El edificio pertenecía originalmente a la Iglesia Católica, institución que pidió el desalojo por usurpación, debido a que hace un tiempo ya habían vendido el inmueble y era menester entregárselo a sus nuevos dueños (todo enmarcado por supuesto en la celebración cristiana de la semana santa). Al
pedir explicaciones el Teniente a cargo de la operación, se escudo
en la nueva reforma procesal penal, que legitima el despliegue de la SIP
en situaciones que atenten contra la propiedad privada. La orden emitida
era de desalojo con allanamiento: los policías, en
todo momento registraron en video las caras de l@s ex okupantes (al pedírseles
explicaciones argumentaron que filmaban el tendido eléctrico)
y además hicieron lo posible por encontrar dentro de los elementos
propios de un centro cultural, cierto tipo de objetos subversivos(no
hallando sin embargo nada). |
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