Las
investigaciones con células madre de adultos
consiguen
resultados prometedores
Curar enfermedades sin utilizar embriones
Vicente
Bellver Capella
Gran
Bretaña está dispuesta a clonar embriones para obtener de ellos tejidos que
trasplantar a enfermos que los tengan dañados. Estados Unidos quiere financiar
la investigación en embriones sobrantes de fecundaciones in
vitro para alcanzar lo mismo. Sin embargo, existen métodos
menos controvertidos para conseguir esos objetivos. Pero ciertos intereses
mueven a ofrecer una información sesgada en esta materia fundamental para la
Medicina del futuro.
n
noviembre de 1998 se publicaron simultáneamente dos trabajos acerca de la
obtención y cultivo en el laboratorio de células madre procedentes de embriones
en fase de blastocisto (aproximadamente en la segunda semana de su desarrollo)
en un caso (1), y de fetos abortados en el otro (2). El éxito consistía en
haber logrado aislar en el laboratorio unas células que todavía no se habían
convertido en células de un tejido específico y que se multiplicaban
continuamente sin perder ese estado de indiferenciación. Si, a continuación, se
conseguía que esas células se convirtieran en células de un tejido
predeterminado, se habría conseguido una fuente inagotable de tejidos para
repuestos.
Una
semana más tarde, el New York Times publicaba
en su portada la noticia de un experimento semejante a los anteriores, con la
diferencia de que la fuente empleada para obtener las células había sido un
embrión obtenido por la fusión de un núcleo de célula humana y un óvulo de vaca
al que se le había retirado su núcleo (3). Inmediatamente se planteó la polémica:
¿se puede acabar con la vida de embriones humanos cuando el beneficio que se
puede obtener es tan grande?; y, yendo más lejos, ¿se puede crear un embrión
mediante la transferencia del núcleo de una célula humana a un óvulo de una
vaca? Es importante saber que los experimentos de Thomson y Gearhart (1, 2)
fueron financiados por una empresa privada –Geron–, cuyas
acciones recibieron un importante incremento de valor tras la publicación de
los trabajos (4). El experimento de la vaca fue anunciado por Michael West,
quien dos años antes había fundado Geron, poste
riormente había dejado la empresa y, en ese momento, era presidente de Advanced
Cell Technology, una pequeña y joven empresa
de biotecnología.
Las
células de adulto aparecen en escena
Cuando
parecía que el prodigio de las células madre tenía que pasar necesariamente por
el sacrificio de embriones apareció publicado, también en Science,
un artículo del grupo de investigación dirigido por Angelo Vescovi,
neurobiólogo del Instituto Nacional de Neurología de Milán, informando de la
transformación de células madre de nervio en células de sangre (5).
Hasta ese momento, se sabía de la existencia de células madre en el cuerpo de
los seres humanos adultos, pero había dos problemas para trabajar con ellas. En
primer lugar, no se conseguía cultivar esas células en el laboratorio manteniéndolas
en un estadio de indiferenciación. En segundo lugar, se pensaba que esas células
solo tendrían la capacidad de convertirse en células del tejido del que habían
sido obtenidas.
El
trabajo de Vescovi acabó con esos dos obstáculos: consiguió cultivar células
madre de tejido nervioso en el laboratorio y también consiguió que se
transformaran en células sanguíneas. Inmediatamente se reconoció que las células
madre de adultos eran más flexibles de lo que se pensaba y capaces de
convertirse en tejidos distintos de aquellos para los que, en principio,
estaban destinadas: las células madre de adulto podían deshacer su propio destino.
A los pocos meses del artículo de Vescovi, Investigadores de la empresa Osiris
Therapeutics y de la John Hopkins University publicaron también en Science
un trabajo que profundizaba en la línea abierta por el anterior.
Demostraron que las células madre procedentes de la médula ósea, además de
producir más médula ósea, se podían transformar en células de hueso, de cartílago
o de grasa; e incluso parecían tener la capacidad de formar otros tejidos, como
tendones y músculos (6). A partir de estos anuncios se multiplicaron los
trabajos con nuevos éxitos, demostrando la enorme plasticidad de las células
madre de adultos. Me voy a referir a los estudios más destacados publicados en
los últimos seis meses.
Papel principal en el reparto
Hemos dicho que una de las principales dificultades que
presentaban las células madre de adulto era la de su cultivo en el laboratorio.
