- III -

Los K'tü y los "objeto trampa"
Quedan aún algunos puntos por dilucidar, uno de ellos es ¿qué función desempeñan los objetos que el machi se introduce previamente en la boca?, ¿qué sucede con los endoparásitos una vez extraídos?
Leemos en algunos cronistas y "estudiosos" (?) de la cultura mapuche que los palitos, gusanos, insectos, pelos, etc., que son extraídos por succión del cuerpo del paciente y que luego son mostrados a éste y a los presentes han sido previamente introducidos por el machi en su propia boca
Esto es cierto, como lo hemos afirmado en una nota anterior, pero no son ciertos los "fines" que esos autores atribuyen a tal proceder.
AUGUSTA1 y ROSALES2: fingir aparentemente la extracción,
BARRETO3: truco disimulado
MÖSBACH4: supercherías y procedimientos de manifiesta mala fe que ocultan el tratamiento herborístico natural bajo palabras y fórmulas cabalísticas a fin de conservar su prestigio (el del machi) por medio de la sugestión, hipnosis y el arte de la prestidigitación; etc.; etc.
Estos testimonios, como muestra de muchos otros, nos demuestran una total ignorancia en el asunto que se presenciaba así como de sus prejuicios confesionales o religiosos.
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Chamán
incaico efectuando el ülutun,
("hichezero q. chupa"). De un grabado del libro "Primer Nueva Corónica y Buen Gobierno" de Felipe Huamán Poma de Ayala (1535-1617) |
Dice al respecto el Dr. Harner:
"Los escépticos occidentales sostienen que el chamán finge chupar algo fuera de la persona, un objeto que el chamán tenía ya oculto en su boca. Tales escépticos no se han ocupado de descubrir por sí mismos qué es lo que ocurre".5
Dejemos al Dr. Pardal6 aclarar con total acierto la cuestión:
"Los viajeros y cronistas que vieron el interés descriptivo del asunto, hablan de la superchería que significa llevar previamente oculto el objeto en la boca. En realidad nadie se engaña respecto a ello. El objeto extraído, no es más que la materialización o el substractum de materialización, suministrado al quid maligno para que tome cuerpo, facilitando la expulsión"... pues... "de otro modo el 'espíritu' (id est: la energía intrusiva- nota de Aukanaw) de la enfermedad no saldría", añaden acertadamente Palma y Vivante.7
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A pesar de todas estas aclaraciones nos encontramos con libros tales como Medicina aborigen de América cuyo autor, Luis Seggiaro, sigue profesando no sólo este error, sino muchos otros sobre los mapuche, en "Los araucanos" (pág. 52); "Cuerpo extraño" (pág. 26); "El machi" (pág. 20) y "El sobador y chupador" (pág. 22) (Edición Eudeba, Bs. As., 1971).
Todos estos errores, como los anteriormente citados de E. Grebe, hacen mucho daño al desinformar sobre la realidad mapuche y brindar una imagen distorsionada de la misma. |
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Es fundamental volver a recordar que el machi tiene plena conciencia de la existencia de dos tipos de realidad: la Ordinaria y la No-Ordinaria.
El machi sabe que el wekufü endoparásito es lo que venimos llamando hasta ahora una "condensación energética". Que esa "energía" adopta en el estado de realidad No-Ordinaria el aspecto de un ser particular: gusano, araña, etc. Que esa energía es el aspecto No-Ordinario o naturaleza oculta de una planta animal o mineral. Que dicho animal, vegetal o mineral es su receptáculo natural en este mundo, o sea su vehículo de manifestación, tal como lo es el cuerpo al alma.
Cuando el machi absorbe al endoparásito, lo captura en un trozo de substancia que previamente introdujo en su boca.
Ese trozo tiene que ser necesariamente de la misma substancia que compone al receptáculo material de esa "energía" en la realidad Ordinaria, es decir su "cuerpo".
