HAY QUE HUMANIZAR LA EDUCACIÓN

Entrevista con el Dr. Leonardo Cordero

RECTOR DEL COLEGIO METROPOLITANO

1.Dr. Cordero, sabiendo que el Colegio Metropolitano tiene una política y un diseño propio de la educación, ¿cómo concibe el Rector del Metropolitano la educación?

En mi largo trajinar de educador, siempre la educación ha sido un punto de partida, un comenzar y, por lo tanto, cuando es un punto de partida y un comenzar, creo que debemos estar siempre preparados para caminar y no podemos simplemente improvisar.

Es una puerta abierta, diría yo, hacia la liberación del ser humano; mientras más educada sea una persona más libre será -en el sentido auténtico- para desarrollar su personalidad.

Cuando digo “abrir una puerta”, digo “abrir una puerta hacia el progreso”. Eso es lo que justamente estamos viendo y lamentando en nuestra Patria: tanto retraso por la falta de educación. Debemos ser conscientes de esto mientras trabajamos con nuestros alumnos: darles la educación, en el sentido más amplio, para que sean vehículos hacia el desarrollo de todo el país y, sobre todo, el desarrollo de sí mismos y que esto garantice una convivencia pacífica. 

La educación involucra todo eso para mí: una preparación del ser humano hacia la mejora de la sociedad y hacia la mejora de la convivencia de los que vivimos sobre la Tierra.

2.Dado que los contextos actuales son bastante problemáticos y, al parecer, los modelos educativos han entrado en crisis porque no han ayudado a solucionar los problemas que más nos sumergen a países como el nuestro, ¿Ud. cree que para esta época de crisis es necesario un estilo especial de educación?

Se necesitaría un estilo especial si se hubiera descuidado que la educación nunca debe ser supeditada a la problemática. No empieza la educación cuando empieza el problema. La educación debe siempre adelantarse al problema, de manera que pueda dar de antemano guías. Y eso es lo que les está pasando, por ejemplo, a la mayoría de nuestros padres de familia: ellos no están preparados para afrontar la problemática, es decir, no se han adelantado a la problemática; pero un educador debe estar siempre adelantándose a ella. Por eso, la lectura, la información de cómo va el mundo es importantísima. Pero para mí, la educación es una guía que nos señala el camino para, justamente, evitar problemas; es decir, cuando no se ha hecho eso, entonces viene un desconcierto, encontramos una cosa inesperada en los chicos y nos sorprende terriblemente porque no estamos preparados para eso. De manera que tenemos que guiar, adelantarnos, para evitar los problemas y manejarlos a su debido tiempo; se anticipa a los hechos; es más bien, una medicina preventiva más que una cirugía que podemos practicarla demasiado tarde.

3.Ud. dice en la primera respuesta que la educación está sujeta a renovaciones constantes, que es un estar abiertas las puertas para empezar. Parece ser que, dada la situación de los tiempos, todo lo que es sujeción a normas, medidas disciplinarias, han entrado también dentro de este esquema de crisis que nos amenaza por doquiera, y vemos que hay falta de disciplina en los hogares, en la nación, en los estamentos de autoridad máxima. ¿Será necesario que el tema de la disciplina también esté sujeto a una renovación constante?

Si damos por supuesto lo anterior, yo diría que no necesariamente. ¿Por qué? Porque las normas generales del comportamiento son, justamente, para garantizar estabilidad, continuidad y un equilibrio. De manera que, contestando a su pregunta, ella supone una respuesta adecuada a las dos anteriores; es decir, cuando antes digo “no tenemos que funcionar sólo cuando se presentan los problemas (no tenemos que poner un tope en una curva sólo cuando se cae un carro), yo ya debo prever eso y saber de antemano lo que puede suceder. De manera que no necesariamente. Al decir “no necesariamente” no estoy diciendo “no en absoluto”. Evidentemente, a lo mejor, a su debido tiempo habrá que hacer cambios porque también la velocidad a la que actualmente van las cosas parece que trascienden nuestro normal ritmo de caminar.

4.¿No será que los que venimos de generaciones anteriores no hemos previsto con la suficiente anterioridad temas de disciplina o consideramos que es un tema más o menos seguro, que lo podríamos manejar, y no nos damos cuenta de que, a veces, el tema de la disciplina en la familia, la escuela, el país, se nos desborda y se nos hace necesario recurrir a las mismas medidas con las que siempre nos educaron a nosotros?

Creo sinceramente, y no por ser yo la persona involucrada, sino por ser una persona que ha transitado tanto tiempo en la educación -cuarenta y más años- que esto es lo que, justamente, encuentro en los padres de familia: un desconcierto, un no saber qué hacer, cosa que no me ha pasado a mí y no nos pasa a la mayoría de los educadores que hemos estado viviendo con la juventud, hemos estado desarrollándonos con ellos. De manera que todas estas cosas que vemos que hacen los jóvenes y que nunca hicieron en nuestro tiempo, si no los hubiéramos seguido día tras día, evidentemente estaríamos en el caso de los padres: sin saber qué hacer. El padre de familia que pone a su chico en primer curso es primera vez que lo pone; el Rector que lo recibe en primer curso, a lo mejor es la cuadragésima vez que los recibe. De manera que eso sí hace mucho y hay que tender a respetar también esto de la experiencia que te da mucho, te adelanta mucho; la experiencia te da una luz increíble para ir viendo las cosas a la distancia. La disciplina es una luz que tiene que guiar.

5.¿Qué tan importante y urgente es para Ud. todo aquello que tiene que ver con el tema de la incorporación de la tecnología en el aula, dado que el paradigma vigente a nivel global es incorporar tecnología incluso, se podría decir, a costa de olvidar ciertos aspectos?