Parecía que no se podía conseguir que las células extraídas del cuerpo se
multiplicaran en cantidades significativas. Las células madre de médula ósea,
que parecían ser las más capaces de transformarse en tejidos distintos de la
misma médula, ofrecían una resistencia especial a multiplicarse en el
laboratorio. En marzo de este año, un grupo de investigación de Filadelfia
publicó un artículo en el que informaba de la enorme proliferación de células
madre de médula ósea que había conseguido (7). Se daba un paso más hacia la
aplicación clínica de este tipo de células madre de adultos.
En agosto, un equipo de investigación de la University of South Florida College
of Medicine, dirigido por el doctor Juan
SanchezRamos, ha demostrado que la versatilidad de las células madre de médula ósea
es tal, que permite, incluso, su transformación en neuronas. Al cultivar células
madre de médula ósea de seres humanos y de ratones con determinados factores de
crecimiento, estas se convirtieron en células nerviosas inmaduras (8).
Otro
estudio que dio unos resultados muy semejantes, también publicado en agosto, fue
el dirigido por la doctora Ira Blank, directora del departamento de
neurociencia y biología celular de la University of Medicine and Dentistry of
New Jersey, y Darwin Prockop, del Centro para terapia génica de la Hahnemann
University de Filadelfia (9). No es ingenuo pensar en que, a medio plazo, las células
madre de médula ósea constituirán una fuente, fácil de obtener y sin problemas éticos,
para tratar enfermedades neurodegenerativas como el parkinson. Mientras que la
extracción de las células madre nerviosas exige una intervención quirúrgica
peligrosa en el cerebro de los pacientes, las células madre de médula ósea
resultan mucho más abundantes y accesibles.
Otros
tejidos
En julio, dos equipos de investigación de Estados Unidos y Gran
Bretaña (10), trabajando independientemente, habían demostrado que las células
madre de la médula ósea de seres humanos adultos podían generar tejido hepático.
Anteriormente ya se habían publicado otros trabajos demostrando esa capacidad
de transformación de las células madre de médula ósea de ratones adultos. Tras
el éxito alcanzado, Neil Theise, director de uno de los trabajos, declaró:
"Estamos buscando que otros órganos puedan ser repoblados de esta misma
manera con médula ósea. ¿Por qué asumir que está limitado? Si una célula tiene
todo el genoma, nuestra hipótesis de trabajo es que tiene también la capacidad
de hacer todas estas cosas.
La
cuestión es si puede suceder fisiológicamente y cómo manipularla para
lograrlo?" (11). Esta hipótesis goza actualmente de un reconocimiento muy
amplio en el mundo científico: llegará el momento en que se conseguirá
reprogramar las células adultas de tal manera que puedan generar todo tipo de células
nuevas y sanas. El mismo informe del grupo de expertos del Chief Medical
Officer británico, publicado a mediados de agosto, en el que se ha apoyado el
gobierno británico para permitir en el futuro la clonación de embriones
humanos, es muy claro a este respecto:
"[Los
recientes trabajos sobre células madre de adultos] dan muestra del verdadero
alcance de la investigación con células madre y contradice la creencia anterior
de que las células madre procedentes de tejidos de adultos tenían una capacidad
de diferenciación restringida. Puede que las posibilidades a largo plazo de las
células madre procedentes de tejidos de adultos lleguen a igualar, o incluso a
sobrepasar, las de las células madre embrionarias" (12).
Posibilidades de actuación
El informe de los Institutos Nacionales de Salud (NIH)
norteamericanos, aparecido una semana después del británico, reconoce que no se
puede determinar qué fuente de células madre puede ser más idónea en cada caso.
Sin embargo, señala algunas limitaciones de las células madre de adultos que
justificarían la investigación también con células embrionarias. "Primero,
todavía no se han encontrado en los seres humanos adultos células madre para
todo tipo de tejidos. En concreto, no se han identificado células madre cardíacas
ni pancreáticas. Segundo, las células madre de adultos frecuentemente se
presentan en pequeñas cantidades, son difíciles de aislar y purificar, y su número
decrece con la edad (...). Tercero, en trastornos causados por un defecto genético,
el error genético probablemente también estaría en las células madre del
paciente, haciendo inadecuadas esas células para el trasplante (...). Cuarto,
existen indicios de que las células madre de adultos pueden no tener la misma
capacidad de multiplicarse que las células más jóvenes. Esta potencial
debilidad podría limitar la utilidad de las células madre de adultos"
(13).