A ese trozo de substancia lo denominamos para mayor claridad "objeto trampa", pues es un objeto que atrapa al endoparásito como una trampa, y al mismo tiempo le sirve de jaula o prisión. En la tradición particular de nuestro linaje familiar se lo denomina -si bien impropiamente- ültramwe.
No conocemos si actualmente en el idioma mapuche (= mapud'ngu) existe un vocablo que designe al "objeto-trampa", tampoco hemos encontramos un término específico para él en la lengua secreta de los iniciados sagrados (los renü, machi, y toki).
Veamos lo dicho en un ejemplo:
Si se hechiza (= kalkutun) a una persona con un menjunje confeccionado a base de la planta miaya (Datura ferox), el poder dinamizado de dicho vegetal es proyectado hacia la víctima condensándose en forma de un sapo espinoso.
El machi al succionar al "sapo" lo capturará en un trozo de la citada planta miaya, trozo que previamente había introducido en su boca.
Si recordamos las distintas causas productoras del endoparásito surgirá la pregunta: ¿qué objeto-trampa se usará cuando la intrusión haya sido producida por causas que no guardan relación con substancias animales, vegetales o minerales, como en el caso de las ideas obsesivas, flechazo de una entidad sutil de cualidad wekufü (por ejemplo: wesha meulen) o el encontronazo con el alma errática ("en pena") de un difunto (alwe), etc.
La respuesta es sencilla: el aborigen tradicional sabe que todas las "energías" de la naturaleza tienen sus gemelas o correspondientes en las distintas plantas, animales, piedras.
En consecuencia sabe que podemos servirnos de estos seres como objetos-trampa para "energías" de distinta fuente o cualidad.
El objeto-trampa entra en la categoría de lo que se suele denominar objeto de poder; a veces puede encerrar una energía útil a los fines del poseedor, lo que lo transforma en una especie de talismán, en el sentido técnico de este término.
Se suelen usar dos o más objetos-trampa, según los distintos tipos de "energía" que compongan a los endoparásitos.
Nunca es recomendable usar uno sólo, pues en caso que la "energía" no fuera atrapada completamente por el objeto-trampa el machi correrá riesgo de tragarla y en consecuencia enfermar. A fin de evitar ese percance se suele colocar uno de los objeto-trampa cerca de los dientes y otro más atrás como refuerzo.
Los endoparásitos son muy adherentes; se prenden como garrapatas a un diente, la lengua, etc., y esto a veces dificulta la tarea de sacarlos de la boca.
Esto último, y no otro es el motivo por el cual el machi carraspea violentamente y escupe en forma estentórea (= chafonentun). Esto es lo que los observadores ignorantes refieren diciendo: "finge que vomita", etc., etc.
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ÜLUTUN: Machi succionando los endoparásitos, que finalmente terminan atrapados en los "objeto-trampa", y así la enfermedad ha sido sacada del cuerpo del paciente. |
Posteriormente el objeto-trampa será depositado, luego de mostrarlo al paciente, -sino es directamente escupido- en un recipiente constituído por: hojas de plantas "aislantes" como el kai (chupón) (Greigia sphacelata), o de foye ("canelo")(Drimys winteri), o de p'trem (tabaco nativo)(Nicotiana rustica, et alt.), o por un trozo de trapo, de metal o cuero; y en otras circunstancias por un cántaro, etc., etc..
Este recipiente recibe el nombre de k'tü lo que en idioma mapuche significa "atado, haz; paquete, lío".
Son sinónimos de este vocablo los siguientes: k'tu, k'no, k'trüng, k'chüng, etc. Usualmente el término k'tu se emplea para designar no sólo al continente del objeto-trampa, sino ambas cosas a la vez: continente y contenido.
A este recipiente hay que alejarlo rápidamente pues algunas "energías" patógenas se escapan muy rápido, en tanto que otras lo hacen lentamente, y algunas permanecen atrapadas indefinidamente.
