tras las rejas. Mientras, desde
diciembre circulaba entre la élite moscovita el rumor de que el
gran jefe estaba enfermo. Pero su hija Svetlana no podía Ilegar
a él, a pesar de sus frenéticos intentos. Meses antes lo había
visto languidecer por causa de la arteriosclerosis. El 2 de
marzo, tal vez Stalin sufrió una hemorragia cerebral, pero la
noticia fue ocultada por la temerosa banda de posibles sucesores.
Un día antes, según Krushchev, Stalin invitó a sus cuatro
secuaces a su dacha, o casa de verano, en Kunzevo para pasar la
noche bebiendo y contando historias. El grupo se dispersó en la
madrugada y Stalin quedó solo. El 3 de marzo a las tres de la
madrugada los asustados guardias informaron a los juerguistas que
el jefe soviético no había salido durante las últimas 24
horas. Cuando se atrevieron a entrar en su muy vigilado
santuario, lo hallaron tirado sobre la mullida alfombra,
completamente vestido. Aparentemente sorprendidos y alarmados,
Malenkov, Krushchev, Bulganin y el calculador y frío Beria
salieron de sus propias dachas, hallaron a Stalin puesto en un
sofá, anormalmente rígido. Se llamó a los médicos y los
cuatro colegas, con otros miembros del Presidium, se turnaron en
parejas para supervisar el tratamiento del dictador mientras que,
seguramente, hacían planes para el incierto futuro.
Una tensa vigilia
Krushchev y los demás fueron vistos con los ojos enrojecidos por
el llanto durante los días siguientes, pero la conducta de Beria
fue sorprendente. Ocasionalmente, Stalin abría los ojos, y el
odiado jefe de seguridad expresaba su preocupación y afecto.
Pero cuando Stalin se sumía en coma, Beria horrorizaba a los
demás insultando y burlándose de su viejo mentor. ¿Qué
significaba esto para los demás? Desde 1938, Beria dirigía a la
policía secreta, la verdadera clave de la omnipotencia de
Stalin. El 4 de marzo, Stalin despertó de pronto. Mientras una
enfermera trataba de darle de comer con una cuchara, él señaló
un cuadro de un cordero al que, como a él, una joven le daba
leche. Luego cayó en accesos mortales de sofocación, miró
enojado a cada uno de sus seguidores y murió. Beria regresó
apuradamente al centro de poder, con sede en Moscú. Ese mismo
día, 800 millones de personas en todo el imperio soviético
supieron por primera vez, junto con el resto del mundo, que
Stalin estaba gravemente enfermo. Como si quisieran disipar
sospechas, los médicos rindieron un informe desusadamente
completo de la enfermedad de Stalin y sus complicaciones. El 6 de
marzo la radio estatal anunció que el corazón de Stalin dejó
de latir a las 22:10 de la noche anterior. Se leyó un informe de
la autopsia, sugiriendo que se había hecho todo lo posible en
vista del "carácter irreversible del rnal" A las
cuatro de la tarde, el cuerpo reposaba sobre enormes racimos de
flores frescas en el Salón de las Columnas de la sede de los
sindicatos. Pareció como si todo Moscú pasara a rendir
homenaje, quizá 5 millones de personas en tres días.
Trágicamente, muchos murieron o sufrieron serias heridas cuando
nerviosos generales que trataban de controlar a la multitud
dieron órdenes que provocaron apiñamientos contra las rejas de
hierro de las calles. El 9 de marzo no hubo actividades en el
país para el funeral más grande del siglo XX. La Plaza Roja se
llenó de delegaciones y líderes mundiales. Los sucesores de
Stalin cargaron el féretro. El "Pequeño Padre" del
comunismo yació junto a Lenin, fundador del Estado soviético.
La muerte de Stalin causó en un principio consternación entre la población soviética. Abajo, las masas pasan por la Plaza Roja de Moscú para poner flores en su honor en el muro del Kremlin; al fondo, la tumba de Lenin.
