La revolución política [1]

Alemania Oriental

En 1953 los trabajadores de Alemania Oriental se insurreccionaron. Se movilizaron por libertades políticas, contra la división de la nación y por reivindicaciones económicas, pero el país fue invadido por tropas rusas que reprimieron violentamente y derrotaron la lucha.

Hungría

En 1956 los tanques rusos invadieron Hungría para reprimir manifestaciones de los trabajadores y los estudiantes contra el régimen de Budapest que seguía directrices del gobierno de Moscú. Las masas respondieron con una huelga general, con el levantamiento armado y la constitución de consejos obreros que dirigieron la resistencia. Esto produjo la explosión del Partido Comunista y la crisis del régimen. Se necesitó una segunda intervención rusa para poder reconquistar el control del gobierno y derrotar a los trabajadores, ejecutando a varios dirigentes, entre ellos a Imre Nagy y Maleter.

Checoslovaquia

En 1968 los trabajadores de Checoslovaquia se insurreccionaron para exigir libertades políticas. En el XIV Congreso del Partido Comunista Checoslovaco los trabajadores y un sector de los comunistas obligaron a introducir en sus estatutos el derecho de tendencia. El congreso se realizó clandestinamente en la fábrica CKD de Visocarus, en el 9º distrito de Praga, y contó con la protección de los trabajadores quienes organizaron milicias populares. La modificación de los estatutos con el derecho de formar tendencias era una amenaza no solamente para el régimen checoslovaco sino que podía tener repercusiones en otros países como la URSS. Esto llevó a que el Kremlin diera la orden de intervención, repitiendo lo que había hecho en Alemania en 1953 y en Hungría en 1956. Se necesitaron varios meses de intervención, represión y la expulsión de 400.000 militantes del Partido para volver a lograr el control del aparato del Estado, el monopolio partidario y la “normalización” del país.

Rumania

En 1977, 35.000 mineros de la cuenca del Valle del Río Jiul hicieron una huelga durante tres días. Esta huelga fue reprimida y la respuesta de los obreros fue otra huelga. Los huelguistas retuvieron a dos funcionarios del gobierno, Ilia Verdets y Gheorghe Pana y exigieron la presencia del presidente Ceausescu como condición para liberarlos. Ceausescu tuvo que hacerse presente. Sin embargo, esto no evitó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, la policía y funcionarios del Partido. Ceausescu fue abucheado e insultado con fuertes improperios y tuvo que salir protegido por sus acompañantes. Pero una lucha y de un solo sector no es suficiente: se pueden ganar algunas batallas pero no la guerra. Ceausescu seguiría gobernando hasta que 1989, año en que las masas unificadas lo derrocaron y obligaron al nuevo gobierno a fusilarlo.

Polonia

Los trabajadores polacos hicieron varios intentos por derrocar al régimen stalinista y hacer realidad la revolución política. Lograron avances y combatieron heroicamente, pero no lograron imponerse.

En julio de 1956, los trabajadores de Poznan se tomaron las calles y se declararon en huelga, enfrentándose violentamente con la policía del régimen liderado por Bierut y Rokossov. Varios dirigentes de esta lucha fueron acusados y los obreros organizaron la resistencia en su defensa alrededor de la fábrica de Zeran en Varsovia, creando comités.

En marzo de 1968 los estudiantes de todas las universidades polacas se levantaron en contra de la censura impuesta sobre Los ancestros de Adam Mickiewiez , una obra clásica de la literatura nacional. Los estudiantes exigían libertad de información, el derecho a disentir y convocaban a los obreros a luchar unificadamente contra el régimen burocrático y por la democracia socialista.

En junio de 1976 hubo movilizaciones contra el alza en los precios de los productos de primera necesidad decretada por el gobierno de Gierek. Los trabajadores abandonaron las fábricas, se tomaron las calles, bloquearon las vías férreas y atacaron los locales del partido.

Una oposición de jóvenes comunistas intelectuales, entre los que se encontraban dos asistentes de Historia y Sociología de la Universidad de Varsovia (Jacek Kuron y Karol Modzelewski), intentan reagruparse. En 1965 escribieron una Carta abierta al Partido Obrero Polaco , primer esbozo de un programa de revolución antiburocrática, después del Programa de Transición de Trotsky. Fueron excluidos del partido, detenidos en 1965, juzgados a puerta cerrada y condenados a varios años de prisión. [2]

Como en todo proceso revolucionario, en el polaco surgieron dirigentes que lucharon consecuentemente por defender el socialismo: Ana Valentinowics, Jacek Kuron y Edmun Baluka, entre otros. Pero también afloraron otros que se hicieron agentes del capitalismo y para atacar al socialismo desde las filas del movimiento obrero: Lech Walesa se alió con la Iglesia católica y su representante en el Vaticano —el también polaco Karol Woijtila (Juan Pablo II)— para desviar la lucha hacia el capitalismo. Después Walesa sería elegido primer ministro y desde ese cargo dictó medidas contra los trabajadores que otrora fueran sus compañeros de lucha.