En esta dispersión de las "energías" atrapadas influye mucho la calidad de la trampa usada, las hay seguras como las has precarias.
En caso de que la "energía" patógena se liberase, se introduciría en los seres vivos más cercanos. Si algún imprudente tocase un objeto-trampa o un k'tü irremisiblemente contraerá el mal por transferencia.
Esta es la razón por la que se deben llevar a un lugar alejado de las casas y del paso, como también se lo puede quemar (lo más habitual), arrojar en una corriente de agua, enterrarlos a cierta proximidad, o colgarlos de un árbol consagrado. Todo esto depende del tipo de endoparásito extraído y del criterio del machi en esa circunstancia.
Hay diversos tipos de k'tü, aparte del hasta aquí mencionado. Algunos son prisión de entidades sutiles de cualidad wekufü, otros de almas wekufü (alwe), otros están ligados simpáticamente al alma de un enfermo incurable, etc.
No podemos desarrollar aquí sus descripciones y tipología.
Los k'tü tienen bastante analogía funcional con la caja de Pandora o con la botella-prisión del genio de Las mil y una noches.
¿Le interesaría al lector saber qué sucede cuando, por imprudencia o ignorancia, se libera la "energía" wekufü contenida en muchos k'tü?.
Para satisfacer esta inquietud es interesante un testimonio calificado sobre un suceso histórico muy poco conocido.
Escuchemos el relato del Dr. H Girgois:
"En el año 1879, prestábamos nuestros servicios en el ejército argentino, en calidad de cirujano, bajo las órdenes del malogrado coronel D. Marcelino Freire, en la Comandancia de Guaminí.
"En una isla de la Laguna del Monte, existía
uno de esos árboles, de más de sesenta centímetros de diámetro
y de unos ocho metros de altura, cubierto de pedazos de género y de trozos
de pieles; los otros objetos habían sido sacados por los soldados".
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"Varias veces preguntamos a los indios mansos lo que representaba
ese árbol, con sus adornos extraños. Siempre dando muestras de
miedo contestaban: ¡malo! ¡malo! ¡Hualicho!. Sin embargo, hemos
podido saber por una machi, curada de viruela, que cada uno de estos
colgajos era un kati (sic), o sea la cárcel de un espíritu
de enfermedad, allí encerrado, por la machi, por medio de sus encantos".
"El encargado de colgar al kati en el árbol debe tomar las mayores precauciones: en primer lugar el kati que lleva no debe tocar los demás, y sobre todo, en un descuido hacerlos caer, pues el Hualicho ahogaba a aquellos que cometían estos descuidos". (Girgois usa en éste relato Hualicho y Huecufú [= wekufü] como sinónimos. Nota de Aukanaw).
"Citaremos -dice el doctor Girgois- un hecho bastante curioso, a propósito de esta creencia respecto al árbol".
"Los soldados leñadores, burlones, mofándose de la credulidad de los indios, resolvieron derribar ese famoso árbol y convertirle en leña para el fuego".
"Los indios les avisaron del peligro que había en tocar los kati, y mucho más al árbol mismo, porque los espíritus de todas las enfermedades, ayudados por el Hualicho, hacían morir siempre a los imprudentes y atrevidos".
"Estos consejos excitaron más a los soldados en concluir con el árbol y, riéndose de la credulidad de los "infelices" indios, dieron principio a derribarlo. Aquella osadía les costó la vida".
"La laguna, más o menos circular, tendrá de ocho a diez kilómetros de diámetro: la isla, casi central, tiene unos tres kilómetros en la parte más estrecha, y unos cinco en la parte más ancha".
"Cuando los soldados leñadores regresaron, a la tarde, en su canoa, con una parte del tronco astillado, con un tiempo sereno, sin cuyo requisito no se hubieran embarcado, se desencadenó una tempestad en la laguna y perecieron ahogados".
"Al día siguiente la canoa fué hallada en la costa. En cuanto a los cadáveres de las víctimas nunca fueron encontrados".