Inquietantes discrepancias
El primer anuncio oficial de la enfermedad de Stalin afirmaba que
sufrió su primer ataque en su departamento de Moscú. De ser
así, ¿cómo pudo volver a Kunzevo, a 77 km de distancia? ¿Por
qué la versión oficial afirmó que el ataque ocurrió en la
madrugada del lunes, cuando Krushchev y los demás dijeron que
fue el domingo por la tarde e incluso por la mañana? ¿Y por
qué el depuesto Krushchev ofrece un giro distinto en su libro
Reminiscencias, revelando que él y sus tres colegas no vieron a
Stalin ni llamaron a un doctor cuando se apuraron hacia la dacha
del dictador? En vez de esto, esperaron en casa hasta que
Malenkov les notificó que Stalin estaba gravemente enfermo.
Días antes de morir, mientras conversaba con un diplomático de
la India, Stalin dibujó lobos rugientes. "Los campesinos
saben tratar con los lobos", dijo. "Los
exterminan." ¿Es que Stalin preparaba un contraataque?
Según esta hipótesis, el "complot de los médicos"
era un pretexto para la venganza. Los prisioneros torturados
"confesarían" ser instrumentos de autoridades
superiores. Las recientes cóleras de Stalin contra Beria
podrían indicar que el jefe de la policía secreta peligraba.
Como haya sido, el extático alivio de Beria por la muerte del
dictador y su cruda toma del poder tuvieron corta vida. Se le
arrestó en junio y se le denunció públicamente como traidor.
Malenkov, sucesor de Stalin como jefe del gobierno y del Partido
Comunista, se unió al resto del Presidium para denunciar y
purgar a Beria, el genio del terrorismo. Probablemente Beria fue
ejecutado tras un juicio secreto en diciembre, fusilado tan
pronto se dictó la sentencia. La clandestinidad de Moscú de
pronto habló de historias antes calladas acerca del funcionario
que violaba niños, de sus orgías con mujeres secuestradas y sus
libertinajes ebrios en su mansión campestre.
En todo el bloque soviético se consideró la muerte de Stalin como el fin de una era. Cuando Krushchev anunció la desestalinización, se derribaron las estatuas del dictador (arriba); los gobiernos que instaló en Europa Oriental fueron desafiados por rebeliones espontáneas de los pueblos.
Fin de una era
Otros cambios flotaban en el aire. En septiembre, Krushchev
sucedió a Malenkov como jefe del partido y en 1955 Bulganin
asumió el puesto de primer ministro, forzando a Malenkov a salir
a un exilio virtual como jefe de una estación eléctrica en
provincia. Por primera vez en una generación, los cambios de
mando no necesariamente costaban la vida al jefe depuesto. Pero
la mayor sacudida fue el rápido abandono del famoso "culto
a la personalidad" de Stalin. A dos semanas de su sepelio,
la prensa oficial ya no lo citaba ni adulaba ad nauseam.
La "Constitución stalinista" se convirtió
rápidamente en "Constitución soviética". Incluso la
palabra "stalinista" fue borrada del díccionario ruso
oficial. Pravda, el periódico soviético oficial, anunció que
el "complot de los médicos" nunca existió. Krushchev
tiempo más tarde reveló públicamente que la mala
administración de Stalin legó al país una seria crisis
agrícola.