Teniendo en cuenta que este informe se dirige, entre otros fines, a convencer
de la necesidad de investigar en células madre embrionarias, llama la atención
la escasa fuerza de los argumentos ofrecidos para explicar la insuficiencia de
los estudios en células madre de adultos. Ninguna de las limitaciones apuntadas
parece insalvable. En concreto, después de la publicación de algunos trabajos
recientes, varias quedan desmentidas. Resulta chocante que la institución que
canaliza la financiación pública de la investigación en Estados Unidos no haya
querido hacerse eco del estado actual de la ciencia en el campo de la células
madre de adultos.
Contra
la diabetes
Dicen
los NIH que no se han encontrado células madre cardíacas y pancreáticas. En
primer lugar, las células embrionarias tampoco han conseguido esa transformación
por el momento. Además, y es más importante, recientemente un equipo de la
Universidad de Florida identificó células madre de páncreas en ratones, que
fueron empleadas para curar la diabetes en los mismos (14). Uno de los doctores
del equipo, Desmond Schatz, afirmó que "se podría llegar a cultivar tejido
de páncreas de enfermos de diabetes que todavía tuvieran alguna célula en
funcionamiento, multiplicarlas y luego trasplantarlas de nuevo al
paciente" (15). Por otro lado, a la vista de los trabajos de los últimos
meses, que ilustran la enorme flexibilidad demostrada por las células madre de
adultos, muchos científicos llegan a afirmar que nos encontramos ante células
verdaderamente pluripotentes, como las embrionarias, es decir, células capaces
de formar cualquier tejido (16).
También dice el informe de los NIH que las células madre de adultos se
encuentran en pequeñas cantidades, son difíciles de obtener y su número decrece
con la edad. Frente a esto, el experimento publicado en marzo por el equipo de
Davor Colter (7) demuestra que las células madre de adultos se pueden
multiplicar fácilmente en poco tiempo.
Con respecto a la limitación que supondría que las células madre de adultos
fuesen portadoras del defecto genético causante de una determinada enfermedad,
es importante recordar lo que se consiguió en Francia en abril de este año. A
dos bebés con un defecto genético que les ocasionaba una severa
inmunodeficiencia les extrajeron células madre de la médula ósea. Se cultivaron
las células, se reemplazó el gen defectuoso y se transfirieron de nuevo a los
niños. Este experimento, en el que se emplearon células madre de los propios
bebés, constituyó el primer éxito de curación mediante terapia génica (17).
Pero aún hay más: la corrección del defecto genético no siempre es necesaria
para lograr la curación mediante células madre de adultos. En agosto se publicó
un trabajo sobre el éxito obtenido en curar un lupus sistémico (una grave
enfermedad autoinmune, hasta ahora incurable) utilizando las propias células de
la médula ósea del paciente. Al transferirlas de nuevo al enfermo, sin haberlas
modificado genéticamente, las células curaron el órgano que, hasta entonces, se
consideraba dañado de forma permanente (18).
Las células madre de adulto no son aún el gran recurso de la medicina
regenerativa. Queda camino por recorrer en el terreno de la investigación básica
y mucho más en el de la clínica. Pero no se puede ocultar que estas células
resultan tan prometedoras o más que las embrionales; que permiten alcanzar
resultados con mayor facilidad porque no exigen llevar a cabo todo el proceso
de especialización, como sucede con las embrionales; que evitan por completo
los problemas de rechazo porque el tejido trasplantado es enteramente
compatible con el del paciente, pues ha sido obtenido de él; que a nadie
plantea problemas éticos de ningún tipo; y que los NIH norteamericanos han
tratado de ocultar la trascendencia de las mismas con el fin de justificar la
financiación de la investigación con células madre embrionarias.
Al cruzar el límite
Una película vale más que mil palabras. En 1996 se estrenó un film
protagonizado por Gene Hackman y Hugh Grant, Al cruzar el límite (Extreme
Measures), que plantea una situación análoga a la que hoy
afrontamos con la investigación en células madre embrionarias. En la película,
un prestigioso neurólogo decide experimentar con humanos para buscar el
tratamiento para la parálisis. Está convencido de que los vagabundos que no
hacen ningún trabajo en la sociedad y que carecen de cualquier vínculo familiar
o afectivo –es decir, aquellos individuos cuya desaparición dejaría
completamente indiferente a la sociedad– no pueden considerarse personas y, por
ello, pueden ser objeto de experimentación sin su consentimiento. El mérito de
la película está en ilustrar la dificultad de rechazar un planteamiento tan
inhumano cuando uno ve el sufrimiento que podría ser evitado si esos
experimentos se llevaran a cabo.
