En este país las mujeres seguirán sin poder decidir libremenente por ellas mismas y sobre ellas mismas, tal vez durante una década más, si quieren y pueden traer hijos al mundo. Y las que se atrevan a decidir, tendrán que inventarse mentiras y arriesgarse a ser perseguidas y juzgadas judicialmente, por osar tomar decisiones sobre su propio cuerpo y sus responsabilidades en la vida . Así lo han decidido los señores y señoras diputadas, votando en contra de la ampliación del aborto,con el ruego y el beneplácito de la Santa Madre Iglesia. Y es que, a los obispos en general, a algunos católicos y a los líderes de la extrema derecha, la INTERRUPCION DEL EMBARAZO les parece un crímen terrible. A todos estos, en su mayoría, señores de “buena posición social y moral”, les parece que evitar la creación de una vida - que a la larga podría servirle a ellos, aunque solo sea para permitirles hacer sus obras benéficas a través de Caritas y otras congregaciones religiosas- se convierte en el asesinato de seres inocentes. Por supuesto que de llegar a crearse serían seres inocentes y podrían convertirse en los niños y niñas que mueren anualmente en este país por malos tratos, algunos sólo por ser hijos no deseados y otros por ser hijos de padres que, las condiciones sociales les han llevado a la degradación y ,o a la locura. Y también podrían ser los soldados que el ejército envía a matar o a morir allá donde hay alguna guerra, o en los hombres y mujeres que mueren torturados por la policía o que pasan media vida encarcelados; o en los hombres y mujeres que duermen en cajeros automáticos o al cielo raso y comen de lo que encuentran en los contenedores... Resulta sorprendente que tantas beatíficas personalidades le concedan tanto valor a unas células que pueden llegar a reproducir una vida y puedan imaginar u oir, los gemidos de queja de un conjunto de células dentro del útero de una mujer, de forma que pueden imprimir en pancartas esas quejas: “ iMamá no me mates! ¡Déjame nacer! ¡ Ayudame a crecer!...” y en cambio sus oídos parecen no captar los gritos de terror y dolor de los hombres, mujeres, niños y niñas que mueren torturados, maltratados y hambrientos cada día y cada año, situaciones éstas, que son aun más frecuentes que las interrupciones de embarazos. Sin embargo, no es corriente ver a los obispos y líderes ultraderechistas encabezando manifestaciones para exigir al gobierno que acabe con estas situaciones injustas e inhumanas ni ponen pancartas alrededor de las iglesias con imágenes y frases sobrecogedoras que digan: “¡Papá no me pegues! ¡Marido no me mates! ¡Dejadme vivir dignamente, tengo frío y hambre !...” Detrás de la hipocresía y la falta de respeto por los derechos, la dignidad y la libertad de las personas en general y de las mujeres en especial, de todo el séquito de personalidades y personajes que han protagonizado en las últimas semanas el dramático teatro antiabortista, también está la hipocresía y el oportunismo político de los parlamentarios. El aborto es un tema social que se puede utilizar como propaganda electoral, pero ahora no era el momento. Cuando interese a algún grupo político, nos ofrecerán el cuarto supuesto y, hasta puede que, el aborto libre y gratuito, pero ¡al tanto ! que los políticos prometen y luego no cumplen. ¿Recuerdan el tema de la OTAN, por ejemplo? Por si algun obispo o diputado/a compungido/a lee esta Galería, hay que decirles que, es más natural y responsable la mujer que decide no traer al mundo un hijo no deseado o en condiciones no deseables, que quien decide darlo en adopción o criarlo con las limosnas que la Santísima madre Iglesia y el bondadoso padre estado destinan a estos menesteres. |
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