El aborto químico: la nueva dimensión del aborto

 

¿Por qué están pagando los contribuyentes de los Estados Unidos por abortos químicos y mecánicos?

 

Mercedes Arzú de Wilson (condensado por ASE)

Presidenta de Family of the Americas. Designada por Su Santidad el Papa Juan Pablo II como Miembro de la Academia Pontificia por la Vida (P.O. Box 1170 Dunkirk, A4D 20754 Teléfono: (301) 627-3346 Fax: (301) 627-0847, e-mail: FAF@idsonline.com)

 

Desde el año fiscal 1973, el Congreso de los Estados Unidos, con arreglo a la Enmienda Helms, ha prohibido el empleo de fondos federales para llevar a cabo abortos en el extranjero como método de planificación familiar, o para coaccionar o motivar a alguien a practicar abortos. Desde el año fiscal 1981, la Enmienda Hyde ha impedido que se empleen fondos federales para pagar abortos en los Estados Unidos, excepto cuando la vida de la madre se viera en peligro si la criatura concebida se llevara a término. Ambas disposiciones legales están siendo infringidas por los abortivos químicos.

En febrero de 1997, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) declaró que "el empleo de ciertos anticonceptivos orales combinados... es seguro y eficaz como anticoncepción de emergencia después del coito", es decir para abortar un posible embarazo después de haber tenido relaciones sexuales. Se sabe desde hace años que ciertos métodos artificiales de control de la natalidad tales como la píldora, el Norplant, la Depo-Provera y los dispositivos intrauterinos (DIUs) actúan no sólo como anticonceptivos sino también como agentes que inducen el aborto (abortivos). Lo hacen cambiando el revestimiento de la matriz de la mujer, impidiendo el desarrollo normal de lo que nutre la vida recién concebida en el útero de la madre. Debido a que la píldora y sus contrapartes abortivos violan flagrantemente las Enmiendas Hyde y Helms, el Congreso debe suspender imediatamente la asignación de fondos para estos abortivos en los Estados Unidos y el exterior.

 

Análisis

A fin de entender por qué los anticonceptivos merecen ser clasificados como abortivos, es necesario examinar brevemente su mecanismo de acción. La píldora, que es el anticonceptivo oral más usado, suele contener una combinación de las horrnonas estrógeno y progesterona. La píldora tiene cuatro efectos distintos sobre el sistema reproductivo femenino: (1) suprime la ovulación; (2) espesa el flujo mucoso cervical para impedir la entrada de los espermatozoides; (3) afecta la motilidad de la trompa de Falopio, acelerando o frenando la velocidad a la que el óvulo viaja a través de la trompa hacia el útero; y (4) altera el revestimiento intemo (o endometrio) del útero, que es un revestimiento rico en nutrientes al que el bebé permanece adherido durante la mayor parte del embarazo .

Cuando se introdujo por primera vez en los años sesenta, la píldora contenía elevadas dosis de estrógeno y progesterona y trabajaba más que nada inhibiendo la ovulación. Debido a los graves efectos secundarios sufridos por las mujeres, la industria farmacéutica fue disminuyendo progresivamente la dosis de hormonas que contenía la píldora. Se suponía que los anticonceptivos orales modemos de dosis más baja serían más seguros, pero éstos también están ocasionando graves trastornos para la salud. Varios estudios han revelado que estas píldoras predisponen a las usuarias a un mayor riesgo de coágulos sanguíneos que las versiones anteriores . Además, debido a que las dosis de hormonas que contienen las píldoras ha disminuido, también ha disminuido su eficacia anovulatoria, la ovulación se produce ocasionalmente y por tanto también la fertilización. La tasa de ovulaciones "escapadas" oscila entre el 2 y el 10 por ciento con el uso de estos productos .

Las píldoras actuales promueven la creación de un endometrio desnaturalizado, desprovisto de nutrientes, y como tal inadecuado para la implantación del bebé . Así, aunque el método anticonceptivo falle y ocurra la concepción, el bebé no se implanta en el útero al llegar a él. Si se llega a implantar, no encuentra nutrientes suficientes para sobrevivir y es abortado poco después, expulsado al principio del siguiente ciclo menstrual.

Se debe resaltar que algunas píldoras sólo contienen progesterona, cuyo efecto principal no es la capacidad de inhibir la ovulación, sino afectar el crecimiento normal del endometrio, interfiriendo con la normal implantación y supervivencia del bebé . Este proceso, que mata de hambre la vida humana recién concebida, hace de la píldora un verdadero agente abortivo.