La lucha por la organización

En estas luchas contra la burocracia los trabajadores, estudiantes e intelectuales, hicieron varios intentos por construir organizaciones políticas y soviéticas para recuperar o ganar el control del Estado y conducir la lucha hacia el socialismo. En ese sentido se lograron avances, pero finalmente los principales dirigentes fueron perseguidos, encarcelados o asesinados.

A principios de 1980 varios activistas organizados alrededor del Boletín Szerszen organizaron una conferencia donde votaron como resolución la constitución de un Comité Provisorio por el Partido Socialista del Trabajo. Una parte de la resolución expresaba:

El próximo paso que debemos dar en nuestra lucha es la creación de nuestro propio partido, el PSTT, que será el verdadero partido de las masas trabajadoras [3]

Los polacos también construyeron organismos soviéticos: los Comités de Huelga Interempresa (MKS), cuyo carácter era el siguiente:

De manera que el MKS, en tanto representante de la clase proletaria y de las masas trabajadoras, adquiere un doble contenido: por un lado, como sindicato obrero independiente del Estado, el MKS defiende los intereses y reivindicaciones de los trabajadores. Por el otro, al organizarse contra el Estado burocrático, en la voluntad de construir la Central Obrera independiente sobre las ruinas de la oficial. El MKS se postula como centro unificador de los esfuerzos obreros por liquidar el Estado burocrático y cambiar el régimen político existente. [4]

URSS

Desde mediados de la década de los 80, se desató una pugna entre dos sectores de la burocracia: de un lado, los “ortodoxos” que expresaban el viejo stalinismo y que se resistían a realizar reformas al régimen político y que, aunque estaban por ejecutar medidas de restauración capitalista, planteaban hacerlo gradualmente. De otro lado estaban los “reformadores”, cuya política era impulsar reformas recortadas al régimen político, al servicio de realizar medidas restauracionistas de choque. Uno de los principales exponentes de este “reformismo” fue Mijail Gorbachov. Este último sector intentó apoyarse en el movimiento obrero y en su reivindicación de libertades democráticas, y hacer creer que sus intereses coincidían con los de los trabajadores. Sin embargo, mientras los obreros exigían aumentos de salario, congelación de los precios de los productos básicos y freno a la especulación de las cooperativas, las propuestas de los reformadores iban encaminadas a aprobar medidas económicas contrarias a los intereses obreros.

China

En mayo de 1989 millones estudiantes y trabajadores chinos salieron a las calles en movilizaciones insurreccionales contra la burocracia en el gobierno.

La poderosa movilización de estudiantes y trabajadores tuvo como contenido la lucha contra el régimen político burocrático, por la exigencia de libertades políticas y reivindicación del socialismo y las conquistas de la revolución. Esto se manifestó en las consignas que levantaron, en las banderas rojas que encabezaban las marchas y en la entonación del himno de los trabajadores, la Internacional.

Beigin, la capital de China, estuvo prácticamente bajo el poder de los estudiantes y trabajadores durante tres semanas, teniendo como centro de coordinación la Plaza Tiananmen. El poder de la movilización hizo entrar en crisis momentáneamente a instituciones, como las fuerzas armadas. Un grupo de cien oficiales expresaron por escrito su desacato a la Ley Marcial y a reprimir al pueblo. El gobierno tuvo que acudir a una fuerza de 100.000 soldados y todo el poder de la artillería pesada para dominar la situación y retomar el control cometiendo masacres y reprimiendo violentamente.

Como vemos, la lucha del imperialismo por restaurar el capitalismo ha sido un combate a muerte contra la revolución desarrollada por los trabajadores. En ese combate el imperialismo ha logrado avances y puede ser que siga avanzando. Ésa es su dinámica, pero las luchas obreras saldrán a enfrentarlo. Puede ser que finalmente logre la restauración completa. Pero la lucha obrera con flujos y reflujos continuará inevitablemente. El capitalismo imperialista no tendrá paz.

[1] Revolución política significa cambio en el régimen político unicamente, porque en los Estados obreros la revolución social se hizo con la supresión de la propiedad privada.

[2] Correspondencia Internacional, octubre de 1980.

[3] Correspondencia Internacional, octubre de 1980.

[4] Correspondencia Internacional, octubre de 1980.