"Los leñadores tenían la costumbre, a fin de poder cargar algo más la canoa, de quedar la mitad de ellos en la isla, en un ricucho y de alternarse en los viajes, cuando el tiempo lo permitía. Hubo temporadas en que quedaron ocho y más días sin poder salir de la isla o volver a ella."
"Fueron los que quedaron los que hicieron saber que sus tres compañeros se habían embarcado con un tiempo sereno y que repentinamente se produjo una tempestad sin razón plausible, y que oyeron toda la noche ruidos tremendos que los llenaron de pavor".
"Es fácil de comprender el temor que este hecho extraño produjo. Pues ninguno de los soldados quería volver a la isla: el puesto de leñador era antes muy buscado, y como favor se le solicitaba. Solamente órdenes terminantes del jefe pudieron vencer, en algo, el temor general que inspiraba la laguna, y hacer volver los leñadores a la tarea".
" ¡Casualidad! dirán los esprits forts; ya lo veremos..." -enfatiza el Dr. Girgois-.
"No podemos creer, ni tampoco lo han creído soldados y jefes de la división Guaminí, que se debe atribuir al azar la muerte trágica de los soldados leñadores que violaron un santuario consagrado durante largos años por las prácticas misteriosas de las machis".
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El Toki Manuel Namunkura, último gobernante del Estado Confederado Mapuche (MAPU), sector Puelmapu, con capital en Karwé (Carhué) antes de la invasión definitiva efectuada por Argentina en 1883. |
"Guaminí era, antes de 1877, un punto estratégico muy importante para los indios; el territorio estaba muy poblado: el cacique Namuncurá tenía allí sus toldos".
"... aquella violación... del Huecufú, trajo seguramente -dice Girgois -sobre los leñadores el rigor de las fuerzas extra-humanas violentadas..."
"Esa laguna tiene, de tiempo atrás, muy mala fama aún entre los indios; se puede afirmar que la merece".
"Los indios pretenden que, cuando el Hualicho lo quiere, las aguas se ponen bravas, se elevan en olas enormes y producen un ruido siniestro al romperse en las orillas. Afirman que es algo peligroso, en cualquier tiempo, navegar en sus aguas, las que sin razones lógicas plausibles se vuelven bravas".
"Muchas veces, con un tiempo sereno sin viento notable, hemos visto -dice el cirujano militar- olas enormes romperse en las orillas, sin que nos fuere posible explicar el por que de ese embravecimiento de las aguas".8
Hasta aquí el testimonio, los comentarios huelgan, y dejamos para otra ocasión la cuestión de los lugares "bravos"( cerros, lagunas ,etc.).
No se deben confundir los k'tü con ciertos objetos de carácter votivo que también se suelen colgar de un árbol sagrado, depositar a su pie, o colocar en un hueco del mismo.
A este tipo de árboles se refieren el coronel Olascoaga9 con cochim-güelo -nosotros interpretamos k'chüng ng'l'mn -, Darwin10 a su "árbol del waleechu", y el doctor E. Holmberg11 en su poema Lin-Calél al hablar del Hualíchu mamull.
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ÁRBOL DEL HUALÍCHU "...vieron un árbol con piedras junto al tronco amontonadas, y colgajos de todos los colores atados en bultitos en las ramas... ...esta cosa para todos los indios es sagrada [y conocida] como Arbol del Hualíchu..." (LIN-CALÉL, Cap. XIII- ¡Huincas!) |
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Dibujo
de Eduardo Holmberg (hijo) para el poema LIN-CALÉL escrito por
su padre Eduardo Ladislao. |
Obsérvense en la ampliación de la derecha los k'tüs colgados de las ramas del caldén y la apacheta (= montón de piedras colocadas por los aborígenes con fines rituales) en la cuál Reukenám deposita una piedra como ofrenda. |
No podemos detenernos en los interesantes asuntos de la universalidad de esta forma cultual arbórea; de la relación de estos árboles con los prístinos ngillatun, su vinculación con las piedras horadadas, con las apachetas y los bichaderos (de "bichar" = ver) en zonas no montañosas (v.g.: en la provincia de Buenos Aires); su relación con el p'rulongkon (= "baile de las cabezas"); el papel de la ofrendas y el de los k'tü colgados; la curiosa cuestión de dispersión etnofitológica asociada a todo este asunto [que va desde la Araucanía y selva valdiviana a las Sierras Pampeanas], etc., etc.
