Las víctimas
del SIDA en Francia y EEUU
son cada vez
mas jóvenes
La temprana iniciación sexual y la promiscuidad aumentan el riesgo
El aumento de la mortalidad causado por el SIDA en Francia afecta
sobre todo a los hombres entre 25 y 40 años, y, por categorías profesionales,
en primer lugar a los relacionados con la información, arte y espectáculos.
El SIDA causó en Francia 5.400 muertes en 1995, contra 5.800 el año
anterior. En 1992, una muerte de cada cinco entre los hombres de 30 a 34 años
se debió a esta enfermedad, a la que hay que atribuir también una muerte de
cada ocho entre las mujeres de 25 a 34 años.
Un informe que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estudios
Demográficos (INED) sobre "El SIDA en Francia y en Europa, consecuencias
demográficas" advierte que la infección no ha dejado de extenderse. Si
estuviera remitiendo, la edad media de los muertos por SIDA iría en aumento.
Sin embargo, las víctimas son cada vez más jóvenes (39,2 años como media de los
hombres en 1994 y 36,5 años las mujeres). En total, desde 1985 han muerto en
Francia alrededor de 30.000 personas por esta enfermedad.
El análisis de la mortalidad según las categorías profesionales
revela que, entre 1989 y 1991, donde más ha aumentado el número de hombres
muertos, por el hecho del SIDA, es en las profesiones de la información, artes
y espectáculos (un aumento del 50%), seguida por un 34% en hostelería y servicios
a particulares; entre las mujeres, la categoría donde más se ha notado también
el exceso de mortalidad por el SIDA corresponde a las profesiones de
información, arte y espectáculos (8,6%).
En Estados Unidos, según cifras que acaban de ser publicadas, el
número de nuevos casos de SIDA declarados ha dejado de crecer, aunque se
mantiene alto (47.000 al año). En 1994 hubo entre 55.000 y 60.000 fallecidos
por esta enfermedad, que se ha convertido en la primera causa de muerte para
las personas de 25 a 44 años. Lo más preocupante es que la infección se
extiende más rápidamente que antes entre los de menos de 35 años. Se esperaba
que aquellos jóvenes que empezaron su vida sexual activa cuando ya se conocían
los modos de transmisión del virus se infectarían en ' menor proporción que sus
predecesores. Hoy día las campañas de información son habituales y los condones
fácilmente accesibles. Sin embargo, una cosa es saber sobre el SIDA y otra
sacar buen partido de lo que se sabe. Pues el uso de drogas por vía intravenosa
va en aumento entre los jóvenes y, lo que es más importante, los jóvenes
empiezan a tener relaciones sexuales antes e imprudentemente.
"Hay una relación entre la edad de iniciación sexual y el número
de parejas que se tienen; y, cuantas más parejas, mayor riesgo de
infección", dice The Economist (20-1-96) comentando estos datos.
Además, se ha comprobado que es ilusorio pensar que los jóvenes utilicen
siempre los preservativos. En el caso de los homosexuales, según dice Thomas
Coate, del Center for AIDS Policy Research de San Francisco, los jóvenes están
tomando menos precauciones y muchos "no consiguen mantener una conducta de
bajo riesgo".
En consecuencia, evitar la iniciación sexual precoz y la promiscuidad
parecen factores cada vez más fundamentales para reducir el riesgo de contagio.
También en Uganda, país muy afectado por la enfermedad, es
significativa la relación entre la prevalencia del SIDA y la categoría
profesional. Allí la principal causa de difusión del virus es la prostitución y
la promiscuidad en general. Y estas conductas están extendidas sobre todo entre
los trabajadores cualificados de la banca, la administración y los servicios,
que tienen una posición acomodada y pueden permitirse esos "lujos".
La difusión del SIDA en este grupo supone una sangría para el país,
necesitado de gente joven y bien preparada. Por ejemplo, según señala The
Economist (10-II-96), en el Uganda Commercial Bank, de propiedad estatal,
el SIDA ha causado la muerte de 250 empleados desde 1989, del total de 390
trabajadores del Banco fallecidos en ese periodo.
Según datos de 1990, la mortalidad anual por SIDA entre los empleados
públicos de nivel superior era del 2,5%. En términos generales, por culpa de la
enfermedad, entre 1980 y 1994 la esperanza de vida de los ugandeses ha bajado
de 52 a 42 años, de modo que ahora es una de las más bajas del mundo.
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