Una vez vencida la desconfianza inicial de los Qataries, ya que hasta finales de julio España no realizó el primer pago de la venta, se inició la inspección de los aviones, de su documentación y la preparación del repuesto del primer lote.

Se realizó una inspección exhaustiva de la documentación de todos y cada uno de los aviones. Se inspeccionaron todos los sistemas de los aviones, con la ayuda de los qataries y la asistencia técnica del fabricante, Dassault. 

       Se organizó y se acordó el transporte de todo el repuesto incluido en el primer lote. Todo el traslado se haría en aviones C-130 Hércules del Ala 31, para lo cual se acordó que un destacamento reducido de personal del Ala 11 se mantendría en Qatar al objeto de prepara la carga de los sucesivos aviones. Este destacamento se mantuvo en Qatar con pequeñas interrupciones durante los años 1.995 al 1.997.

    Cabe destacar el desmontaje y traslado del simulador de vuelo Thomson y el tralado de 40 misiles aire-aire de alcance medio Super Matra 530