Los mapuche "modernos sienten alguna duda sobre la naturaleza de los objetos que los chamanes (machi) retiran del cuerpo de los enfermos", dice Metraux 12.
Esto se debe a una creciente aculturación y asimilación que pone en crisis los más importantes valores de la sociedad mapuche.
Reléase lo dicho al respecto en nuestras notas anteriores sobre Diferencias psicofisiológicas entre el mapuche y el hombre moderno común, Psicología mapuche y la definición de Aculturación a la que adherimos, a fin de interpretar cabalmente estas conclusiones.
Inez Hilger13 nos relata que:
"dos jóvenes a quienes una machi había pedido que fueran a buscar un cántaro, con una serpiente que decía haber extraído por succión, rompieron el recipiente y pudieron comprobar que la serpiente no era de hecho más que un trozo de alga (cochayuyo) (Durvillea utilissima - Nota de Aukanaw) cubierta de saliva."
Al lector no le será difícil comprender que la "serpiente" era el aspecto No-Ordinario del cochayuyo, y que esos jóvenes de seguro se contagiaron la enfermedad por imprudentes.
Cuenta la misma autora el caso de "un hombre que perdió sus ilusiones cuando vió a una machi buscar en la selva las orugas y los gusanos que escupía al terminar una curación".
La crisis cultural en este caso es obvia, y en ambos ejemplos la ignorancia del proceso terapéutico es palmaria, hecho que conduce a los protagonistas a alejarse aún más de la cosmovisión en que se asienta su identidad.
Es más que obvio su pérdida de la percepción de los niveles No-Ordinarios de la realidad y esto se debe al proceso aculturativo.
La enseñanza metódica de la Tradición Espiritual Mapuche ("religión"), y por ende de la Cultura mapuche, que surge de aquella, a estas nuevas generaciones es una tarea impostergable que debemos asumir.
Concluyamos que nada se hará con reclamar solamente la tierra a la que pertenecemos, pues aunque se la recuperara, de nada valdría si no se tiene primero dentro de uno mismo la conciencia de lo sagrado, que es precisamente la que nos enseña que esta tierra es nuestra Madre.
La Tierra, la Mapu, sin la Tradición Espiritual Mapuche es solo un pedazo de polvo. Es sólo tue, suelo.
No olvidemos que otros pueblos del mundo despojados de su territorio ancestral pero aún guardianes de su Tradición Espiritual han sobrevivido a las más terribles adversidades, lo que permitió posteriormente la anhelada recuperación.
Muy sabiamente decía Platón "aquel que desecha la religión (léase Tradición Espiritual) quita los fundamentos de la sociedad humana".
Sólo mediante el afianzamiento y el fortalecimiento de la Tradición Espiritual Mapuche, despojándola de contaminaciones foráneas y reestableciéndo la dimensión metafísica que otrora tuviera, se evitará la muerte del mapuche como ente cultural.
La situación de crisis cultural anteriormente expuesta, tiene posibilidades de ser revertida Y, especialmente, en lo que a medicina chamánica se refiere. Veamos por ejemplo lo que sucede en los Estados Unidos:
"Una de las chamanes indígenas más famosas de Norteamérica que utilizaba el método de succión en las últimas décadas fue la finada Essie Parrish (de los Pomo de California)..."
"Los pacientes, tanto indígenas como no-indígenas, venían desde muy lejos para que Essie Parrish los curase...".
