los libros habituales sobre marxismo-leninismo y resultados de conferencias celebrados en países socialistas; es decir, lo que las autoridades conocen perfectamente bien, pero que bajo estas circunstancias había que agregar el matiz dramático con el objeto de confundir a la opinión pública y aprovecharse de esa confusión para ocultar los delitos cometidos contra la Constitución de la República).
En el barrio universitario del zócalo los estudiantes exigían identificación a toda persona que pedía participar en la resistencia, con el fin de evitar infiltraciones policíacas.
Se convocó a una reunión en la calle de San Ildefonso para las siete de la noche y desde ese momento autobuses colmados de politécnicos empezaron a circular en esa dirección.
A la hora de la cita, grupos de asalto de granaderos se lanzaron contra las Preparatorias Uno y Tres, convirtiéndose en una auténtica batalla el encuentro contra los estudiantes.
Los granaderos fueron rechazados
Mientras tanto, en la Ciudad Universitaria se acordó formar brigadas de choque para apoyar a los defensores de las Preparatorias. Sin embargo, no pasaron, nadie supo por qué, de la Avenida Universidad.