Dolores Voltas
¿Qué son las células madres embrionarias?
¿Qué son las células madres adultas?
¿Cuál es la fuente de las células madres
embrionarias?
¿Para qué puede ser útil la investigación con
células madres?
¿Qué otros usos médicos son posibles?
¿Las células madres embrionarias son mejores
que las células madres de adulto?
Hasta hace muy poco tiempo, los científicos consideraban
que sólo las células embrionarias llamadas estaminales (“stem cells”, o
“células madre”), poseían la capacidad de autorrenovarse casi ilimitadamente
originando células madre de las que pudieran derivarse una gran variedad de
tejidos diferentes (nervioso, muscular, hemático...). Estas células pueden, por
decirlo de alguna manera, «reprogramarse» para reproducir los diversos tejidos
de nuestro cuerpo. Enfermedades degenerativas como el Párkinson y el
Alzheimer, o metabólicas como la diabetes; y oncológicas como la leucemia se
anunciaban como curables en un futuro, por medio del transplante de células y
tejidos procedentes de la clonación humana.
Pero recientemente
(J. A. Nolta, D. B. Kohn, Haematopoietic
Stem Cells
for gene therapy, en C. S. Potten ed.,
Londres, 1997, pp. 447-460) se ha descubierto que las células estaminales de
adultos sirven para los mismos propósitos que las células embrionarias: además
de reproducirse dando lugar a células iguales, también pueden «reprogramarse»
para generar tejidos distintos. Se sabe cómo reconocerlas, seleccionarlas, mantener
su desarrollo y formar diversos tipos de células (cf. VVAA, Science 2000, 288, pp. 1635-1640).
Entonces, ¿para qué clonar? La clonación
destinada a producir «copias» de un individuo «original» ha sido, desde el
primer momento, rechazada por todo el mundo: unos, por el respeto que les
merece la vida humana en todas sus fases; otros, por las posibles consecuencias
que podrían derivarse de tal procedimiento.
La clonación que algunos todavía defienden, y que incluso ha sido aprobada
por el Parlamento Británico el pasado 19 de diciembre (2000), es la llamada
«clonación terapéutica», que tiene como objeto la obtención de las células
estaminales antes mencionadas, «reprogramables», para conseguir células y tejidos
que puedan transplantarse.
El contrasentido está, precisamente, aquí. Lo
que la industria biotecnológica pretende realizar no es la mera producción
tejidos destinados a implantación, mediante técnicas de proliferación celular
in vitro. Si fuera así, no cabría ninguna objeción ética. Se trata, en
cambio, de la producción de células y tejidos partiendo de embriones humanos
clonados; es decir, de seres humanos de los que se prevé interrumpir su
desarrollo, para poder utilizarlos como material biológico de «gran valor»
para reparar tejidos degenerados en un individuo adulto.
Ahora bien, si estas células «reprogramables» se pueden encontrar en muchos tejidos de
un adulto —en el hígado, en el cerebro, en la médula ósea, etc., e incluso en
la sangre del cordón umbilical en el momento del parto—, y la obtención de
estas células no conlleva ningún reparo ético, ¿qué sentido tiene entonces fabricar
un embrión humano que ha de ser destruido para obtener células que podemos conseguir
con técnicas inocuas? ¿No deberíamos, más bien, promover y alentar la investigación
en estas últimas, que además son aceptadas por toda la comunidad científica
como un verdadero logro de la medicina
al servicio del hombre?
Una vez más, queda patente que la
investigación científica no está reñida con las consideraciones éticas de
respeto a toda vida humana, ya desde el momento de su concepción.
- Las células madres son
células maestras que tienen la capacidad de transformarse en otros tipos de
células, incluidas las del cerebro, el corazón, los huesos, los músculos y la
piel.
- Las células madres
embrionarias son células contenidas en embriones que tienen la capacidad de
transformarse en prácticamente cualquier otro tipo de células del cuerpo.