"En una visión que recibió sintió que debía revelar sus métodos chamánicos a los indígenas como a los no-indígenas para que así todos se pudieran beneficiar de sus conocimientos. Debido a esta visión cooperó en la realización de la película Sucking doctor"14 (= Doctor chupador).(ver nota)
Y con respecto de las curaciones de los chamanes nos dice Miguel Bartolomé15, investigador en 1969 del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de la Argentina, y uno de los firmantes de la Declaración de Barbados:
"Sin tratar de recurrir a explicaciones parapsicológicas o esotéricas. considero que fenómenos de esta naturaleza merecen más atención de la que habitualmente se les otorga, falta de atención debida a la imposibilidad de explicarlos dentro de nuestros principios lógicos y causales, pero que de hecho forman parte de la realidad observada".
En otros lugares la situación parece revertirse rápidamente en el sentido reclamado por Bartolomé, pues en las reservas indígenas de Estados Unidos y Australia la acción conjunta de chamanes y médicos occidentales ortodoxos está tomando inusitado incremento. En algunos hospitales como el de la reserva de los Navajos las visitas de los curadores nativos están aumentando, pues el personal médico occidental se da cuenta de los beneficios que producen.16
Una interesante forma de aplicación de las técnicas chamánicas, o sea de los machi, combinadas con la medicina tecnológica occidental, es la que está llevando a cabo el doctor Carl Simonton en los EE UU. para tratar pacientes con cáncer, logrando en ellos sorprendente alivio del dolor y remisión de las condiciones cancerígenas.17
Opina M. Harner: "...quizá el enfermo de cáncer podría recibir más ayuda (que con el citado método Simonton) si un chamán le ayudara...".
Podemos afirmar, apoyados en nuestro conocimiento y experiencia, que para un genuino machi es más fácil curar muchos tipos del llamado cáncer que una gripe virósica.
No debe olvidar el lector que:
1. La mente en un Estado de Conciencia Alterno, entre tantas otras cosas, puede ordenar a través del hipotálamo que actúe el sistema inmunológico del cuerpo.
2. Los crecientes avances de la denominada medicina holística o integral muestran la utilización existosa de muchas técnicas empleadas por los chamanes y machi desde tiempo inmemorial, tales como: la visualización, el estado de conciencia alteno, algunos aspectos del psicoanálisis, hipnoterapia, meditación, actitud positiva, disminución del stress, expresión emocional y mental de la voluntad personal para la curación y la salud, etc., etc.
"De algún modo el chamanismo está siendo redescubierto en Occidente porque se necesita.''18
El antropólogo D. Sharon19 dice:
"...el hombre moderno necesita desesperadamente una mejor comprensión de sí mismo y de su lugar en el universo. Esto hace falta para compensar la deshumanización, la enajenación y la crisis ecológica de nuestro mundo, resultados del fracaso para equilibrar el creciente saber científico y tecnológico con el crecimiento del autoconocimiento. Creo que entender el chamanismo puede enseñarnos mucho acerca de nosotros mismos".
Grandes resultados está dando la combinación de las técnicas chamánicas en la República Popular China con el programa del médico descalzo20 y el reconocimiento que está teniendo en Occidente la Medicina Tradicional China, cuya base totalmente chamánica está claramente expresada en el Nei Jing de Huang Di.
El Instituto Nacional Indigenista de México ha estado aplicando este principio por largos años en su programa integrado de desarrollo de la comunidad.
El psiquiatra social peruano doctor Alberto Seguin, dijo lo siguiente en el Primer Congreso Nacional de Psiquiatría Peruana, en Lima, 1969:
"Desde el punto de vista de nuestra especialización, me atrevo a afirmar -después de muchos años de experiencia- que tenemos mucho que aprender de nuestros "colegas" los "curanderos nativos", los "brujos" y los "sanadores".
