Poema de 1901, escrito en el periódico anarquista chileno, EL ACRATA. Su autora es Clara Rosa G.
¡ Al combate! Es una cárcel de martirio el mundo Do la infeliz mujer obrera habita Soportando con dolor profundo Las infamias i miserias de la vida! Aquí reina el pérfido egoismo La maldad, la miseria i el dolor, Que oprimen con venal cinismo Al pueblo siervo de la esplotación… I por mas que sin cesar trabaje La mujer nacida en pobre cuna, Siempre llevará consigo el traje Del inmundo harapo hasta la tumba. ¡Oh burguesía! Piensa en el futuro de la presente sociedad humana; raciocina con calma i de seguro veras temblar tu criminal espada! ¿Existe acaso algún poder oculto para que siempre esclava la mujer, acepte el necio i miserable insulto del potentado o místico burgués? No! Porque el sol de la Cuestión Social Ya ilumina el cerebro de los pueblos, Destruye la ignorancia universal, Y la mujer edúcase en los templos… Pero en los templos del saber i la ciencia, Donde impera el dios de la Virtud, Donde vive la razón en la conciencia Tan pura i libre como el cielo azul; Allí donde la igualdad radiante Se alza en el trono de bendito Amor Cobijando como madre amante Los nobles hijos de su corazón ¡obreras del mundo! Ya la luz que irradie el pensamiento humano empieza a destrozar el yugo i la cruz que llevamos en los hombros tantos años Hijos del trabajo !Salud y libertad si en vuestros dignos corazones late la voz anjelical de la Verdad! Acudid presurosos al combate A destrozar al Rei de la maldad.
|