Cerca de 4 %
de los niños nace con un defecto importante y cuando esto sucede los padres
suelen sentirse tremendamente afectados y reaccionan con pena , con sentimientos
de culpa o avergonzados por algo del cual nada tienen que ver.
Esos
sentimientos negativos los pueden llevar a actuar algunas veces con una actitud
de sobreprotección y otras mostrando abandono y descuido. El tiempo que dure el
aceptar esta nueva y dura realidad dependerá de la madurez emocional de los
padres, de la información que tengan del problema del niño y de la gravedad de
la malformación y del apoyo de los abuelos, de la familia y del personal de
salud.
Las etapas
emocionales que según Drosor (1975) se presentan de manera secuencial son:
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Primero:
Choque emocional que se acompaña de llanto y sensación de impotencia |
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Segundo:
Negación y deseos de escapar del problema |
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Tercero:
Tristeza , ira y resentimiento que puede incluir la renuencia a aceptar al
niño |
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Cuarto:
Se establece cierto grado de equilibrio con un aumento en la confianza de
poder enfrentar la situación, pero aún subsisten periodos intermitentes de
tristeza |
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Quinto:
Finalmente aparece una etapa de reorganización y adaptación en la cual los
padres comienzan a manejar la situación en una forma práctica y aceptan al
niño tal como es. |
Por lo
general son las madres las que suelen llegar a la quinta etapa ya que a veces
el padre presionado para brindar el sustento económico sumado a la inmadurez de
su juventud suele en algunos casos “sacar los pies del plato” y quedarse en la
tercer etapa, é inclusive achacar del hecho a la mujer.
Sin embargo
es necesario saber que ese ser tan pequeño y mas desvalido que el niño nacido
sin defecto, NO ha pedido venir a este mundo y que si los padres así lo
quisieron y Dios con su sabiduría los eligió como sus cuidadores, deberían
unirse ahora mucho mas para poder ayudarse mutuamente y ayudar de la mejor
manera al bebito a desarrollar sus potencialidades intactas de la mejor manera
posible.
Esto último
es muy importante , es necesario reconocer y resaltar los aspectos positivos que
pudiera tener determinada malformación.
Por ejemplo,
el gran corazón y el cariño que suelen demostrar los niños con S. Down hacia
sus padres y semejantes o resaltar la noticia de que cada año acuden a Iquitos
los Médicos de INTERPLAST para operar gratuitamente a los niños con paladar
hendido, fisura palatina o labio leporino.
Si un niño
recién nacido necesita el amor y el cuidado de sus padres, un niño nacido con
malformación requiere que este amor y cuidados sea mas intenso y permanente.
Pero también es necesario recordar que las personas del entorno familiar deben
ayudar a sobrellevar de la mejor manera posible el problema que se enfrenta.
Para
terminar recordemos que muchos padres erróneamente “esconden” a sus hijos, no
los sacan a pasear a veces porque los vecinos y los niños demuestran un interés
inusitado y a veces vergonzante sobre el niño malformado. Enseñemos con el
ejemplo a nuestros hijos a saber respetar a estas familias y también demostremos
de esta manera nuestro amor al prójimo .
Un abrazo amigos y sigamos comunicándonos |