La dosis que actualmente se receta para utilizar la píldora después de tener relaciones contienen una mayor concentración de horrnonas anticonceptivas orales. El principal mecanismo de acción de los llamados "anticonceptivos de emergencia", según investigadores del control demográfico, consiste en "alterar temporalmente la producción de hormonas ováricas", produciendo un desarrollo anormal del revestimiento uterino . Una prescripción común para utilizar "anticonceptivos de emergencia" recomienda que se tomen dos píldoras dentro de las 72 horas siguientes al coito y dos más 12 horas después de esa primera dosis . La prevención de la implantación parece ser la mejor opción para eliminar un embarazo no deseado, puesto que, aunque la concepción puede ocurrir horas después del coito, la implantación suele suceder de 5 a 7 días después de la concepción .

Según la FDA, el empleo de la píldora como «anticonceptivo de emergencia» "reduce el riesgo del embarazo en un 75% si se toma dentro de las 72 horas siguientes al coito" . Esta redacción poco precisa oculta el hecho de que se trata de una receta para el aborto y no de un "anticonceptivo de emergencia" (teniendo presente que un verdadero procedimiento anticonceptivo impide la concepción).

La FDA afirma que "No hay... pruebas de que estas drogas, tomadas en dosis totales más pequeñas durante un período breve para la anticoncepción de emergencia, tengan efectos negativos sobre un embarazo establecido" . Sin embargo, esta afirmación es cuestionable. Para comenzar, se debe observar que la píldora "anticonceptiva de emergencia" contiene una dosis de estrógeno cuatro veces superior a la que contiene la píldora convencional . Así, la vida humana recién concebida puede verse expuesta a una dosis excesiva de hormonas, con mucha posibilidad de tener efectos secundarios indeseables. Ya se ha descubierto, por ejemplo, que los hombres concebidos por mujeres que acababan de dejar la píldora tienen altas tasas de esterilidad y problemas con los órganos reproductivos . El empleo de substancias que inducen el aborto también exponen a un riesgo mayor de tener hijos con defectos congénitos tales como un desarrollo defectuoso de las extremidades, o anormalidades cardíacas . Por ello, los esfuerzos de la FDA por restar importancia a la gran potencia de las dosis "anticonceptivas de emergencia" no puede aceptarse como un argumento científico válido.

Se debe cuestionar, además, el significado preciso del término embarazo "establecido". En cierto sentido, el término puede referirse a un embarazo ya existente, es decir, que puede haber estado presente antes de que la mujer tomara la píldora. Sin embargo, ésta no es la única manera de interpretar el significado de "establecido". Es crucial recordar que no se garantiza la efectividad de la píldora tomada "a la mañana siguiente": incluso si se toma dentro del plazo de 72 horas, hay una probabilidad en cuatro de que la mujer quede embarazada .

Los "anticonceptivos de emergencia" tienen una tasa de efectividad notablemente menor que la tasa de efectividad de las píldoras que se toman regularrnente . Esto no es sorprendente, ya que el tiempo que tienen las píldoras tomadas después del coito para actuar es relativamente corto. Se sabe, por ejemplo, que el revestimiento del endometrio empieza a formarse antes de la ovulación. Por lo tanto, cuando ocurre la ovulación, el endometrio ha estado en las etapas iniciales de su formación durante varios días; si se toma la píldora entonces, el proceso no se puede echar atrás.

Es un hecho comprobado que el endometrio de una mujer que no está tomando la píldora produce un revestimiento normal durante su ciclo. Si esa mujer tiene relaciones sexuales durante su fase fértil y luego toma la píldora "anticonceptiva de emergencia", es probable que la vida recién concebida se implante sin dificultad. Sin embargo, incluso si la píldora "anticonceptiva de emergencia" no logra impedir la implantación inicial del bebé recién concebido, es probable actúe sobre el endometrio, dados los elevados niveles de hormonas que la mujer ingiere repentinamente. De hecho, se ha visto que las mujeres que han tomado anticonceptivos orales sin hacerlo por motivos de "emergencia" corren un riesgo triple de sufrir abortos espontáneos después de concebir .