"Tenemos mucho que aprender, no sólo sobre farmacología, por ejemplo el uso de plantas y drogas psicotrópicas, sino también en un área que la psiquiatría está "descubriendo" en nuestros días. por ejemplo, la dinámica de grupo, la terapia familiar, así como la manipulación de problemas sociales y comunitarios. Estas son novedades para nosotros, pero los médicos nativos siempre las han manejado con envidiable habilidad."21.
Actualmente la Fundación para Estudios Chamánicos, de Connecticut (EEUU) bajo la dirección del Dr. M. Harner está preparando a médicos en las técnicas terapéuticas chamánicas. Además se encuentra trabajando con científicos del Ministerio de Salud Soviético para aplicar las citadas técnicas chamánicas al tratamiento del alcoholismo, drogadicción y las enfermedades mentales.
En el campo de las adicciones y psicopatologías podemos afirmar que, a partir de nuestra experiencia personal, los tratamientos de los machi son tan simples como exitosos.
"Los antiguos métodos chamánicos -señala M. Harner- ...han superado la prueba del tiempo: se han experimentado de hecho durante mucho más tiempo... que por ejemplo, el psicoanálisis y otras técnicas psicoterapéuticas".22
Creo que para cerrar estos apuntes son inmejorables las apreciaciones del antropólogo australiano A. P. Elkin23:
"...Los medicos aborígenes, lejos de ser unos pícaros, charlatanes o ignorantes, son hombres de alto nivel; es decir, hombres que han alcanzado un nivel de conocimiento de la vida secreta más allá que el alcanzado por la mayoría de los varones adultos - un estadio que implica disciplina, entrenamiento mental, valor y perseverancia...
"...son hombres dignos de respeto, a menudo poseen una personalidad excepcional... son de una inmensa importancia social, la salud psicológica de su grupo depende en su mayor parte de la confianza en sus poderes."
"... los diversos poderes psíquicos que se les atribuyen no deben ser rechazados cómodamente como de magia primitiva y "engaños", puesto que muchos de ellos se han especializado en el funcionamiento de la mente humana, en la influencia de la mente sobre el cuerpo y de la mente sobre la misma mente."
Y sobre la materia, nos atrevemos a añadir:
Todos estos testimonios que acabamos de citar pertenecen a autoridades en sus respectivas áreas.
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El machi
Gerardo |
Sus palabras deberían llamar la atención de médicos, psicólogos e "investigadores del Hombre" para que tomen conciencia de que justamente aquello que muchos de ellos desprecian como "primitivo", "superstición" o "imaginario" en la medicina chamánica, está saliendo de la retaguardia en donde estuvo relegado por mucho tiempo para colocarse a la vanguardia de las técnicas terapéuticas de avanzada.
Debemos mirar hacia el futuro teniendo en cuenta lo que vaticina Mircea Eliade:
"un día no lejano occidente no sólo tendrá que conocer y comprender los universos culturales no occidentales, sino, además. se verá obligado a valorarlos como parte integrante de la historia del espíritu humano. Ya no los considerará como meros episodios infantiles o aberrantes..." sino que "... hay algo más... le ayudará al hombre occidental a conocerse mejor a sí mismo".24
Sirvan estos humildes apuntes como sincero testimonio y homenaje a los MACHI esos heroicos guerreros místicos de la salud, de ayer, hoy y siempre.
Aukanaw

Notas:
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Nota de los Recopiladores:
Esta película puede ser solicitada a la Universidad Wilfrid Laurier, California University (http://www.wlu.ca). Colección de Películas y Videos.
En esta película que data de 1964 se ilustra completa la ceremonia terapéutica practicada por el grupo Kashia de los indígenas Pomo del sudoeste Norteamericano. El elemento de trance, el uso formalizado de un grupo de cantantes, y la acción de succión empleada por el chamán para quitar la enfermedad al paciente son presentadas sin comentario narrativo.
Vemos la noche segunda y final de la ceremonia. Con la ayuda de un instrumento espiritual que la chamán posee en su garganta, ella quita el dolor en la forma de un cristal de cuarzo.