A mí me parece que lo es tanto que si no la incorporamos al aprendizaje diario nos vamos a quedar rezagados. El quedarse rezagado es una limitación tremenda para el ser humano. Si no lo hacemos a nivel de la educación, eso pesará como una deficiencia tremenda del sistema educativo. La ignorancia de la tecnología te ata y si la educación, como decía antes, tiende a liberar a la persona, es una contradicción no utilizar todos los medios actuales, tecnológicos. Evidentemente, el mundo evoluciona y la tecnología es parte de la evolución. No podemos quedarnos afuera. Por tanto, la carencia de tecnología, impide adquirir la libertad que toda buena educación pretende dar.

6.Dado que antes del boom tecnológico, el acento estaba puesto, más bien, en lo que era la enseñanza de las humanidades y ahora aparentemente ya no, ¿será que éstas ya no tienen ninguna importancia en la educación de la niñez y la juventud, o todavía tienen algo que hacer?

La educación tiene como nunca la misión de humanizar al ser humano. ¿Por qué? Porque la tecnología, la ciencia, como que te aíslan del desarrollo del ser humano. Te reducen, simplemente, a adquirir conocimientos, pero sin ver que esos conocimientos parten de un ser que está latiendo. Yo tengo una profunda preocupación respecto a esto: ahora mismo estamos viendo qué necesidad tienen los estudiantes que verdaderamente quieren aprender de estar metidos en una aula o estar metidos en una institución. ¿Cuál es el futuro de las instituciones educativas? ¿Qué va a pasar? ¿Para qué vamos a reunir miles de personas en un sitio, creando un problema grave como es el de la disciplina y que cada vez va a ser más difícil, y que el chico no va a aprender tanto como podría aprender con sus mejores maestros a través del internet? Entonces, ¿por qué dije yo que es más necesario que nunca? ¿Quién va a humanizar? La máquina no va a hacerlo. El chico necesita la presencia de otro ser humano que esté trabajando juntamente con él, haciéndole ver cuál es la verdadera escala de valores, cuál es el sentido del hombre y eso lo hacemos a través de la educación. De manera que como nunca tiene importancia esto de humanizar.

7.¿No será necesaria también una preparación del cuerpo docente para esta tarea humanizadora?

La experiencia ha dejado un bagaje enorme dentro de mi persona, pero no todo profesor tiene ese bagaje. Es evidente que tenemos que prepararnos y es evidente que tenemos que empezar humanizando al profesor, porque nadie va a dar lo que no tiene.

8.Hablando de humanidades y dado que Ud. es hombre caminado por la Filosofía, ¿cree Ud. que todavía tiene algún sentido la Filosofía dentro de la tarea educativa?

La Filosofía es parte del ser humano. No podemos decir que era para el tiempo anterior, para la Edad Media, para la Modernidad, para el futuro... La Filosofía ha estado presente desde que el ser humano empezó a tener lo que, entre comillas, llamamos “uso de razón”. Desde el momento en que nos empezamos a preguntar ¿Por qué...? ¿por qué...? ¿por qué...? Es una señal clarísima de que nuestro anhelo es entrar en esa dinámica que va a desarrollar nuestra inteligencia. Por tanto, el momento que el individuo adquiere el uso de la razón, que es justamente la capacidad de usar esa herramienta, que es pequeña al comienzo, lo grave es dejar sin respuestas a los porqués de los niños porque los vamos atrofiando. Es decir, más o menos haciendo una comparación con el apetito: si nosotros no respondemos inmediatamente a eso, al apetito del chico, y le dejamos que espere porque nosotros tenemos otras cosas que hacer, entonces le estamos haciendo un daño tremendo. Y esto es lo que nos ha pasado a nosotros dentro de nuestra educación. He visto, por ejemplo, dentro del sistema de educación europeo, la importancia que dan a la Filosofía. Usando una comparación rápida: si yo llamo a un electricista para que revise un foco dañado, él llega, pone una escalera, dice traiga otro foco y ya está; al día siguiente hay que llamarlo por el foco de al lado; no se le ocurre ir a la fuente y ver qué es lo que está produciendo que los focos se estén quemando a cada rato. Él puede venir muchas veces a cambiar focos, pero no viene a solucionar el problema fundamental: lo que causa el apagón. Esto último garantiza el progreso... ¿Por qué esperar que el chico sea grande para empezar a filosofar? ¿Por qué esperar a que sea grande para empezar a responder a sus preguntas que ya empezaron hace años?

9.¿No cree Ud que éste es precisamente un gran problema en la educación de nuestro país: el no ir a las fuentes, el pensar que se puede dejar todavía para más adelante algunas cosas, haber caído en los esquemas tecnicistas y haber abandonado una tarea como la que posiblemente podría desarrollarse con la Filosofía?

De acuerdo, porque el razonamiento es una capacidad del ser humano y, entonces, al preocuparnos del desarrollo del razonamiento a través de la Filosofía estamos humanizando a esos niños.

10.¿Todo lo dicho es una confirmación de la decisión del Metropolitano de aceptar el Programa de Filosofía para Niños?

Yo me alegro mucho de que el Metropolitano haya tomado esto que ha sido una preocupación mía. Antiguamente, en nuestro sistema, se reservaba la Filosofía para los de 5º y 6º. ¿Cuántos años se ha desperdiciado? La Filosofía es una necesidad de todos los que han empezado a preguntarse y, por eso, estoy feliz de que en el Metropolitano hayamos empezado con la Filosofía a esa edad porque desde esa edad -aunque también desde el vientre de la madre- hay que humanizar al ser humano, pero con mayor razón desde el momento en que adquiere uso de su razón.


 
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