De los muchos efectos posibles de los "anticonceptivos de emergencia", una posibilidad es que el endometrio se deteriore y quede estéril en la época en que el embrión se adhiere a esta fuente vital de alimento y protección. En otras palabras, el bebé se implanta —anida, se "establece", se estabiliza y está recibiendo alimento— y a continuación se ve despojado de su sistema de apoyo vital en un proceso de aborto químicamente inducido. En este sentido, el mecanismo de acción de la píldora es similar, en cierto sentido, al de otro conocido abortivo, la mifepristona (RU-486). Este es un antagonista de la progesterona que no sólo impide la implantación, sino que (cuando se le combina con una prostaglandina) arranca la vida humana ya implantada del revestimiento del endometrio .

 

Comentario

¿En qué circunstancias podría una mujer emplear la "anticoncepción de emergencia"? La circunstancia más probable se da cuando una mujer ha tenido lo que ahora se ha dado en llamar "coito sin protección" y le preocupa la posibilidad de quedar embarazada. Sin embargo, muchas mujeres no saben que la posibilidad de quedar embarazadas se limita a una sola fase de aproximadamente 100 horas en cada ciclo menstrual, o un promedio de cinco días al mes . Por lo tanto, es posible que esta píldora se emplee cuando la mujer no corre casi ningún riesgo de quedar embarazada; a pesar de todo ello, la píldora, administrada en dosis tan altas, libera una megadosis de hormonas al sistema reproductivo, que altera el delicado mecanismo del ciclo reproductivo y tiene efectos secundarios posiblemente dañillos.

Las mujeres seguirán siendo explotadas por las organizaciones de control demográfico, médicos irresponsables y grupos interesados que, junto con la industria farmacéutica, se benefician al mantener a las mujeres en la ignorancia acerca de sus signos naturales de fertilidad y de la brevedad de su fase fértil.

Es un hecho científico conocido que en el momento de la fertilización todo el material cromosómico que determina las características del nuevo ser humano está reunido dentro de una sola célula microscópica . Es pues, falso, referirse a la criatura concebida, como lo hacen a veces los que favorecen el aborto, como un "embrión preliminar"; una vez que ha ocurrido la concepción, la persona está completa y no se añade después ninguna información genética nueva .

Los investigadores han hecho también un descubrimiento notable en el ámbito de la criogénica: aunque los embriones (al igual que las células) se pueden congelar para suspender temporalmente sus procesos vitales y se pueden descongelar después para que vuelvan al estado normal, un óvulo no puede congelarse antes de la fertilización: no sobrevive si se le devuelve a la temperatura normal . La concepción entraña un cambio fundamental, inexplicable, en las características del óvulo. Hay, por lo tanto, datos científicos irrefutables que confirman que la vida empieza con la concepción, no con la implantación.

Según el Departamento de Salud de los Estados Unidos, "todas las medidas que afectan la viabilidad del cigoto en algún momento entre el instante de la fertilización y la terminación del parto constituyen, en el sentido estricto, procedimientos para inducir un aborto" . Por lo tanto, la eliminación de un embrión ya implantado o de uno que aún está por implantarse, no puede verse sino como la terminación de una vida que ya ha comenzado a existir.

Se está promoviendo cada vez más el papel de la píldora como agente abortivo. El Colegio de Obstetras y Ginecólogos de los Estados Unidos ha lanzado una campaña nacional para garantizar que todas las mujeres se enteren del "secreto mejor guardado": que las píldoras "anticoncetivas" son muy efectivas para el control de la natalidad después del coito . Además, los siete organismos más poderosos en el ámbito del control demográfico han anunciado que han establecido un Consorcio y han empezado a distribuir circulares para informar a sus colegas acerca de su compromiso de suministrar "píldoras anticonceptivas de emergencia" como forma estándar de atención de la "salud reproductiva" .

El Consorcio, del que son miembros organizaciones influyentes tales como la Federación Intemacional de Paternidad Planificada (IPPF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), está trabajando en colaboración con la industria farmacéutica para aumentar la producción de píldoras "anticonceptivas de emergencia" y ha declarado su intención de hacer presión sobre los gobiemos locales para mejorar el acceso mundial a estos abortivos .