Con
las células madre embrionarias nos ocurre algo parecido. Solo que, antes de
plantearnos la dificultad de renunciar a un camino tan prometedor como inmoral,
la misma ciencia nos ha abierto una senda que lleva al mismo destino y que no
exige dejar a nadie en la cuneta.
Vicente Bellver es profesor titular de
Filosofía del Derecho y director del Máster en Derecho y Bioética de la
Universidad de Valencia. En
la actualidad es Visiting Scholar en el Health Law Department de Boston University.
NOTAS
(1) Cfr. J. A. Thomson et al., "Embryonic Stem Cell Lines Derived from
Human Blastocysts", en Science, 282 (1998), pp. 1145-1147. (2) Cfr. John D. Gearhart
et al., "Derivation of pluripotent stem cells from cultured human
primordial germ cells", en Proceedings of the National Academy of Sciences, 95 (1998), pp. 1372613731. (3) Cfr. Nicholas Wade,
"Researchers claim embryonic cell mix of human and cow", en New York Times, 12 de noviembre de 1998, p. A1. (4) Cfr. David
Malakoff, "Reaction to Stem Cells: A Tale of the Ticker", en Science, 282 (1998), p. 1239. (5) Cfr. Angelo L. Vescovi et al., "Turning
Brain into Blood: A Hematopoietic Fate Adopted by Adult Neural Stem Cells in
Vivo", en Science, 283 (1999), pp. 534537. (6) M. F. Pittenger et al.,
"Multineage Potential of Adult Mesenchymal Stem Cells", en Science, 284 (1999), pp. 143147. (7) Cfr. David Colter et al., "Rapid
Expansion of Recycling Stem Cells in Cultures of PlasticAdherent Cells from
Human Bone Marrow", en Proceedings
of the National Academy of Sciences, 97 (2000), 32133218. (8) Cfr. Juan SanchezRamos et
al., "Adult Bone Marrow Stromal Cells Differentiate into Neural Cells in
Vitro", en Experimental
Neurology, 164 (2000), pp. 247256.
(9) Ira B. Black, Darwin J. Prockop et al., "Adult Rat and Human Bone
Marrow Stromal Cells Differentiate Into Neurons", en Journal of Neuroscience Research, 61 (2000), pp. 364370. (10) Cfr. Neil Theise et al.,
"Liver from Bone Marrow in Humans", en Hepatology, 32 (2000), pp. 1116; y Malcolm Alison et al.,
"Cell Differentiation: Hepatocytes from NonHepatic Adult Stem Cells",
en Nature, 406 (2000), p. 257. (11) Paul M. Rowe, "Humans
Can Regrow Liver Cells from Bone Marrow", en The Lancet, 356 (2000), p. 48 (12) Department of Health, Stem Cell Research: Medical Progress with
Responsibility. Report from the Chief Medical Officer’s Expert Group Reviewing
the Potential of Developments in Stem Cell Research and Nuclear Replacement to
Benefit Human Health ,Londres,
2000, p. 19. Disponible en http://www.doh.gov.uk/cegc . (13) Department of Health and Human Services, National Institutes of Health Guidelines for
Research Using Human Pluripoten Stem Cells, p. 2. Puede consultarse en http://www.nih.gov/news/stemcell/stemcellguidelines.htm . (14) Cfr. Ammon Peck et al., "Reversal of the
InsulinDependent Diabetes Using Islets Generated in Vitro from Pancreatic Stem
Cells", en Nature Medicine, 6 (2000), pp. 278282. (15) Abi Berger,
"Transplanted Pancreatic Stem Cells Can Reverse Diabetes in Mice", en
British Medical Journal, 320 (2000), p. 736. (16) Entre la
abundante literatura sobre el particular, cfr. D. L. Clarke et al.,
"Generalizated Potential of Adult Neural Stem Cells", en Science,
288 (2000), pp. 16601663. (17) Cfr. M. CavazzanaCalvo et al., "Gene Therapy
off Human Severe Combined Inmunodeficiency", en Science, 288 (2000), pp. 669672. (18) Cfr. "Treatment of severe Systemic
Lupus Erythematosus with HighDose Chemotherapy and Haematopoietic StemCell
Transplantation", en The
Lancet, 356 (2000), pp. 701707.