Creo, desde luego, que los estudiantes de Ingeniería han actuado con una honradez extraordinaria y que han dado ejemplo de bonhomía, pero encuentro en la decisión de los profesores de Ingeniería el mismo oportunismo que los hizo rechazar mis puntos de vista para aceptarlos después ante la presión estudiantil. Sin embargo, parece que asoma aquí la mano sutil del político mayor de la UNAM que se la juega en la campaña y que pretende quitarnos las banderas mas limpias. Bien sea si es para defenderlas y no para mostrarlas solamente. Ahí tiene otra más, el Tribunal de la Cultura que ha prendido ya entre los estudiantes de México y entre los hombres limpios que aman la cultura, que desean el progreso del pueblo de México y que luchan por su cabal independencia económica.
¿No temes represalias por parte de las altas autoridades a las que has denunciado?
Las espero, pero no las temo. Si por defender la constitución de la República, si por denunciar a funcionarios deshonestos enriquecidos gracias al disfrute de sus puestos públicos, si por buscar la independencia de México al amparo de nuestras leyes debo desaparecer o ir a la cárcel, será un ejemplo para los estudiantes de México. Recuerda, Mario, que cuando se defienden ideas como éstas no importa lo poderoso que sea el enemigo. Lo que importa es lo justo de tus planteamientos. No luchamos por tener asegurada la victoria sino porque tenemos la razón.