La legislación actual que limita la financiación de los abortos no distingue entre los abortos químicos y los quirúrgicos. Los que continúan promoviendo los agentes abortivos en la categoría de dispositivos "anticonceptivos" violan claramente las Enmiendas Helms y Hyde. Los agentes de la industria farmacéutica y del control demográfico están infringiendo la ley y amasando miles de millones de dólares en utilidades derivadas de los impuestos sobre la venta de abortivos. Al mismo tiempo aprovechan y promueven las modalidades de vida sexualmente promiscuas, con la inevitable consecuencia de aumentar la actual epidemia de enfermedades venéreas que reina en los Estados Unidos.

Los contribuyentes, y no los magnates farmacéuticos, son los que sobrellevan la carga financiera que imponen las numerosas complicaciones de salud debidas al empleo de abortivos tales como la píldora "anticonceptiva de emergencia" saturada de hormonas. Los contribuyentes son, además, los que, sin saberlo y sin su consentimiento, contribuyen a la implantación injusta de programas de control demográfico en el exterior que promueven esos mismos abortivos.

Las organizaciones de control demográfico financiadas por los Estados Unidos trabajan asiduamente para aumentar el empleo de substancias que inducen el aborto, particularmente en países del Tercer Mundo, a los que se presiona para que apliquen los programas llamados de "salud reproductiva" como condición para recibir asistencia internacional. Estos países, que con frecuencia no pueden darles a sus ciudadanos servicios básicos de atención de la salud, se ven luego obligados a encarar la carga adicional de una mayor incidencia de enfermedades venéreas y la necesidad de dar atención a todas las mujeres que sufren los efectos dañinos del empleo de abortivos. Ya que estos países por lo general están mal equipados para hacer frente a estos graves efectos secundarios, sus poblaciones se ven gravemente afectadas.

 

Conclusión

Se han llevado a cabo estudios que han demostrado que recurrir al aborto no tiene que ver con la protección de la vida o salud de la madre, sino que es cuestión de conveniencia para la mayoría de las mujeres . Los abortos químicos son, indudablemente, más secretos y confidenciales que los abortos quirúrgicos y, si nadie se opone a ellos, continuarán propagándose por todo el mundo. No se puede pasar por alto la creciente degeneración moral que acompañará a esta tendencia, particularmente ahora que ya se ha visto claramente que la "revolución sexual" y el advenimiento del empleo de anticonceptivos en los Estados Unidos en los años sesenta contribuyó de manera significativa a la desintegración de los valores familiares y de la estabilidad familiar. El Congreso de los Estados Unidos no puede esperar que su iniciativa para promover la abstinencia entre los adolescentes se tome en serio si al mismo tiempo sigue financiando la propagación de substancias y dispositivos abortivos que facflitan aún más el comportamiento promiscuo.

Algunos podrían argumentar que sería irracional abandonar la promoción de agentes abortivos y dejar a las mujeres sin opción alguna para controlar los embarazos. Sin embargo, la realidad es que hay una opción auténtica: el método científicamente racional y estadísticamente comprobado de planificación natural de la familia. Técnicas de planificación natural de la familia tales como el Método de la Ovulación se han ensayado rigurosamente durante los últimos dos decenios y han demostrado ser un 98-99 por ciento efectivas para las mujeres que desean lograr o evitar el embarazo; estas tasas de efectividad son superiores a todos los dispositivos anticonceptivos / abortivos . La planificación familiar natural no tiene efectos secundarios dañillos y tiene la tasa de continuación más alta, precisamente porque no se basa en el empleo de productos químicos artificiales que alteran el sistema reproductivo. Es sencilla de aprender y económica de usar. Los únicos que se benefician de la planificación familiar natural son las personas que la emplean. Estudios preliminares demuestran que las parejas que utilizan un método natural para planificar su familia tienen una tasa de divorcio del 2 al 5 por ciento, en comparación con el 50 por ciento de los que utilizan anticonceptivos. Por último, no contraviene las Enmiendas Helms o Hyde.

En vista de estas altemativas, formas artificiales de control de la natalidad tales como la píldora "anticonceptiva de emergencia" parecen no sólo ser ilícitas sino también inmorales. Ya sea que uno mate a un niño no nacido con el cuchillo de cirujano o con un veneno mortal, sigue matando una vida humana. Los ciudadanos de los Estados Unidos tienen pleno derecho a exigir que sus impuestos dejen de emplearse para financiar abortos químicos, que violan la ley a la vez que violan sus conciencias.

 ___________________

 

Página principal

Bioética y anticoncepción

Índice de temas sobre el aborto