Se les llama
pluripotenciales porque esta característica le permite al delicado embrión
desarrollarse y convertirse en un cuerpo totalmente formado. Unos cinco días
después de la fertilización, el ser humano en estado embrionario entra en la
fase de blastocisto o blástula, presentando un aspecto de esfera hueca formada
por alrededor de 100 células.
Las células de la capa
externa van a formar la placenta y otros órganos necesarios para sustentar el
desarrollo fetal en el útero. Las células internas formarán casi todos los
tejidos del cuerpo. Estas son las células madres embrionarias que suelen
utilizarse en investigación.
- Las células madres adultas
están más especializadas que las embrionarias y dan lugar a tipos celulares
específicos. Se las llama multipotenciales. Se alojan en diversos tejidos del
cuerpo de los niños y personas adultas.
El cuerpo maduro utiliza
estas células como "partes de reserva" para sustituir otras células
caducas. Por ejemplo, ciertas células madres en la médula ósea producen
glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas de la sangre. Investigaciones
recientes indicaron que las células madres adultas se pueden convertir en otros
muchos tipos de celulas.
- Los científicos
generalmente obtienen células madres embrionarias de los embriones que desechan
las clínicas de fertilidad después de las técnicas de fertilización in vitro.
Estas técnicas de "bebé
de probeta", que se utilizan para ayudar a las parejas estériles a tener
hijos, incluyen la fertilización de los óvulos de una mujer con los
espermatozoides de un hombre mediante su manipulación en un laboratorio.
Se crean varios embriones al
mismo tiempo, pero no todos se implantan en la matriz de la madre para promover
su desarrollo hasta lograr que nazca el niño. Los embriones que no se utilizan
para el proceso se conservan congelados para posteriores intentos de
transferencia a la matriz de una mujer -a su madre genéica u otra sustituta- o
se desechan para su destrucción por parte de la clínica de fertilidad.
Estos embriones humanos
sobrantes pueden servir como fuente para obtener células madres, un proceso que
incluye la eliminación de las células internas del blastocisto y la destrucción
y muerte del embrión.
- Los científicos esperan
controlar las características de transformación de las células madres para
brindar tratamientos a diversos padecimientos que afectan a millones de
personas en todo el mundo.
Como las células madres
pueden convertirse en muchos otros tipos de células, los médicos pueden
sustituir tejidos y órganos dañados por enfermedad o por lesión a fin de
restablecer una función normal.
Por ejemplo, en las personas
con enfermedad de Parkinson, se inyectan células madre en el área del cerebro
que controla el movimiento muscular, donde la enfermedad anula las células
nerviosas.
Este procedimiento se
denomina trasplante de células madres. Las aplicaciones terapéuticas de las
células madre también podrían ayudar a tratar enfermedades, como la diabetes,
el mal de Alzheimer, los accidente cerebrovasculares, el infarto del miocardio,
la esclerosis múltiple, males vinculados con la sangre, los huesos y la médula
ósea, así como quemaduras graves con injertos de piel, lesiones de la médula
espinal, y tratamientos para pacientes con cáncer que han perdido células y
tejido por radiación y quimioterapia.
- Al usar células madres,
los investigadores podrán probar los efectos terapéuticos de un fármaco y los
efectos colaterales tóxicos en tejido humano sin utilizar un animal de
laboratorio para las pruebas.
A veces, la reacción de los
animales de laboratorio a un fármaco determinado no concuerda con la reacción
humana a dicho fármaco. Además, se podría controlar a las células madres y
"empaquetarlas" para administrar tratamientos genéticos a objetivos
específicos en el cuerpo.
- Es demasiado prematuro
para decirlo. Las células madres embrionarias tienen dos importantes cualidades:
se pueden convertir en casi todos los tipos celulares del cuerpo y pueden
crecer en cultivos en una cantidad ilimitada.
Las desventajas son que el
sistema inmunológico de un paciente podría rechazar los trasplantes de células
madres embrionarias, al igual que rechaza algunos trasplantes de órganos y que
el crecimiento anárquico de las células madres embrionarias podría producir
tumores.
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