La doctora indígena es Essie Parrish, la única doctora chupadora de los Pomo del sudoeste que todavía practicaba esta forma antigua de curar.
Ella es ayudada por cuatro cantantes en esta ceremonia y usa dos cañas, decoradas con los dibujos del ensueño y ornamentos de heliotis, que tienen los poderes especiales del chamán.
Existe una
versión abreviada de esta investigación documental completa, sin
elementos repetitivos, titulada "Pomo Shaman" (= Chamán
Pomo).
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Bibliografía
1. AUGUSTA, Félix de. Diccionario Araucano-Español. Imp. Universidad; Santiago de Chile, 1916.
2. ROSALES, Diego. Historia general del reyno de Chile. Mercurio; Santiago de Chile, 1877, vol.1.,pág.135.
3. BARRETO, Oscar. Fenomenología de la Religiosidad Mapuche. CSE; Bs. As., 1992, pág. 50.
4. MÖSBACH, E. de. La voz de Arauco. Siringa; Neuquén, 1987, pág. 144.
5. HARNER, Michael. The way of shaman. Bantam Books; NuevaYork, 1982, pág. 149.
6. PARDAL, Ramón. Medicina aborigen americana. Humanior; Biblioteca del Americanista Moderno. Bs. As., 1937, pág. 69.
7. PALMA, A. y VIVANTE, N.. Magia y daño por imágenes en la sociedad argentina. Carbagón; Bs. As., 1972, pág. 38.
8. GIRGOIS, H.. El Oculto entre los aborígenes de la América del Sud. Torrents y Coral,Barcelona, San Martín; 1901, pág. 115 y ss.
9. OLASCOAGA, M.. La Conquista del Desierto. Estudio topográfico de La Pampa y Río Negro. Com. Nac. Monumento al Tte. Cnel. Roca; Bs. As., 1940, T. II, pág. 184.
10. DARWIN, Carlos. Viaje de un naturalista alrededor del mundo. El Ateneo; Bs. As, 1945, pags. 102 y 103.
11. HOLMBERG, Eduardo. Lin-Calél. Poema c/ ilust. de su hijo. Rosso; Bs. As., l9l0, pags. 243 y 313.
12. METRAUX, Alfred. Religión y magias indígenas en la América del Sur. Aguilar; Madrid, 1973, pág. 182.
13. Ibídem.
14. HARNER M.. Op cit.; pág. 161
15. BARTOLOME, Miguel. Orekuera Royhendu (Lo que escuchamos en sueños). Shamanismo y religión entre los Ava-Katu-Ete del Paraguay. Instituto Indigenista Americano, Antropología Social; México, 1977, pág. 118.
16. HARNER M.. Op cit.; pág. 130.
17. Ibídem; pág. 176
18. Ibídem; pág. 177 y ss.
19. SHARON, Douglas. El Chamán de los Cuatro Vientos. Siglo XXI; México, 1980, pág. 196.
20. SIDEL, Víctor & SIDEL, Ruth. Serve the People: Observations on Medicine in the People's Republic of China. Josiah Macy Jr. Foundation; Nueva York, 1974.
21. SEGUIN, Carlos A.. Psiquiatría folklórica. En Psiquiatría peruana. Primer Congreso Nacional de Psiquiatría. Recop. Amauta; Lima, 1969, pág. 159.
22. HARNER, M.; Op. cit.; pág. 20.
23. ELKIN, A. P.. Aboriginal Men of High Degree. St. Martin Press; Nueva York, 1977, pág. 77. En Harner, M. Op. Cit., pág. XI.
24. ELIADE, Mircea. Mefistófeles y el Andrógino. Labor, Barcelona, 1984, pág. 16.
a
continuación: Capítulo
6
El
Divino Maestro Mapuche
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Mallín de los Brujos - Los Riscos - Ruta 26 km.16 E-mail: maestroaukanaw@hotmail.com |