Finalmente, en febrero de 1956, el nuevo líder de la Unión
Soviética pronunció su famoso "discurso secreto" ante
el 200 Congreso del Partido, detallando explícitamente la
barbarie de su predecesor y anunciando formalmente el fin del
terrorismo de Estado como política interna. Hacia los enemigos
de Occidente, Krushchev revirtió la implacable y hostil
política exterior de Stalin. La nueva doctrina se anunció al
mundo como "coexistencia pacífica"
Contra toda probabilidad Irónicamente, nadie pensó que el avieso José Stalin llegaría a la cúspide del poder supremo. Un campesino pobre de la Georgia soviética, el único de cuatro hijos que sobrevivió la infancia, era un soñador solitario. Nacido corno Yosif Visarionovich Dzhugashvili, cambió su nombre a Stalin, "hombre de acero", durainte sus días de juventud como revolucionario comunista. Cuando Lenin se hizo el primer mandatario de la Rusia comunista, Stalin se movió discretamente a su sombra, hasta que el reverenciado líder enfermó en 1921. Mientras hombres brillantes como León Trotsky se llevaban las palmas, el astuto georgiano consolidó su poder y tendió trampas a sus rivales. Finalmente, Lenin se alarmó: trató de evitar que Stalin se volviera una amenaza y en su lecho de muerte dictó una advertencia secreta contra el "poder ilimitado" del que fuera su mano derecha. Pero el joven Stalin estaba preparado para luchar por el poder y mató a sus oponentes, incluyendo a Trotsky, al morir Lenin en 1924. La concentración de Stalin en la intriga política era tal que excluía el afecto humano. Cuando su primera mujer murió, luego de tres años de matrimonio, dijo: "Con ella murió mi último sentimiento cálido", y envió a su pequeño hijo a vivir con parientes. Su segunda esposa le dio dos hijos, pero al poco tiempo, desilusionada por sus políticas represivas y crueldades, se suicidó. Cuando su hijo mayor también intentó suicidarse, Stalin se burló de él por fallar. Prisionero de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, el sufrido hijo mayor supo que su padre no lo incluyó en un intercambio de presos: corrió a una de las cercas eléctricas de la prisión y murió quemado. Los otros dos hijos de Stalin, Svetlana y Vasily, apenas fueron más felices. Svetlana se hizo mundialmente famosa cuando huyó a Occidente en 1967, pero desde entonces se siente dividida entre EUA, Inglaterra y su patria. Vasily fue un estafador y un patán que, a los 41 años, murió de congestión alcohólica. |
El florecimiento de la desestalinización El proceso llamado "desestalinización" por los observadores occidentales fue dramáticamente simbolizado al sacar el cuerpo de Stalin del mausoleo de Lenin en la Plaza Roja de Moscú. El hombre que dominó las palabras e imágenes del país durante más de 25 años fue inhumado nuevamente en un pequeño cementerio junto a los muros del Kremlin. Pero la caída de Krushchev en 1964 pareció señalar un reendurecimiento. La élite en el poder, tipificada por Leonid Brezhnev, secretario general del Partido Comunista, quiso mantener la mano dura en el gobierno. No tenía intenciones de rechazar de tajo el legado stalinista. El 11 de marzo de 1985 la desestalinización adquirió todo su ímpetu, con el nombramiento del relativamente joven Mijail Gorbachov, de 55 años, como secretario general. Se exoneró públicamente a las víctimas inocentes del dictador y sus excesos fueron debatidos en la prensa. Los miembros veteranos, con sus arterias políticas endurecidas bajo la dominacion intelectual de Stalin, fueron puestos de lado para que la generación de Gorbachov encarara las realidades de la vida soviética con nuevos puntos de vista. Se permitió la oposición y el mundo entero vio con asombro cuando el pueblo derrotó a poderosos jefes del partido. Se suavizó la censura de los medios de información. El gobierno reconoció que las invasiones de Checoslovaquia y de Afganistán durante el mandate de Brezhnev fueron realmente graves errores. Poco después, el mundo aprendió al menos dos palabras en ruso: glasnost y perestroika. Glasnost, traducido como "apertura", se refiere a los distintos indicios de controles suavizados y nuevas libertades políticas. Gorbachov enfatizó su compromiso con el Partido Comunista, deseando una mayor participación ciudadana en cada una de las decisiones políticas y su puesta en práctica. Perestroika, un concepto más complejo, es una "reestructuración" de la economía y el funcionamiento de la sociedad. Mientras la élite del partido gozaba de una cómoda vida en términos materiales, el ciudadano común afrontaba escasez de bienes y servicios básicos y poca o ninguna posibilidad de avance financiero o posesión de lujos. La vanagloriada ciencia y tecnología del país se encontró rezagada respecto a la de Occidente y la cuenca del Pacífico. La perestroika, en un intento por resolver esto, conduce a una mayor autodeterminación de las fábricas y a algunas formas de propiedad privada. Cuando Mijail Gorbachov (arriba, con su esposa Raisa) asumió el poder del gobierno soviético, una nueva generación reemplazó a la vieja guardia. Por primera vez, el país fue gobernado por un hombre que no participó en la Segunda Guerra Mundial como soldado. |